Recientemente ha sido conocido que el Servicio de Vivienda y Urbanismo entregará 100 subsidios a familias de nuestra región, una cifra ínfima dentro del paquete de 25 mil que serán asignados en el país, como parte de un paquete de medidas que buscan la recuperación económica.
El modelo de subsidio ha sido muy positivo en Chile. Así tenemos que en pocas décadas los campamentos se han reducido, en conjunto con el hacinamiento, entregando entonces dignidad a la población más desposeída. No obstante, en Antofagasta la vivienda social vive un enorme problema y en particular en la capital regional, que, además, sufre con el incremento en el número de campamentos, merced al arribo de inmigrantes desde otras regiones y desde países vecinos. La noticia, no fue bien recibida por algunos sectores, pues según la última encuesta Casen, Antofagasta tiene un déficit de 22.365 viviendas.
El bajo número de subsidios asignados a nuestra Región de Antofagasta tiene explicaciones distintas, dependiendo de quién sea el aludido.
El seremi del Minvu, Mauricio Zamorano, por ejemplo, sostuvo que este llamado a empresas constructoras y entidades patrocinantes no tuvo interés en el sector empresarial, ya que el costo de los terrenos que tenían eran muy altos y llevar adelante proyectos sociales no era rentable.
En la otra vereda, Thomas Müller, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Delegación Antofagasta, dijo que en efecto, ello es efectivo considerando los elevados costos que tienen los terrenos especialmente en la capital regional.
"El Serviu y el Minvu están concentrados sólo en los proyectos de Alto La Chimba, lo que fue posible con el apoyo de BB.NN. Eso mismo podría hacerse con los privados en otros sectores", explicó el ejecutivo.
Con todo, pierde la ciudad y la región que siguen sufriendo con la falta de viviendas en una zona efectivamente más cara que el resto del país.
Más allá de las explicaciones es urgente avanzar en las soluciones que deben consensuarse para seguir avanzando en los estándares de calidad de vida que merece nuestra tierra.