Eugenio Sugg Gálvez
Una nueva etapa en los esfuerzos por preservar valioso el ecosistema del Salar de Atacama se está iniciando.
Las firmas con derechos de explotación en el sector -SQM y Rockwood Lithium- comenzaron hace pocos días un trabajo conjunto dirigido a desarrollar una gestión ambiental coordinada que proteja de mejor forma su sustentabilidad y especies emblemáticas en estado vulnerable, como los flamencos andinos, de James y chileno.
El Salar de Atacama es el mayor depósito salino del país y está formado por una depresión sin salida de aguas que recibe al río San Pedro de Atacama y múltiples quebradas por donde se filtra el agua desde la cordillera.
Está situado a unos 2.300 metros sobre el nivel del mar y abarca cerca de 3.000 kilómetros cuadrados (km2), lo que lo convierte en el tercer mayor del mundo tras los salares de Uyuni (Bolivia) y Salinas Grandes (Argentina).
"El objetivo es lograr una herramienta de gestión conjunta. Estamos trabajando en un modelo conceptual hidrogeológico común, tenemos herramientas desarrolladas en tiempos, información y supuestos distintos, por lo que estamos tratando de identificar estas situaciones para luego lograr un modelo que no sea sólo conceptual, sino también numérico común que nos permita hacer una mejor gestión", explicó Pablo Pisani, gerente de Sustentabilidad de SQM.
Este acuerdo marca además un cambio en el historial de relaciones entre ambas empresas que incluso llevó a SQM a presentar un recurso de invalidación de la resolución ambiental que este año autorizó el aumento de la producción de litio de su competidora en la zona del salar por los eventuales impactos que tendría en el depósito salino.
Fauna
Se estima que el Salar de Atacama posee el 25% de las reservas mundiales de litio y grandes cantidades de bórax y sales potásicas.
Su fauna la componen grandes cantidades de flamencos, además de otras aves como guayatas, ñandús y patos. También existen mamíferos como guanacos, vicuñas, llamas y alpacas.
Respecto a los flamencos, los datos de Conaf y SQM indican que en la laguna de Puilar (Sistema Lacustre de Soncor), el tamaño de las colonias de nidificación ha fluctuado entre 2.000 huevos en el verano de 2013 hasta 3.500 en el verano de 2015.
Asimismo, durante el último periodo estival se estimó la postura de 2.100 huevos. Esto -según explicó la jefe de Medio Ambiente de SQM Salar, Ximena Aravena-, da cuenta de que las poblaciones de la especie se han logrado preservar.
Este proceso de nidificación permitió que en los últimos 5 años "se puedan realizar anillamiento de los polluelos, actividad realizada por Conaf, donde la empresa participó con la compra de anillos en 2013 y en la colocación de éstos en abril".
Asimismo, un monitoreo realizado en abril de este año como parte de los trabajos en conjunto con entre la minera no metálica y Conaf contabilizó aproximadamente 6.000 flamencos en las lagunas del Salar de Atacama.
"Su población es bien relativa, los flamencos se mueven mucho durante el año, es así como en el invierno en el Salar de Atacama disminuye su presencia ya que buscan sectores con climas más cálidos, comenzando a volver cerca de septiembre", explicó Aravena durante una visita realizada esta semana al salar con medios de comunicación regional.
Con todo, datos de Conaf indican que mientras en agosto 2005 se contabilizaron 1.227 flamencos, durante julio de 2014 se detectaron 1.232 individuos de las tres especies habitantes del sector.
Finalmente, la última medición de la superficie lacustre realizada mediante imágenes satelitales en abril pasado, muestra que la laguna de Barros Negros (también ubicada en el sistema Soncor) fluctuó mínimamente su superficie entre 1.058.915 m2 hasta 1.116.891 m2 durante los años 2007 hasta el 2016.