Los resultados entregados por la Agencia de Calidad de la Educación revelan una preocupante baja de puntaje en la prueba de Comprensión de Lectura del último Simce, aplicada en 2015 a los estudiantes de segundo medio y octavo básico. Éstos obtuvieron 247 puntos, 5 menos que la medición anterior. Y si se consideran los resultados de los últimos doce años, la disminución es de 6 puntos a nivel nacional.
Llama la atención la baja de comprensión que tuvieron los hombres de segundo medio, sobre todo aquellos del grupo socioeconómico más alto. En los últimos cinco años éstos descendieron 37 puntos, ubicándose por primera vez por debajo de las mujeres del grupo socioeconómico medio alto y casi equiparándose con las de estratos medios, algo poco usual.
Una de las hipótesis es que la tecnología podría influir negativamente en las habilidades lectoras de ese grupo, que tiene mayor acceso a los nuevos dispositivos. Si bien las tecnologías desarrollan la capacidad de buscar información y comunicarse, dejan de lado otras que son propias de la lectura, como inferir, interpretar y argumentar. Y es que el saber leer bien, que es saber interpretar y entender lo que se lee, es vital para tareas tan cotidianas.
Es curioso, pero no es que se lea menos, sino que de otra forma. Por otro lado, la "ley del mínimo esfuerzo" los lleva a estos resultados. Es cierto, el analfabetismo, entendido como la imposibilidad de leer y escribir, va en retirada. Pero también hay un analfabetismo funcional, que se refiere a la falta de comprensión lectora.
Frente al avance de la televisión y de los juegos por Internet, que atraen con su colorido, movimiento y temática, es poco lo que se puede hacer. La deficiente lectura y conversaciones pueden reducir las posibilidades de nuestros estudiantes, limitando su vocabulario. En esto es capital el trabajo e incentivo que hagan los docentes.
Si bien la iniciativa de estimular la lectura la toman los colegios, la familia debe ayudar. Los padres que no leen, difícilmente lograrán interesar a sus hijos en los libros, u otras plataformas, que pueden cambiar positivamente la vida.