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Mujeres al Mar

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¿Dónde están? Al parecer ya no solamente en hermosos mascarones de proa o en novelas de Salvador Reyes o de Patrick O'Brian. Al parecer ya se han incorporado a la marinería abriéndose camino, esforzándose por vencer mitos y creencias respecto de la mala suerte que traían al subir a bordo. Seguramente aún falta muchísimo para vencer brechas de género y desaprobación de sus familias, pero esto ha ocurrido respecto de muchas otras profesiones. Es largo camino.

Por otra parte, el mar tiene un atractivo especial, creo yo, que sensibiliza algo muy íntimo y cercano del corazón de la mujer. Puede palparse cuando leemos a nuestras poetas.

Teresa Wilms escribió: "iOh, mar! Tú que siempre hablas, que aconsejas, cuando los hombres se han callado cansados de buscar, de sufrir y luchar; tú, que eres siempre joven y eterno, que das la vida y la muerte. Tú, que eres el supremo serenador de los espíritus (…)

"Tú fuente del poeta, reflexión del sabio, asilo del triste, juguete del niño, tú serás mi esposo. Te seré fiel como el cielo y el sol, que siempre se miran en ti; como la perla, que sólo te abandona cuando la mano ambiciosa del hombre la arranca de tus fondos de oro. Seré tu esposa ¡oh mar! y jamás novia alguna sentirá bajo el velo nupcial estremecimientos de emoción más hondos que los míos, cuando tú, glorioso amado, empenaches mi frente con tu blanca espuma"

Nuestra María Monvel en una Berceuse (canción de cuna) siente que el mar la mece: "Me estoy durmiendo poco a poco/ me estoy durmiendo sobre el mar/ Un hierro sólo me separa/ de su viscosa inmensidad/ y yo me duermo poco a poco/ con blando y dulce cabecear/ ¿vendrá el naufragio si me duermo? / ¿Me tragará dormida el mar? / ¿Conversaré con las sirenas? / Algún Tritón me abrazará? / ¿Iré a las fiestas de Neptuno/ en un carruaje de coral?"

Y cómo olvidar a Alfonsina Storni, tan luchadora, tan herida, rogando "Mar, dame, dame el inefable empeño/de tornarme soberbia, inalcanzable / Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza…", refugiándose en las olas en hora última para volver al origen.

Cecilia Castillo

"Confusa": cómo una sala de conciertos remeció la escena local

MÚSICA. Documental sobre la desaparecida Sala Fusa fue estrenado.
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Daniel Contreras Palma

"Si hay espacios pero no adecuados como Sala Fusa", "aquí vinieron todos", "el público no tiene una cultura musical para pagar quizás una entrada", "no hay esa cultura de ir a un local a ver una banda que no se conoce".

Las citas, que por cierto describen a la perfección como se mueve la escena musical local, son parte de recién estrenado documental "Confusa", un trabajo audiovisual que aborda en voz de sus propios protagonistas el fenómeno musical que surgió en Antofagasta a raíz de la irrupción de Sala Fusa: el único espacio de conciertos de la ciudad.

Durante cinco años está sala de concierto revolucionó la escena antofagastina colocando a disposición de las bandas locales un espacio especialmente diseñado para disfrutar de la música en su mejor versión.

En ese sentido, y mientras la sala de conciertos permaneció abierta (fue cerrada a fines de 2014 y hoy funciona bajo otro concepto), se realizaron más de 500 tocatas con la presencia de artistas nacionales. Pero fueron las bandas locales quienes más aprovecharon este hoy mítico lugar para salir del anonimato. Es así, como más de 80 grupos antofagastinos hicieron de Sala Fusa su vitrina para mostrar su música original.

Es por ello, que un grupo de jóvenes de diversos ámbitos, se dio a la tarea de documentar la historia de Sala Fusa y su influencia en la escena local. Un trabajo audiovisual que demoró poco más de un año en salir a la luz y que fue financiado a través del formato crowdfunding, mecanismo en el que las donaciones son el sustento principal para que el proyecto llegue a buen puerto.

En conversación con "Felipe", encargado de comunicaciones del documental "Confusa", nos detalla cuáles fueron las motivaciones que tuvo el equipo de realizadores para emprender este proyecto audiovisual que da cuenta del potencial creativo que existe en materia musical en Antofagasta.

Influencia

¿En qué momento deciden darse a la tarea de levantar este proyecto audiovisual sobre el fenómeno Sala Fusa?

-Mucho antes de saber que Sala Fusa iba a cerrar nosotros teníamos la idea de hacer un documental. De pronto a fines de 2014 escuchamos rumores que se cerraría la sala de conciertos. Ese fue el puntapié para materializar el proyecto. De ahí en adelante comenzamos a contactar a las bandas que pasaron por Fusa y por su puesto a sus antiguas dueñas.

¿Qué ofrecía Sala Fusa al público y a las bandas que la hacía tan especial?

-La sala ofrecía, además de su calidad técnica y acústica, un acercamiento mucho más personal entre las bandas y el público. Esa experiencia era algo que no se había dado antes en la ciudad y nos pareció que teníamos que contar esa historia. La gente tenía que conocer que existió una sala de concierto que remeció la escena local.

En términos concretos, ¿cuál fue el aporte de Sala Fusa a la música antofagastina y que queda de manifiesto en el documental?

-Acá hay muchas bandas. Mientras desarrollábamos el proyecto realizamos un "catastro" y nos encontramos con más de 80 bandas locales con música original y siguen apareciendo más constantemente. Por eso a nosotros nos cuesta entender que siendo Antofagasta un lugar tan fértil para la música y el arte no haya espacios que te permitan mostrar tu música.

A raíz de este documental, ¿consideran que Sala Fusa fue clave para que muchas bandas locales lograran, incluso, salir de la región a mostrar su música?

-Como grupo creemos en ese sentido que Sala Fusa fue vital. Fue un lugar que no existía, primero que todo. Segundo fue la primera sala de conciertos en Antofagasta como tal. Desde esa perspectiva logró ser una vitrina importante para las bandas locales. La gente que creó Sala Fusa la concibió bien sala, en el sentido que no se olvidó de los artistas locales. Por lo general cuando venían artistas nacionales, los que habría el show eran grupos de la ciudad. La idea era que el público fuera a escuchar una banda que le gusta y otra que no conocía, y al final terminaban enganchando con esta última.