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Sociedad de Amigos del País

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Agosto es el mes "o'higginiano", en que la figura de don Bernardo alcanza el relieve decisivo; no solo se llena con la luz de su nacimiento, sino que, durante los días que le forman, realiza, de Presidente ya, obras que le vuelven efigie de inmarchitable presencia.

Por esos días de 1818, O'Higgins reunió a los más señeros varones de Santiago para que fundasen, al amparo de su austeridad, una Sociedad de Amigos del País, curiosa y fértil organización que propendería, de modo dinámico, a "promover todas las actividades encaminadas a dar vida a la agricultura, comercio, minería e industria nacionales".

Esta Sociedad si bien no duró lo que debió durar -pues pudo ser como la permanente logia patria que nos hubiera exigido el civismo- dejó el resplandor de su ejemplo, la palanca de su impulso. Esta Sociedad era el espejo donde reflejarían los hombres de 1818 su verdadera entraña nacional.

O'Higgins comprendió que a la patria naciente convenía una especie de tribunal, donde las llamas del buen juicio iluminaran las actitudes y los pensamientos iniciales de la República. Esta idea es preclara. Y necesaria. Preclara, porque despertó en los patriotas un sentimiento de obligatoriedad ciudadana; necesaria, porque al tumulto de la guerra cuadraba, en seguida, saludablemente, el aquietamiento hacedor.

En la finalidad de este agrupamiento de voluntades limpias, en la ley directriz de sus postulados, latía la ternura de la patria; y era por la patria que se unían el corazón y la mano de entonces: para ensancharla, para desbrozarle el camino, para henchirla y para establecerla en tradición de puridad y prioridad.

En el anhelo de trazar la más alta y diáfana tradición nacional, la de situar a Chile por encima de cualquier interés personal, vibró el mayor gesto patrio: Bernardo O'Higgins quiso que Chile poseyera en todos sus hijos la conciencia de ser el país, la primera preocupación y la primera exigencia moral.

¡Qué bien nos hubiera hecho la continuidad de esta línea cívica!.

Andrés Sabella

Yael Unger y su nueva vida: de la televisión a maestra del método Isha

SEMINARIO. La actriz que marcó toda una época en el mundo de las teleseries, visitará Antofagasta para enseñar los principios de su sistema.
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Patricio Vega Contreras

Año 1981, todo un país se paralizaba a contar de las 19.15 horas para ver "La Madrastra". La teleserie de Canal 13 revolucionó la televisión nacional y el papel protagónico de Yael Unger quedó marcado a fuego en la memoria colectiva de millones de chilenos.

Han pasado los años y la actriz mantiene intacta su amplia sonrisa y un acento especial, quizás por haber nacido y vivido en Uruguay. Salvo algunas esporádicas apariciones, está alejada del mundo de la televisión.

Y su camino va por un lado totalmente diferente a las luces del espectáculo. Hace 14 años decidió dar una vuelta de tuerca a su vida y luego convertirse en maestra del Sistema Isha, un proceso de autoconocimiento y expansión de la conciencia que busca la felicidad.

Su nombre siempre despierta curiosidad y su pasado y presente están ahí, como una página abierta para todos.

TELEseries

Usted hizo historia con la telenovela "La Madrastra" y recibió una serie de premios a lo largo de su carrera, ¿cómo ve ahora el mundo de la televisión?

-Siempre es agradable ver buenas actuaciones, y en las producciones nacionales podemos disfrutar de excelentes actores nacionales. Lo que sí pienso que los canales podrían revisar, son los contenidos. La televisión es una herramienta poderosísima, y siempre se pueden entregar valores a través de ella. Más contenido y profundidad no implica bajar el rating, tal vez sea lo contrario. Sería bueno probar, ¿no es cierto?

¿Se siente la última musa del escritor Arturo Moya Grau?

- Bueno, en realidad, sí. Fue muy lindo actuar en sus telenovelas y me siento muy honrada de que él me haya elegido para protagonizar muchas de ellas. Siempre lo admiré y además teníamos una hermosa amistad, nos queríamos mucho. El era una gran persona, muy humano y transparente, de un enorme corazón.

¿Cuál es su opinión de los realities?

-Sabes que no me he dado el tiempo de verlos, en todo caso pienso que el mejor reality es la vida misma, ¿o no?

¿Volvería a la televisión o ya es una etapa terminada?

-Fue muy lindo actuar tanto en TV como en teatro, ya que fue lo que siempre quise hacer: actuar. ¡Y lo hice durante 30 años! Pero es una etapa terminada para mí.

Antofagasta

Yael Unger reconoce que ser maestra Isha transformó su vida y recorre el país pregonando este cambio y ayudando a nuevas personas para ser feliz.

La próxima semana visitará Antofagasta y dictará (sábado 27) un seminario en el salón de eventos de El Mercurio de Antofagasta, donde promete varias sorpresas.

¿Cuál es su religión?

-El amor.

¿Y cómo aparece el Sistema Isha en su vida?

-Andaba en una búsqueda, ya que sentía un gran vacío en mi corazón, a pesar de que lo tenía todo, todo lo que uno cree que da la felicidad. Y mi vida ha sido linda, hermosa, pero en el fondo me sentía triste, porque en realidad no me amaba. Era súper insegura (no se notaba, ¿cierto?) como actriz y como mujer. ¡Y mi corazón comenzó a llamarme muy fuertemente! Comenzó esta búsqueda, practiqué varias técnicas, mucha lectura espiritual, pero nada me daba una experiencia permanente de paz. Hasta que encontré este Sistema. Me encantó lo que comencé a experimentar, y podría haber seguido con mi vida, pero personalmente decidí convertirme en maestra y dedicarme totalmente a elevar mi conciencia y enseñar y apoyar a las personas que aprenden. Por supuesto que fue una opción muy personal, ¡todo mejora!

¿Cuál es el fundamento Isha y en qué está basado?

- En que somos perfectos exactamente como somos, en que somos puro amor, sólo que tenemos que irnos liberando de todo el estrés que está separándonos de ese amor que somos. Y eso es lo que hace el Sistema. Es práctico y mecánico, es experiencial, no hay creencias ni teorías. A medida que practicas automáticamente vas liberando el estrés acumulado en tu vida, y comienzas a vivir en tu corazón y a amarte. Dejas de abandonarte y todo comienza a cambiar: descansas profundamente, eres más efectivo y enfocado en el trabajo, mejoran tus relaciones personales, ¡te despiertas feliz porque sí, porque estás vivo!

¿Es una respuesta al individualismo de la actualidad?

-Es una herramienta que remueve el estrés profundamente y que te ayuda a vivir en este mundo moderno, agitado, vertiginoso, pero pudiendo hacerlo desde un lugar de tranquilidad y paz.

Cuando comienzas a practicar y te comienzas a amar, el individualismo desaparece, porque ese amor es el que vas compartiendo y dando a todos los que te rodean, ya que lo tienes ahora dentro de ti.

"no es una moda"

¿Hacia qué personas está dirigido?

-A todas las personas, sin importar edad, ni credo, ni raza, ni tendencia de ningún tipo. Es para todos los seres humanos, para poder experimentar lo que somos verdaderamente: paz, amor, dicha, plenitud, belleza.

Algunos aseguran que estos métodos son modas, ¿qué opina de ello?

-Hace ya 14 años que estoy en esto, creciendo yo como persona, viendo cómo las personas que aprenden en el seminario crecen, mejoran sus vidas, toman decisiones certeras, se aman, son mejores personas. Y es una práctica muy fácil de llevar a cabo. ¡Ojalá amarse estuviera de moda permanentemente!

Usted en una semana vendrá a Antofagasta a dictar un seminario, ¿en qué consiste este encuentro?

-Enseñaré estas herramientas a las personas que quieran aprender, que quieran conectarse con su corazón y quieran llevar esto a sus vidas cotidianas, disfrutando de cada momento, tanto en su trabajo, en sus relaciones, como consigo mismas por supuesto.

Lo haré con mucho amor, porque sé que son herramientas valiosísimas, sé que es lo que todos andamos buscando: paz, felicidad, amor, plenitud.

Yo, como representante en Chile de la Fundación de Isha Judd Educando para la Paz, que realiza una enorme labor social enseñando en cárceles, hogares de menores, discapacitados, enfermos terminales, etc., daré esta vez un Seminario Social en la Teletón, tal como lo hice la última vez que estuve en Antofagasta. Será para los padres y los niños que se tratan allí.

Hace cinco años ya tuvo una experiencia en la ciudad, ¿qué notó de los antofagastinos?

-He estado en tres oportunidades enseñando en Antofagasta, y lo que he notado ha sido una gran sed de conciencia, de encuentro consigo mismos. Siempre los Seminarios Isha (www.isha.com) han tenido una gran respuesta aquí, y debe ser porque, como me decía una antofagastina: "Esta tierra que entrega tantas riquezas, necesita mucho amor".

"La televisión es una herramienta poderosísima, y siempre se puede entregar valores a través de ella"."