José Luis Ramírez M.
Tras la aprobación de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de Chaqueta Blanca, se anticipaba un rápido inicio de las obras, pero no ha sido así.
A tres meses de aquel hito, la empresa Santa Marta aún tramita los permisos sectoriales necesarios para la operación del relleno sanitario, y en el terreno, ubicado en el kilómetro 6 de la Ruta 26 (Salar del Carmen), sólo se avanza con trabajos preliminares.
Rodolfo Bernstein, gerente general de la concesionaria, explicó que los permisos, nueve en total, ya fueron solicitados a los ministerios correspondientes y que actualmente se realizan gestiones para obtenerlos lo antes posible.
"Lo que pasa es que el otorgamiento es bien analítico. Una vez que la RCA es aprobada, los permisos sectoriales también lo son, pero hace falta un trámite complementario que toma un tiempo", indicó.
Ayer Bernstein estaba en Antofagasta sosteniendo reuniones con los seremis responsables, pues la meta es contar con las primeras autorizaciones la próxima semana.
Seremi
En total son nueve los permisos sectoriales que requiere el proyecto del relleno sanitario.
Seis de ellos son entregados por la Seremi de Salud, dos corresponden a la Dirección General de Aguas y el último debe ser entregado por la Seremi de Agricultura.
Tal como señala el gerente de Santa Marta, su otorgamiento por parte de los servicios públicos no está en duda, por cuanto el cumplimiento de los requisitos se evalúa junto a la declaración de impacto ambiental. Sin embargo, existe un procedimiento posterior de revalidación de antecedentes que es necesario cumplir y que ha demorado.
De momento se trabaja en el despeje del terreno, instalación de faenas y la construcción de los caminos internos.
Además se coordina con la Municipalidad de Antofagasta la entrega de un permiso de obras provisorio que permita iniciar las faenas de construcción del relleno sanitario.
Este último trámite también se ha dilatado más de lo pensado, debido a la necesidad de cumplir ciertos requisitos formales, como la presentación del proyecto definitivo, que debe incluir los cambios que se introdujeron durante la evaluación ambiental.
"Con el permiso preliminar, que esperamos tener en estos días, ya nos dedicamos de frentón a la obra", afirmó el gerente de Santa Marta.
Como es lógico, la demora en el inicio del proyecto tendrá un efecto en sus plazos de puesta en operaciones.
El propio Bernstein explicó que desde el momento en que obtengan las autorizaciones, hay que contar 136 días de construcción (plazo establecido en el contrato), lo que significa que Chaqueta Blanca entraría en operaciones, en el mejor de los casos, en diciembre.
Hay que precisar que además resta que Vialidad y Autopistas de Antofagasta aprueben el proyecto de enlace con la Ruta 26, que tiene "observaciones", y que Transportes resuelva si modificará el decreto que prohíbe la bajada de camiones por Salar del Carmen. Ambos temas son cruciales para la fase de operación.
20 años es la vida útil que
se proyecta para Chaqueta Blanca. El relleno sanitario operará bajo concesión.