Predicciones distópicas
De la trilogía clásica de novelas distópicas del siglo XX, -Un mundo feliz, Farenheit 451 y 1984-, es esta última, probablemente, la que quedó grabada con mayor profundidad en el inconsciente colectivo de occidente, pues incluso nos ha dejado acuñado los términos "orwelliano" y "gran hermano" para hablar de organizaciones, Estados o gobiernos totalitarios y represores. En su novela publicada en 1949 George Orwell, el escritor y periodista británico de origen indio, nos habla del futuro cercano de un mundo que se recupera de dos guerras mundiales para entrar en una violenta Guerra Fría, demostrándonos que le esperaría a un nuevo orden mundial en donde vencieran los totalitarismos, la sobre-ideologización y su propaganda disuasiva.
1984 es una verdadera novela de tesis, en donde el autor describe los hechos y pone las acciones al servicio de este mundo devastado que permanece en crisis bajo decisiones estratégicas de sus gobernantes. El relato transcurre en un Londres en ruinas, contaminado y empobrecido, situado en la Franja Aérea n°1, que en conjunto con otras naciones conforman el continente de Oceanía. La repartición del mundo ha variado drásticamente y el pasado es cuidadosamente reescrito para hacerlo coincidir con los sucesos manipulados del presente. El protagonista, Winston Smith, es uno de los encargados de ese trabajo de reescritura que realiza el Ministerio de la Verdad y por el hecho de ser funcionario del partido único es vigilado de manera permanente a través de "telepantallas" y del propio Gran Hermano que opera como un ojo panóptico ubicuo, o como un mero ícono propagandístico que coarta con su imagen. Smith se enamora de Julia, quien a su vez trabaja para el Departamento de novela, creando material de entretención y distracción para los "proles", quienes no son vigilados pues no son considerados peligrosos. Ambos creen unirse a un grupo de resistencia conocido como la Hermandad, cuyo líder, Goldstein, influye a través de un texto clave que llaman "el libro". Este aún no ha reducido sus palabras, ni ha sido escrito en el nuevo lenguaje o "neolengua", otra forma de dominación, pues incluso el léxico ha sido intervenido en este nuevo orden para dejar morir de inanición al pensamiento.
María Constanza Castro M.
Académica Escuela
de Periodismo UCN
Máster en Literatura.