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"Ahí quedaron los brasileños"

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Periodista

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Para los que somos unos "nostálgicos del fútbol", olvidar el partido entre Brasil y Chile por el Sudamericano Sub 20 del 2007 sería no entender la realidad actual de la "Roja". Ese duelo que terminó con empate a dos goles, con penal en los descuentos de Arturo Vidal, quedó en el recuerdo con una frase del propio "Rey" una vez concluido el encuentro. Sin tapujos, el novel volante del Bayer Leverkusen gritaba "ahí quedaron los brasileños".

Sin respeto, irreverente, pero con mucha garra, Vidal marcaba el futuro de una generación dorada. Hoy, una década después, esta frase parece un vaticinio mágico de una alegría incalculable del pueblo futbolístico nacional.

Tal vez puede sonar poco humilde, hasta un poco arrogante, pero Arturo Erasmo Vidal Pardo tenía mucha razón, ya que esta selección "dejó ahí" a varios en los últimos años.

Que lo diga Brasil, que lo diga Uruguay, cuyo llanto aún perdura, que lo diga México, España, Colombia, Perú y cuántos más. Que lo diga Messi y su Argentina que todavía sangra por las heridas del equipo liderado por un rey.

Un monarca sin caballo y sin espada, pero que transforma una cancha de fútbol en su campo de batalla, con tal estrategia y entrega que provoca admiración de 17 millones de personas en esta delgada y angosta faja de tierra, y también en el resto del mundo.

Porque cuando todo estaba oscuro, siempre apareció Arturo. En el Mundial con una rodilla sin recuperar o el martes con una amigdalitis que casi lo deja al lado del camino.

Da lo mismo los males, él siempre está, él siempre quiere estar.

Y cuando dice presente, lo hace con todo. Se lleva las cámaras con su desplante, garra y buen fútbol.

Pasarán los años y la historia siempre dirá que Chile, sin ser un reino, tuvo su rey, el cual provocó que todos los hinchas se pusieran a sus pies y le rindieran tributo por cuanta alegría entrego en medio de castillos de eliminaciones y derrotas.

Cristian

Morales

ENTREVISTA. Jorge Castillo, rugbista antofagastino preseleccionado nacional:

"Este año decidí ser el mejor jugador de rugby de la región"

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Cuando comenzó a practicar rugby en 2010, tras la invitación que le hizo un amigo, Jorge Castillo Quiroga jamás imaginó que seis años después sería nominado a la preselección nacional adulta de rugby.

Su rápida adaptación y desarrollo de habilidades dentro de esta disciplina no pasaron desapercibidos. Tanto a nivel local, como nacional -e incluso internacional-, este joven de 23 años es considerado uno de los mejores rugbistas antofagastinos.

Hoy, el estudiante de tercer año de Ingeniería Civil Industrial en la Universidad de Antofagasta, sueña con proyectarse a nivel internacional, eso sí, sin dejar de poner los pies en la tierra, garantizando, al mismo tiempo, su futuro académico.

¿Qué pasó por tu mente cuando recibiste la noticia de que eras nominado para la preselección adulta de rugby de Santiago?

-No me lo esperaba. Fue una sorpresa muy grata, me hizo sentir que todo el esfuerzo que había hecho, todo lo que había sacrificado había valido la pena. Que la entrega de todos los que estuvieron detrás, apoyándome en el caso de mi familia y y el esfuerzo de los que me criaron en el rugby como los entrenadores y preparadores físicos, mis amigos, había rendido frutos.

¿Cuál crees que fue la razón de esta nominación?

-Varias cosas. Lo primero es que con la selección antofagastina logramos vencer a un rival muy difícil al otro lado de la cordillera, a la selección de Tucumán, al norte de Argentina. Ese fue todo un logro ya que ningún equipo chileno había podido hacerlo.

Debido a eso, y al rumor de que en Antofagasta se jugaba fuerte al rugby, la selección de Santiago vino a entrenar con nosotros, a realizar un "Test Match" (partido de prueba). Ahí creo que se fijaron en mí y terminaron llamándome hace dos semanas.

¿Cómo llegaron a competir a Tucumán?

-Nuestro entrenador es de Tucumán. Él tiene muchos contactos, de hecho es amigo del entrenador de "Los Pumas" (selección nacional de rugby de Argentina). Gracias a él hicimos los contactos y pudimos hacer dos partidos en esa ciudad. Partidos que al día de hoy, ya son un clásico.

¿Cuáles son algunas cualidades físicas y mentales que has debido desarrollar para llegar a ser un referente?

-Hay que ser sicológicamente muy fuerte. Al principio me costó entender eso, pero poco a poco fui evolucionando. Es un deporte de mucha actitud.

Todos piensan que es un deporte de gorilas, de grandotes, pero no se trata de eso. Ya no es un deporte de contacto en sí, sino de evasión, de salir a buscar los espacios, no tanto de ir al choque, ahora es mucho más dinámico.

Punto de inflexión

Decidido a dedicar mucho más tiempo a la universidad y así asegurar su futuro académico, Castillo había comenzado este año muy motivado en sus estudios, pero con esta nominación a la preselección adulta de Santiago, el panorama se complica.

¿Cómo pretendes desarrollar ambos aspectos de tu vida (rugby y estudios) a la vez?

-Justo cuando pensé en dedicarle más tiempo a la "U", recibo este llamado. Estoy muy contento por esta nominación, pero no pienso dejar de estudiar, deberé esforzarme el doble para conseguir mis objetivos.

¿Cómo te proyectas dentro de esta disciplina a futuro?

- Me encanta el rugby, pero este año llegué a un punto de inflexión entre esto y mis estudios. Ya tengo 23 años y debo decidirme, debo sacar un título. En Chile no puedo vivir del rugby, si quisiera hacerlo debería irme a Europa o a algún lado donde pueda jugarlo de manera profesional aprovechando que ahora soy joven. Pero tengo que tener un respaldo y ese respaldo me lo darán mis estudios. No los puedo dejar de lado, no aquí en Chile donde no puedo vivir del deporte.

"Hay que ser sicológicamente muy fuerte. El rugby es un deporte de mucha actitud, no tanto de ir 'al choque', sino de buscar los espacios, mucho más dinámico"."