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Adriana Schnake, doctora, publicó sus memorias

"La angustia es un estado casi natural"

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-¿Qué tan importante es la niñez en nuestras vidas?

-El niño que hemos sido es básico para el adulto que vamos a ser, en la niñez se plasman muchas de las impresiones que se van a desarrollar después, como el carácter y la personalidad. Las experiencias que tiene el niño en esa época lo orientan a lo que va a ser después, no lo determinan, pero lo orientan fuertemente. El niño que uno ha sido está siempre presente en la medida que uno lo recuerda, nadie puede deshacerse de las vivencias que tuvo cuando niño, como tampoco de las posteriores.


En resumen

-¿Cómo aconsejaría afrontar la angustia y el sufrimiento?

-La angustia es un estado casi natural del ser humano, es una defensa de nuestro organismo. Cuando ocurre una situación peligrosa o catastrófica, respondemos fisiológicamente con angustia: se acelera el corazón, la respiración aumenta, se envía más sangre a los músculos y a veces todo eso se determina como una crisis de pánico, como una enfermedad, y solo es la reacción natural frente a peligros y miedos. Si nuestro organismo no estuviera preparado para enfrentar un peligro no habríamos sobrevivido como especie.

-¿Hace cuánto vive en Manao, Chiloé?

-Compré este campo como en el año 1980 y empecé a venir periódicamente desde esa fecha. Como desde los años 90 ya vivo de manera permanente acá. Santiago nunca me ha dado nostalgia con su esmog y su ambiente tenso; es bonito en algunas partes, cuando viví en Santiago lo hice en lugares llenos de vegetación, alejados del centro como Barnechea. La bahía es muy linda y tranquila, el mar no es violento como en otras partes de Chile, y está la cordillera. Así que tienes mar y cordillera al frente, un paraje bastante idílico.

Adriana Schnake acaba de publicar sus memorias en el libro "Los espacios interiores"

3 preguntas

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Adriana Schnake es médico psiquiatra de la Universidad de Chile y ex profesora titular de Psiquiatría. Es directora del Centro Anchimalén (Chiloé) e iniciadora de la Gestalt en América Latina. A los 87 años de vida, acaba de publicar sus memorias "Los espacios interiores" (Editorial Cuatro Vientos).

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La ley de la selva vista desde el Amazonas

El 15 de septiembre se estrena en todo Chile "El abrazo de la serpiente", una de las revelaciones cinematográficas del año, nominada al Oscar y premiada en Cannes, Rotterdam y Sundance.
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El explorador alemán Theodor Koch-Grünberg murió de malaria en el año 1924 después de estudiar durante décadas a los pueblos aborígenes que habitaban el Amazonas. Sus escritos fueron fundamentales en la difusión y conocimiento de las costumbres y creencias de esas culturas.

En la cinta, Antonio Bolívar es el chamán Karamakate y Brionne Davis es el biólogo Richard Evans.

El director Ciro guerra.


en resumen

Ciro Guerra es un director colombiano que comenzó con los cortometrajes y documentales en 1998. Tiene 34 años y lleva tres películas. La primera fue "La sombra del caminante" (2004).

Por Andrés Nazarala R

Su figura es la inspiración principal de "El abrazo de la serpiente", película del director colombiano Ciro Guerra que aterrizará en salas chilenas el 15 de septiembre tras un exitoso recorrido internacional que ha incluido reconocimientos en festivales como Cannes, Rotterdam y Sundance, además de una nominación al Oscar.

Guerra estuvo esta semana en el Festival Internacional de Cine de Viña del Mar (FICViña) dialogando sobre la película y acercando también a los espectadores a sus dos largometrajes anteriores: "La sombra del caminante" y "Los viajes del viento". Pero es en su última apuesta donde despliega todo su talento, capturando en blanco y negro la belleza del Amazonas y adoptando el misticismo de los pueblos aborígenes.

El centro de su universo es Karamakate, un chamán que es el único sobreviviente de su raza. Su vida apacible se verá interrumpida por la visita de un botánico norteamericano que lo llevará a recuperar sus recuerdos perdidos. Guerra entra en el Amazonas como si retratara un territorio mágico en el que los tiempos se confunden y la realidad se ve transmutada.

Las comparaciones con el Werner Herzog de "Fitzcarraldo" o "Aguirre, la ira de Dios" son atingentes, pero el mismo colombiano se ha desligado de esa asociación por una razón evidente: él no está del lado de los invasores sino que de los habitantes de la tierra.

"La de Herzog es una obra que uno aprender a mirar y a respetar, pero tienen un punto de vista exclusivamente colonialista", dijo recientemente Guerra. "Es una historia contada desde un solo lado. Nosotros queríamos contar la historia desde el otro, es decir, hacer un contraplano. En las películas de Herzog los personajes indígenas están siempre al fondo, no tienen mayor presencia, son vistos como seres primitivos. Sí teníamos ese referente, pero quisimos ofrecer el otro punto de vista".

Ese respeto por la cultura y la tierra llevó al equipo a buscar la aceptación de la naturaleza. "Estábamos corriendo un riesgo muy grande. Si la naturaleza no quiere cooperar, un rodaje naufraga en minutos. Fuimos a donde varios habitantes del lugar y ellos nos indicaron la manera de comportarnos con la naturaleza para que ella estuviera al servicio del rodaje de la película. Yo siento que la selva es una gran caja de resonancia de las energías. Cuando uno entra en ella de manera honesta, las cosas se dan", explicó Guerra.

"El abrazo de la serpiente" es fascinante. Una de esas grandes revelaciones que nos entrega el cine de tanto en tanto.

BUFFALO FILMS