Jonathan Villella Coyán
A catorce meses de las fuertes precipitaciones que afectaron a la zona norte, causando inundaciones graves en Antofagasta y Taltal, los vecinos del campamento "Sofía" (antiguo Juanita Cruchaga) comienzan a prepararse para el invierno.
Esta ocupación, compuesta por 30 familias, está situada justo a los pies de la quebrada Farellones, y fue una de las más perjudicadas durante las lluvias del año pasado.
El presidente del campamento, Manuel Castro (47 años), explicó que la experiencia de 2015 marcó a los vecinos, quienes este año, pese a sus escasos recursos, decidieron prepararse para un invierno que podría traer nuevas precipitaciones a la zona.
"Fue una de las peores experiencias que hemos vivido. La mayoría de las familias tuvo pérdida total de sus viviendas, hubo desprendimientos, varias casas se cayeron y algunas quedaron inhabitables debido al barro que entró y se solidificó", sostuvo.
Castro explicó que este año todos los vecinos están cambiando sus techos y reforzando sus viviendas para que puedan soportar las precipitaciones y el viento, que en la parte alta suele ser bastante fuerte.
"También hemos diseñado un plan para hacer que las aguas del cerro, si llueve mucho, puedan pasar por al lado de las casas, sin afectarlas. Lo malo es que eso tomará tiempo", precisó el dirigente.
Testimonios
Marcia Henríquez, una de las vecinas afectadas por las precipitaciones de 2015, dijo que la reconstrucción posterior al fenómeno tomó mucho tiempo.
Ella, junto a su familia, debió esperar más de un mes que su vivienda, ubicada debajo de una pequeña quebrada, volviera a estar en condiciones de ser habitada.
"Estábamos en la casa cuando empezó a llover. Después comenzó a caer más fuerte y nos preocupamos. Por eso decidimos llevar algunas cosas donde vecinos", sostuvo.
"Fue en ese momento -continuó Marcia-, cuando vimos que desde arriba (cerro), venía más agua, formando una especie de río que entró a nuestra casa, destruyendo gran parte de ella y dejando un metro de barro en su interior".
El río de barro se llevó gran parte de los bienes que ella, junto a su marido, quien trabaja afilando cuchillos, habían acumulado tras años de convivencia en el campamento.
Pese a que el recuerdo de la tragedia aún está fresco, la mujer se siente optimista, ya que no perdió a ningún familiar, como sí ocurrió en agosto del año pasado en Tocopilla, donde un segundo episodio de lluvia dejó en total 7 fallecidos.
Aluvión
Una historia similar fue la que vivió Aracelly Castro Sánchez. Su casa, ubicada en la misma toma, se desarmó casi completamente con la fuerza del agua que bajaba por la quebrada Farellones.
"Jamás había visto algo parecido. Mi casa literalmente se reventó, el agua y el barro atravesaron las paredes. Mi marido junto a vecinos intentaron desviar el cauce, pero ya era tarde", relató la vecina.
La jefa de hogar comentó que a raíz de esta terrible experiencia, decidió prepararse mejor para este invierno.
"En mi caso personal fortificamos con cemento el suelo de mi casa y mi marido ya preparó zanjas para desviar el agua", afirmó.
Asimismo, explicó que cuando ocurrió el fenómeno el año pasado, el municipio comprometió ayuda, la cual "todavía estamos esperando".
Terrenos
Para el director regional de Techo Chile, Milko Centeno, el tema de los campamentos y su exposición al riesgo es difícil de solucionar, toda vez que las ayudas que puede entregar el gobierno local "no permiten modificar los terrenos para hacerlos menos riesgosos".
"Nosotros consultamos a las entidades pertinentes para ver si los pobladores de los campamentos podían implementar soluciones más concretas y permanentes, como obras de mitigación, pero la respuesta fue que al no ser parte del plano regulador, y además al estar considerados estos terrenos como riesgosos, no pueden intervenirse para asentamientos", sostuvo.
últimos anuncios
Quebradas. El MOP iniciará la construcción de obras de control aluvial en Uribe y Farellones. El llamado a licitación ya se publicó.
Barrios transitorios. Desde el gobierno se anunció la habilitación de un terreno para trasladar a familias en riesgo antes del invierno.