Natacha Ramírez / Emol
El diputado José Manuel Edwards, que decidió reemplazar su tercer nombre por Rojo (su apodo), es sólo uno de los miles de chilenos que cada año, por diferentes razones, deciden cambiar su nombre.
De acuerdo a los datos que entregó el Registro Civil a Emol, en lo que va de este año 24.839 personas han modificado su nombre o apellido.
¿Pero qué tan fácil es realizar este procedimiento en el país? Según informan en el servicio, la ley permite cambiarse de nombre sólo en cinco casos específicos.
Éstos son: cuando los nombres o apellidos sean "ridículos, risibles o causen a su titular menoscabo moral o material"; cuando la persona ha sido conocida, durante más de 5 años, con nombres o apellidos distintos a los consignados en su inscripción de nacimiento.
Además, cuando el nombre no es de origen español, para castellanizar o modificar su pronunciación o escritura; cuando tiene más de un nombre propio y quiere suprimir los que no ha usado por más de 5 años; y cuando la persona, por no tener determinada su filiación, fue inscrita con un solo apellido o con dos apellidos repetidos, y quiere pedir que se agregue un apellido o se cambie uno de los repetidos.
causales
En el servicio señalan que las causales que más esgrimen los chilenos para cambiarse de nombre son las dos primeras. Sólo se puede hacer una vez en la vida La solicitud de cambio de nombre se debe realizar en el Juzgado de Letras respectivo, a través de un abogado, y la decisión final corresponde exclusivamente al juez.
Para demostrar que se cumple con alguna de las causales, la persona puede presentar como prueba la declaración de testigos o documentos que lo acrediten. Una vez que el juez autoriza el cambio de nombre, el Registro Civil procede a rectificar la partida de nacimiento y la persona debe solicitar una nueva cédula de identidad y, si corresponde, un nuevo pasaporte.
También debe comunicar el cambio de nombre a las entidades que no tengan convenio con el Registro Civil para acceder a su base de datos. En el Registro Civil aclaran que la persona sólo se puede cambiar de nombre una sola vez en la vida, y una vez que eso ocurre es irrevocable.