José Luis Ramírez M.
"Tenemos que investigar todo", advierte enfático el presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch Urra.
Este profesor de educación básica y abogado, que asistió a la celebración de los 50 años de la Corte de Apelaciones, está consciente que la sociedad chilena ha cambiado y en ese contexto, exige más a sus instituciones.
Dolmestch advierte, sin embargo, que no todos los casos que han convulsionado a los chilenos derivará en sanciones concretas, ya que el ordenamiento legal -que claramente se debe actualizar- no lo permite. Pero la ausencia de norma no impide "aclarar los hechos", y hacia allá hay que avanzar como meta fundamental, afirma el ministro.
Credibilidad
¿Cuáles son los desafíos del Poder Judicial, considerando el clima que existe en el país y las nuevas exigencias de la comunidad?
-Tenemos desafíos enormes que dicen relación con la credibilidad y con la confianza recíproca entre los chilenos, que se ha perdido porque han surgido una serie de situaciones, donde nosotros nos hemos encontrado con dificultades, como lo que nos ocurrió con la causa de las farmacias (colusión), en que se investigan una serie de actos que a nadie le cabe duda que son conductas delictuales, y al momento de fallar nos encontramos con que no hay ley (...) no tenemos norma, no tenemos pena y fueron absueltas las personas.
Eso la gente no lo entiende y muchos no lo creen. Entonces ese es un gran desafío, y como ese podrían surgir a raíz de este problema del financiamiento de la política algunas conductas que tampoco están tipificas y más de algunas también que podrían haber sido hechas sabiendo que no iba a haber norma.
¿Y cuál es el desafío ahí?
-Decirle a la gente cuál es nuestra verdad y por qué ha pasado esto. Lo que a nosotros nos corresponde es investigar todo. Si al final, si al momento de la acusación, llegamos a la conclusión o la fiscalía llega a la conclusión de que no hay delito, se le explicará a la gente, pero (la gente debe saber) que se averiguó, y que exista una especie de conciencia popular o conciencia nacional de que lo que alguien hizo no estaba bien, y que no esté bien no significa necesariamente que lo castiguemos, porque si no hay ley, no podemos.
¿Usted cree que la ciudadanía quedaría conforme con investigaciones sin sanción?
-Si hay ley, hay que aplicar penas, pero si no las hubiera, yo creo que habría que explicarle a la ciudadanía que no podemos hacer nada, pero eso al final, cuando las cosas están investigadas y los hechos están aclarados.
Rapidez
Domestch explica que el sistema penal estaba preparado para los requerimientos que comenzaron a surgir. Y lo mismo en otros campos. Al final, un cambio global, una nueva sociedad que exige.
¿Cree que desde el Poder Legislativo se avanza con la rapidez que se necesita para dotar a los jueces de las leyes que necesitan?
-Yo creo que en eso están (los parlamentarios), pero están muy atareados, porque no sólo la justicia tiene necesidades y tiene impedimentos y requerimientos fuertes, sino que es toda la ciudadanía. Se nos vino encima la civilización, las exigencias de la gente, las exigencias de la juventud, y el aparataje en todo sentido no está preparado. Por eso el Poder Legislativo tiene tanto trabajo.
¿Usted habla de credibilidad como un desafío, siente que hoy existe credibilidad en el Poder Judicial?
-Mire, cuando tuvimos el problema reciente con esta norma que permite las libertades condicionales, donde hubo un escándalo, la gente no sabe, no se explica, pero nosotros lo enfrentamos. Yo personalmente fui al Congreso y di una explicación y la gente la aceptó. Si la gente entiende, cuando usted le explica bien, lo entiende y lo acepta, porque esa es la verdad y no hay otra. Ahora, cómo, cuándo y en qué oportunidad nosotros salimos al público a explicar... Yo he tratado en estos meses que llevo (en el cargo) de ir a muchos lugares a dar charlas, a las universidades, a las instituciones sociales, y noto que la gente sí nos cree. Un ejemplo, alguien nos dice: ¿y por qué sale libre alguien que tiene cadena perpetua?, bueno, porque la ley dice que con 20 años tiene el derecho, pero eso lo dice la ley.
Pero las libertades condicionales se entregan hace 80 años, qué cambió que generó este resultado este año...
-Lo que pasó es que estamos siendo muy influenciados, positivamente estimo, por la legislación internacional. Entonces la legislación internacional, introducida en nuestro ordenamiento, que es anticuado, ha ido cambiando algunas concepciones. La libertad condicional siempre fue vista como un beneficio que el Estado por gracia concedía a una persona, sin embargo hoy los que interpretan esto, están diciendo que no es un beneficio, es un derecho, y si es un derecho basta que se cumplan los requisitos genéricos, que son dos o tres.
¿Y usted como juez está de acuerdo con eso?
-Creo que esto va claramente hacia un derecho, y aquí surge una cosa muy delicada, si es un derecho ¿por qué no (aplicarlo) a los militares?
Seguridad
¿Cómo se enfrenta el clima de inseguridad que existe en el país?
-Ese es una tema que tiene muchas aristas y una de ella es que nuestra policía no tiene todas las facultades suficientes para hacer lo que tiene que hacer. Yo creo que todo este tránsito desde el proceso penal antiguo al nuevo, que tiene una concepción distinta, ha hecho que la policía tenga más limitaciones, y en el Parlamento eso no lo han resuelto. Creo que a nuestra policía le faltan mayores facultades legales.
¿Le parece bien el control de identidad preventivo?
-Creo que sí, que es un avance. Lo que pasa es que el Parlamento como que le pasa la cuenta a la policía, le pasa la cuenta en el sentido de decirle: usted se portó mal años atrás (en dictadura) y se va a seguir portando mal ahora... Pero ahora necesitamos que la policía sea más proactiva.
¿Se plantea que esta norma podría vulnerar derechos fundamentales de las personas?
-No, yo pienso que no. La delincuencia se adelanta normalmente a la legislación y ellos saben que teniendo una policía un poco restringida, pueden cometer mayores infracciones. Yo creo que la agenda corta, tal como se aprobó, será un buen avance.
"Si hay ley, hay que aplicar penas, pero si no las hubiera, yo creo que habría que explicarle a la ciudadanía que no podemos hacer nada, pero eso al final, cuando las cosas están investigadas y los hechos están aclarados".