Estacionamientos subterráneos
"Contribuirían a evitar el caos que se aprecia, debido a los vehículos estacionados anárquicamente".
A Karen Rojo, la alcaldesa recientemente reelegida, se le presenta una gran oportunidad de demostrar su capacidad de gestión, visión de futuro, voluntad de solucionar un gran problema urbano e interés en dar una señal de modernidad a la ciudad y, además, sin gastar recursos municipales. ¿Cómo? tomando en serio la alternativa de construir estacionamientos subterráneos en varios espacios públicos que, ubicados estratégicamente dentro del perímetro central de Antofagasta, contribuirían notablemente a evitar el caos que se aprecia, debido a los vehículos estacionados anárquicamente. Cuando hablo de espacios públicos, no puedo evitar de recordar que nos perdimos la oportunidad de haber utilizado el subsuelo de las plazas Colón y Sotomayor. Sin embargo, se nos presenta otra posibilidad de recuperar parte lo perdido. Me refiero al imperioso remozamiento del Parque Brasil.
Se sabe que la municipalidad está avanzando en el tema, sin embargo parece que en el proyecto no estarían considerados estacionamientos subterráneos. Al respecto, recuerdo una conversación sobre el tema que sostuve con la alcaldesa, hace más de un año. En dicha ocasión me dijo que se descartaba este tipo de estacionamientos, porque un profesional habría informado que la existencia de roca impediría tales construcciones. No hay que ser un experto para saber que en la actualidad, la existencia de roca no es obstáculo para ninguna edificación. Hay tecnología de sobra para ello. Bastaría observar cualquier edificio en altura en construcción, para comprobar que ni la roca ni el afloramiento de agua, constituyen impedimento para dotarlos de estacionamientos, de varios pisos bajo el nivel de la calle. Correspondería revisar el estudio de la anterior administración y someterlo a una evaluación seria, en la cual se establezca, tanto técnica como económicamente, la conveniencia de considerar la alternativa en comento.
La remodelación del Parque Brasil, demandará una cuantiosa inversión pública, que en el caso de una licitación por la construcción-concesión de estacionamientos subterráneos, condicionada, además, a ejecutar un proyecto atractivo en la superficie, no utilizaría ni un solo peso público, pudiendo este ahorro ser utilizado en otras carencias comunitarias. O sea, un negocio redondo.
Carlos Tarragó
Presidente de Pro Antofagasta