Escándalos y promesas sin cumplir explican apatía por votar
ELECCIONES. Diputados estiman que los niveles de abstención en las municipales del próximo mes podrían ser superiores a los registrados en 2012.
A sólo 50 días de las elecciones municipales, entre los antofagastinos aún existe gran desconocimiento y falta de interés en el proceso.
Según el "Barómetro de Antofagasta", desarrollado por el Instituto de Políticas Públicas de la UCN, el 49% de los habitantes de la ciudad no participará en las votaciones, dato que encuentra asidero en la calle, donde una mayoría de las personas consultadas manifestó indiferencia.
Rodrigo López, trabajador del Puerto de Mejillones, confirma las cifras diciendo que "a mí no me interesa votar ni conozco a los candidatos que postulan al municipio, en general estoy defraudado por la sinvergüenzura que vemos todos los días en la televisión".
El trabajador agregó que "encontrarle algo positivo en este momento a la política, es difícil" y, por ende, no le interesa ir a votar en octubre.
Expertos coinciden en que las elecciones municipales tendrán una baja participación debido a que ya no existe obligación legal de sufragar, pero también por los serios cuestionamientos que enfrenta la clase política debido a los casos de corrupción y financiamiento irregular de las campañas.
Una primera señal de alerta se produjo durante las primarias de junio pasado, donde a nivel nacional apenas el 5% de los electores habilitados participó, y en ciudades como Antofagasta incluso se llegó a niveles del 2%.
Datos del Servicio Electoral (Servel) indican que sólo en esta comuna podrán participar en el proceso 259.877 votantes, lo que representa un leve aumento en relación a 2012.
Niveles
El diputado Marcos Espinosa (PRSD) estima que no hay razones para pensar que en esta elección participará más gente de la que lo hizo en 2012 (un tercio del padrón total), asunto que considera muy negativo.
Según el parlamentario, la baja es claramente un efecto del voto voluntario, pero también tiene que ver con una falta de conocimiento respecto a las consecuencias de no ejercer este deber ciudadano.
"Hay un cuestionamiento (a la política) que recogen los movimientos ciudadanos, pero se debe entender que se necesita un correlato entre esa crítica y la participación activa en las elecciones. De lo contrario, no sirve", argumentó.
La diputada Marcela Hernando (PRSD), también es pesimista y apuesta a una participación inferior al 30%.
La exalcaldesa explica que en las elecciones de 2012 (donde ella perdió el sillón edilicio), ya se notó una bajísima participación ciudadana, y en ese momento "no habían tantos cuestionamientos a la política como existen hoy en día".
Según Hernando, fenómenos como éstos (alta abstención) llevan a preguntarse si conviene replicar a nivel de alcaldes lo que se está haciendo en el proyecto que establece la elección de los intendentes.
Allí, se está discutiendo imponer un quórum mínimo del 40% o 50% para la elección (si no se alcanza, habría segunda vuelta), medida que, en principio, replicaría en las municipales.
"Mientras exista voto voluntario, yo estaría de acuerdo con hacerlo", argumenta.
Sin embargo, así como existen antofagastinos poco interesados en el proceso, hay otros que están decididos a participar en las votaciones.
La estudiante de enfermería, Camila Borne, dijo que todos deberían participar en estos procesos, asegurando que incluso votar nulo es mejor que mantenerse al margen.
Por su parte, el profesor de historia, Nelson Bastías, manifestó que el país debe recuperar sus espacios tradicionales para "hacer política".
Agrega que sólo de esa manera se puede superar el sentimiento de decepción que existe y que aleja a las personas de los procesos electorales.
Cabe precisar que según el Barómetro, el 25% de los Antofagasta no ha votado nunca, pese a poder hacerlo.
"El principal llamado que hacemos desde la Nueva Mayoría es a participar, porque en la medida que haya participación habrá legitimidad".
Marcos Espinosa,, diputado radical"
Factores de la crisis política
Promesas que no dejaron conforme a la ciudadanía como la reforma tributaria, laboral y la educación gratuita. Escándalos por financiamiento irregular de candidatos ligados a la Nueva Mayoría y Chile Vamos. También influyen situaciones como las que involucran al hijo de la Presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos. Las encuestas demuestran una desaprobación histórica. En la Adimark de agosto, la Mandataria marcó 19% de aprobación, a diferencia de marzo de 2014, cuando tenía 55%.