El 48,7% de los trabajadores de la minería están en la Segunda Región, lo que equivale a 68.236 profesionales, técnicos y operarios. Esto demuestra una vez más -que para bien o mal- el destino productivo de la zona está unido a la explotación minera, sobre todo de cobre.
El Estudio Fuerza Laboral de la Gran Minería Chile 2015-2024, elaborado por el Consejo Minero, entregó datos relevantes sobre la industria, pero también los nuevos desafíos que enfrenta post caída del cobre, que dicen relación con las competencias deberán tener sus trabajadores.
En primer lugar aparece en este análisis el nuevo perfil del minero en cuanto a sus capacidades. Esto queda reflejado en que la mayor demanda de trabajadores estará en mantenedores mecánicos (6.300 plazas), operadores de equipos fijos (3 mil) y operadores de equipos móviles (2 mil). Sin embargo, las matrículas en las carreras técnicas siguen bajando, no así de las carreras del área exploración, extracción y gestión, cuyos profesionales no están siendo requeridos en forma prioritaria por las grandes empresas mineras.
Como ejemplo, en estos momentos, 234 geólogos están en proceso de formación en planteles superiores de Antofagasta, pero la industria sólo requerirá a lo menos 40 en los próximos años, debido a las características de producción que tienen en la actualidad los yacimientos.
El presidente del directorio de Codelco dio algunas luces sobre esta contradicción, por lo que advierte del cambio radical que deberá tener la educación profesional y técnica en los próximos años, para adaptarse a los nuevos requerimientos, como lo hicieron en su momento países como Canadá, Corea, Japón y Australia.
El alto ejecutivo explica que estos cambios tienen que ver con "menos títulos, más formación técnica, formación cultural amplia y postgrados. Además de menos fetichismos, eso de que todos tienen que ser ingenieros, abogados o médicos". En definitiva, un cambio cultural que significa adaptarse a las nuevas condiciones del mercado laboral de la minería.