La presencia de independientes en la nómina de candidatos a las elecciones municipales sigue al alza en la comuna de Antofagasta.
A nivel de concejales ya está confirmada la participación de 48 candidatos que no registran afiliación a partidos políticos, lo que representa más de la mitad de todos los postulantes inscritos para tales cargos (97).
En la elección de alcalde el fenómeno se acentúa. De ocho postulantes inscritos sólo dos tienen militancia en partidos (Manuel Rojas en la UDI y Andrea Merino en el PS), todos los demás son independientes.
Conviene precisar, eso sí, que pese a la creciente cantidad de candidatos ajenos a los partidos, la mayoría sigue optando por competir patrocinado por éstos.
De los seis independientes que van a la alcaldía, sólo tres competirán sin apoyo de conglomerados, y en concejales apenas una postulante (de los 48 independientes) optó por no integrarse a alguno de los pactos conformados en la comuna. Ella, por supuesto, verá seriamente afectadas sus posibilidades de elección al no sumar votos con ningún compañero de lista.
Análisis
La relación entre los independientes y los partidos es tema de debate para analistas.
El doctor en Ciencias Políticas, Cristian Zamorano, dijo que hoy entre ambos existe una relación inspirada casi exclusivamente en la búsqueda de resultados.
Zamorano explicó que los partidos integran a los independientes a sus listas porque aportan una votación que de otra manera no captarían, y los independientes, a su vez, aceptan el trato para beneficiarse de la "orgánica de los partidos".
"Es finalmente una relación ganar-ganar, que les conviene a ambos", asegura.
Esta relación, añade Zamorano, se hace más necesaria por el sistema electoral vigente, que en el caso de los concejales, mantiene como principal criterio de elegibilidad los votos que suma la lista.
Así, un concejal que no se integra a un pacto, termina compitiendo en solitario contra grupos de candidatos y, por lo general, pierde.
"La lógica aritmética del sistema electoral (para concejales) favorece las candidaturas partidistas, no es caso de los alcaldes, porque ahí la elección es unipersonal a una sola vuelta", manifestó el académico.
Según Zamorano, la pregunta que quedará después de las municipales es qué porcentaje de los votos que logren los pactos será de los partidos. Esto, teniendo en cuenta que las elecciones de concejales suelen ser el parámetro para medir poderíos electorales.
Relación
El director del Instituto de Políticas Públicas de la UCN, Cristian Rodríguez, dijo que la incorporación de independientes a las listas tiene un lado positivo y otro negativo.
Lo positivo, aseguró, es que demuestra que existe gente ajena a los partidos que se interesa en el ejercicio público, asunto que contradice la comentada "apatía ciudadana" hacia estos temas.
"Eso habla que tenemos una sociedad que quiere participar, no sólo votando, sino también como tomadores de decisiones", comentó.
Lo negativo para Rodríguez radica en la relación "instrumental" que se está dando entre independientes y partidos, donde los partidos muchas veces sólo son un camino para evitar el proceso administrativo de la inscripción.
Aquello conduce a que los candidatos electos finalmente muestren un bajo interés por participar de manera permanente en las instituciones políticas, afectando en última instancia la gobernabilidad.
"Esos candidatos podrían terminar actuando en base a decisiones personales y no discutidas en un espacio político", afirmó el exintendente.
Rodríguez defiende el rol de los partidos como plataformas de vinculación entre un gobierno y la sociedad. Por ende, califica aquella desafección como algo "inquietante".
En opinión del analista, el desafío que deberán asumir los partidos tras la elección será establecer relaciones permanentes y sinceras con sus candidatos independientes.