EN RESUMEN
-¿Cómo nació "Ni tan Santos", esta última colaboración con Alberto Montt?
-Los 60 personajes de este libro/set de postales, son producto de 12 horas de trabajo en el departamento de Alberto con agüitas de hierbas, galletas con leche, alguna cerveza, música latina y materiales para la ocasión. Cada uno empezó, al mismo tiempo, lo que hizo el otro con alguna línea; luego fuimos dejando estos dibujos por toda la mesa y cada uno agarró el que le parecía, aportando algo hasta que, tras un conciliábulo, o 15 segundos sin agregar ni un punto, lo dábamos por terminado. Los nombres fue el ejercicio final, los bautizamos en el proceso.
"Ni tan Santos" (Hueders) es la tercera colaboración de los dibujantes Francisco Javier Olea y Alberto Montt y la primera que es libro/postal. En el santoral hay diablos que son ángeles, ángeles que son diablos y santos ni tan santos, como Santa Mokito Nosuda, patrona de la sinusitis, San Apologio de Scuzi, patrono de los que nunca son, y San Vladimiro Soto, patrono de los que tienen nombres y apellidos que no pegan.
-¿Cómo te preparas para dibujar?
-Dibujar es una necesidad constante. Lees el diario, ves las noticias, te cuentan algo que te remueve y te dan ganas de dibujarlo, interpretarlo, buscarle una lectura gráfica. El dibujo me permite hablar desde distintos personajes, crear desde lo más básico. Más que una inspiración divina o una musa eficiente, que está ahí en lo cotidiano, es ir al gimnasio y ejercitar un músculo que muchas veces no tiene que ver con el dibujo, sino con la capacidad de reflexión. Es una obsesión encauzada que pasa a ser un medio, una forma de expresión. Si la inspiración no está en tu propia historia es cosa de buscarla en la del de al lado.
-¿Cómo te aproximas al retrato?
-Siempre he rayado con los rostros y me parece alucinante cómo se configuran. Pocos elementos combinados y dispuestos con pequeñas alteraciones logran personajes únicos. Más complejo es dar con el espíritu de los retratados y eso se logra mirando muchas fotos y ángulos, hasta que compruebas que hay algo en la mirada, en la sonrisa, en la forma de agachar la cabeza, algún rictus que es propio de cada uno. Cuando das con eso hay un "clic místico", algo medio incomprensible que te dice "ahí está el personaje", y ya no hay nada más que hacer.
Olea aseguró que "ni tan santos" es producto de 12 horas de trabajo junto a alberto Montt.
3 PREGUNTAS
sergio lopez