Pintando de colores y alegría la ciudad
Ambicioso proyecto artístico en el sector norte es una reivindicación de la esencia de los barrios. Aquí, los vecinos tienen un rol protagónico. La iniciativa "Pinturas participantes" benefició a los vecinos de las poblaciones Villa Las Condes, René Schneider y Corvallis. Un gran acierto cultural y con un claro impacto social.
La idea a todas luces llama la atención y cambió el rostro de tres poblaciones del sector norte de la ciudad. El pintado de fachadas y murallas con llamativos colores es una apuesta que entrega identidad propia y aporta un nuevo atractivo a estos entornos.
El proyecto de "Pinturas participantes" benefició a los vecinos de las poblaciones Villa Las Condes, René Schneider y la Corvallis, lugares donde la propia comunidad fue partícipe de esta transformación que contó con la asesoría de jóvenes españoles del colectivo Boa Mistura.
Y este cambio salta a la vista. La puesta en marcha de esta iniciativa tuvo como fundamento dar una mirada diferente a estos barrios, desarrollar la identidad y asociatividad y, quizás lo más importante, que los vecinos vean desde otra perspectiva su diario quehacer en comunidad.
A juicio de los beneficiados, los resultados sociales no pueden ser más alentadores. Hay una revalorización del concepto de integración, donde estos antofagastinos perciben un espacio diferente por medio de estas nuevas tonalidades y los vistosos diseños en las fachadas de sus viviendas y murallas colindantes.
Antes sólo predominaba el color ocre de los empinados cerros que rodean a estas poblaciones. Pero todo esto dio paso a una verdadera revolución visual y de sentidos, gracias a la iniciativa impulsada por Creo Antofagasta.
Uno de los grandes logros de este proyecto es que los vecinos deciden los colores y además asumen el compromiso de realizar periódicos operativos para mantener intacta la belleza de las fachadas y preservar el estilo.
"Por mucho tiempo todos caminaban mirando hacia abajo. Ahora todos miran a su alrededor y comentan los diseños que hay", asegura una de las residentes, para quien esta verdadera acuarela en los muros va mucho más allá de una apuesta artística.
Pintar de color el desierto ayuda a dar un sentido de pertenencia y potenciar el rol de los barrios. Esta apuesta urbana permiten mirar el mundo desde otra perspectiva.