Libertad vigilada para empresario que se apropió de dos casas de su madre
JUICIO. Fiscal Javier Loyola presentó pruebas irrefutables de la utilización de documentos falsos en compraventa.
Sentencia de condena en contra de Leonardo Contreras Pizarro, empresario hotelero de 66 años, dictó el Tribunal Oral de Antofagasta, tras ser encontrado culpable de un delito de uso malicioso de instrumento público falso, cometido el año 2011 en esta ciudad.
La acusación y presentación de pruebas estuvo a cargo del fiscal Javier Loyola Reyes.
Por este ilícito la terna de jueces que integró el Tribunal, aplicó al acusado una pena de tres años y un día de presidio menor en su grado máximo, pena que le fue sustituida por la libertad vigilada.
De acuerdo a los antecedentes dados a conocer durante el juicio, el acusado, utilizando un mandato general falso, supuestamente entregado por su madre, se vendió para sí, dos propiedades pertenecientes a su progenitora.
Incluso en uno de estos inmuebles vivía su madre, la cual fue conminada a hacer abandono del mismo, una vez que se argumentó que existía un nuevo propietario.
Una nieta que vivía con la víctima advirtió la situación anómala luego de seguir la pista al modo como los inmuebles fueron a parar a manos del hijo de su abuela, tras lo cual se hizo la respectiva denuncia.
Delito
Después de valorar la prueba aportada por la fiscalía, el Tribunal estimó que los hechos se enmarcan en el delito de uso malicioso de instrumento público falso.
Ello porque se estableció sin lugar a dudas, que el hechor a sabiendas de la falsedad del mandato general que aparecía otorgado a su favor, ya que la firma puesta en el instrumento no era de la persona que figuraba como mandante, por lo que la misma nunca compareció al otorgamiento del documento, lo utilizó en cuatro oportunidades para autocontratar, en dos compraventas de bienes inmuebles y otorgar dos escrituras de cancelación total del precio de éstas.
Gracias a ello adquirió en definitiva dos propiedades cuya dueña no intervino de forma alguna en dichos actos, y además en sumas de dinero irrisorias atendido el emplazamiento que los inmuebles tienen en la ciudad.
El acusado pactó el precio en cuotas mensuales que, sin embargo, en el mismo día o al día siguiente de la celebración de los contratos de compraventa, efectuó sendas escrituras de cancelación del precio de venta de tales inmuebles.
En el juicio intervinieron varios testigos y peritos de la policía que estuvieron a cargo de dilucidar la veracidad de los documentos presentados por el acusado para apropiarse de las viviendas en cuestión.
años tiene el empresario hotelero que fue condenado por el delito de uso malicioso de instrumento público falso. 66