En un patrullaje preventivo por la calle Huamachuco, carabineros de la Subcomisaría Antofagasta Norte sorprendió circulando un automóvil Hyundai modelo I10 que había sido encargado por robo, por la Central de Comunicaciones.

Los funcionarios hicieron señales de detención, pero el conductor hizo caso omiso, acelerando y dándose a la fuga a gran velocidad, perdiéndose entre los pasajes.

Diez minutos después en Juan Bolívar con pasaje Solón Salas, el vehículo protagonizó una colisión con un camión.

El auto circulaba a gran velocidad. El chofer, identificado como J.A.G.V. de 25 años, resultó con una fractura de húmero izquierdo, quedando detenido por el delito de receptación.

El automóvil que resultó con daños de consideración, fue devuelto a su propietario quien había denunciado el robo del mismo sólo horas antes en la Subcomisaría Norte.

Redacción

"Ha pasado casi un año y nos decepciona que la justicia no nos dé una respuesta. Cómo es posible que no haya una solución, es algo difícil de entender", confidenció Alejandro Mori, hermano de Sergio, el taxista que el 3 de agosto del año pasado, fue encontrado muerto al interior del maletero del auto que manejaba.

El dramático hallazgo se realizó en el costado norte del balneario "El Trocadero". El cuerpo del taxista Sergio Mori Olcay (33) presentaba lesiones mortales en la cabeza y otras lesiones menores de autodefensa.

El asesinato del conductor, que hacía servicios hacia el aeropuerto tiene que haber ocurrido pasadas las dos de la madrugada. Su familia sostuvo que quince minutos antes recibió un llamado. Al salir de su casa dijo que regresaría pronto. Esa madrugada (lunes 3 de agosto) fue la última vez que lo vieron.

Su familia quedó devastada, y siempre han tenido la sensación que se trató de un crimen por encargo. Alejandro, su hermano, quien ha tenido que tener gran fortaleza para poder contener a la familia, y en especial a su madre, dijo que al cumplirse un año de la brutal muerte de Sergio, siguen esperando que la justicia encuentre a los culpables.

También mostró su inquietud porque con sus sobrinas que actualmente tienen 7 y 11 años, hijas de Sergio, no han podido tener ningún contacto.

"Al poco tiempo del crimen, la pareja que tenía mi hermano se fue con las niñas a Iquique. Intentamos ubicarlas y se cambiaban de domicilio. Ahora ya no están allá, y continuamos la búsqueda", comentó afectado.

Además del dolor por la trágica muerte de su hermano, deben lidiar con la desaparición de las pequeñas.

Consultado respecto del curso de la investigación, el fiscal regional Alberto Ayala dijo que en su momento sostuvo una reunión con los fiscales Ana María Escobar, Juan Castro y la Brigada de Homicidios.

"Se trata de un caso complejo que escapa del común modus operandi. Estamos trabajando en una línea investigativa que guarda relación con las personas más cercanas de la víctima", explicó.

Misa

Ayala agregó que como Ministerio Público tienen que agotar todos los medios posibles para esclarecer los casos y darles tranquilidad a las familias.

Al cumplirse un año del crimen, el sábado 6 de agosto, a las 20 horas, su familia realizará una misa en el lugar donde fue encontrado Sergio.

Amigos y vecinos del taxista se reunirán para recordarlo y hacer fuerzas porque el caso no quede en el olvido.

"Será porque somos una familia de clase media que todavía no tenemos una respuesta. El fiscal nos dijo que el caso seguirá abierto, y por eso sólo nos queda esperar para que se haga justicia", acotó el hermano del taxista asesinado.

Una confusa situación se produjo cerca de la medianoche de ayer en el edificio Icono, ubicado en Uribe esquina Washington, luego que varias patrullas de Carabineros llegaran al lugar en la búsqueda de unos sujetos que estaban evadiendo la acción policial. Algunos residentes dieron a conocer el operativo en las redes sociales.

PDI ubicó a ladrón rastreando celular que estaba en una cartera

Oficiales de la Brigada de Robos de la PDI detuvieron a E.J.O.P. (50), luego que recibieran la denuncia de una mujer, que sufrió el robo de su cartera desde el interior de un automóvil. La víctima tenía allí su teléfono celular, que pudo ser rastreado por la policía, y permitió dar con el paradero de las especies sustraídas y el autor del ilícito.

A una pena de 7 años y 184 días de presidio mayor en su grado mínimo, que deberá cumplir de forma efectiva, fue condenado Carlos Orellana Miranda, quien sustrajo perfumes, un control remoto y una calculadora en el balneario 'Hornito'.

El Tribunal Oral de Antofagasta dictó la sentencia, tras encontrarlo culpable de un delito de robo con fuerza en lugar destinado a la habitación.

Los hechos por los que acusó el fiscal David Cortés dan cuenta que el 5 de febrero pasado, a las 17.40 horas, el imputado se dirigió hasta el sector de las cabañas de 'Hornito', e ingresó a un domicilio forzando la puerta, pateándola y logrando desmontarla de su base y hacer saltar las bisagras las que resultaron destruidas.

Una vez en el interior sustrajo unos perfumes, un control remoto y una calculadora.

El imputado renunció a su derecho a guardar silencio y dijo que efectivamente entró a esa cabaña, pero que no forzó ninguna cerradura ya que sólo necesitó empujar la puerta y esta cedió y que llevaba viviendo varios días en el lugar.

La dueña de casa dijo que no se trata de una cabaña de veraneo, sino es una casa de descanso la que su grupo familiar visita todas las semanas. Agregó que en este caso el acceso al inmueble se realizó merced a la fractura de la puerta principal de acceso.

Un testigo que vio el ingreso del antisocial dijo que este dio varias patadas a la puerta hasta que se desprendió de su soporte metálico, y que una vez derribada ingresó a la casa. Minutos después vio pasar una patrulla de Carabineros, los hizo parar y les narró lo que había visto.

El tribunal, luego de apreciar la prueba aportada por el fiscal acusador, dio por acreditado el delito de robo con fuerza en lugar habitado.