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La nave y el mar

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La nave es hermosa. El casco, en la parte que toca al mar, es verde y se funde con él. La nave va desflocando el mar con un impulso suave y el agua inmensa debe sentirla apenas como un calofrío gozoso.

El mar tiene en este mediodía una bondad fuerte, que es la más bella bondad. Vamos avanzando en un vasto ruido de sedas. Al corazón magullado por la despedidas le es dulce está misericordia del cielo y el agua serenos.

Los labios del mar se esponjan como para decir una palabra que nunca entregan, una palabra que se rompe a cada instante.

El mar vence al cielo con su azul fuerte asaeteado de duras claridades.

El mar no es doloroso; en la misma tempestad no padece: es un grito de fuerza que él lanza para escuchárselo con embriaguez épica.

El mar nunca se ha humanizado. En la tierra sí bajo las plantas humanas ese traspaso de piedad, de sufrimiento y de suavidades en caminos y surcos. Ella es una cosa humilde y triste. Su mismo silencio es pensamiento; su esponjadura tiene algo de emoción y hasta en la suma aridez posee expresión humana.

Pero el mar, que ignora limitación, es el elemento gozoso, es la materia feliz. Para darle dolor, la tierra le ha puesto una línea de rocas en las playas. Los hombres lo hemos afeado en los puertos hermosos, entre los hierros brutales de los malecones; mas, en cuanto la nave se desprende de la costa, liberándose, hallamos otra vez el mar en su cruda e implacable alegría.

No hay alegría que supere a la del mar; ni el estremecimiento de los follajes en un bosque tiene esta frescura ni esta gracia inefables.

Y el mar es la suprema elegancia. Lo que se mueve en breve espacio cobra torpeza y rebajamiento. El mar posee la elegancia de su libertad y la de su hermosura.

Pero el mar no consuela, porque solamente consuelan las cosas que tienen un semblante melancólico y que pueden hacerse silenciosas.

El Mar es la flor eterna, de pétalos inmensos, que Dios tejió con frescuras y salmueras perdurables, para que no tuviera estío.

Gabriela Mistral, julio 1922

Rockera antofagastina gana premio Pulsar con su banda

MÚSICA. Cinthia Santibáñez es la cantante de Crisálida, banda que obtuvo el galardón a mejor grupo de rock metal por su álbum 'Terra Ancestral'.
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"Cuando dicen Crisálida, pegamos un grito, el guitarrista casi se cae, el Rodrigo se puso a llorar, fue muy emocionante".

Son las palabras de Cinthia Santibáñez , vocalista de Crisálida banda que ganó el premio Pulsar a la categoría mejor artista de música metal por su disco "Terra Ancestral".

Para quienes conocemos a la banda podíamos intuir lo que ese momento significaba para ellos. Y más aún cuando por televisión se les ve subiendo al escenario a recibir el premio fue una emoción doble.

Porque es poco común ver a dos de tus amigos recibir un galardón que los posiciona como músicos destacados en un medio como en chileno.

Más aún ver a una mujer antofagastina, como es Cinthia Santibáñez. Una que creció en la población Corvallis, que estudió en el B-13 y que comenzó a estudiar canto porque sentía que eso era lo suyo.

Ese momento vivido el martes por la noche comenzó a gestarse cuando ella decidió cambiar su historia dos décadas antes, cuando se fue de Antofagasta para cumplir con el anhelo y sueño de ser cantante de su propia banda. En la capital conoció al padre de sus dos hijos, Rodrigo Sánchez quien es el baterista del grupo que ambos fundaron y que hoy completan Damián Agurto en guitarra, Braulio Aspé en bajo y Felipe Troncoso en teclados.

Crujiente

"Más feliz que nunca, la marraqueta estaba más crujiente que otros días", expresó Cinthia Santibáñez al contestar el teléfono y ser consultada cómo se sentía el día después de recibir el premio.

Agrega que "este es un reconocimiento de los que se especializan en la música que se hace en Chile, es como un Grammy, así lo sentimos".

Y no es tan alejada la comparación de Cinthia, quienes componen el jurado en las distintas categorías son músicos, productores y gente ligada a las lides musicales, por lo que ser escogido no es fácil.

De hecho ella explica que ya se sentían más que agradecidos por el sólo hecho de haber sido escogidos para la nominación.

"Es un reconocimiento a los 20 años de una labor autogestionada, de mucho esfuerzo y esto es el espaldarazo que necesitábamos, es el cariñito que te dan cuando ya las fuerzas no dan más y ... de pronto este premio es eso un empujón notable".

¿Qué abre para ustedes este premio?

-Desde las 10 de la mañana ya comenzamos a recibir llamados de solicitudes de notas de medios que antes nunca nos habían buscado, ofrecimientos de trabajo. El asunto es que todo cambió de inmediato, una cosa lleva a la otra, ahora preguntan quién es Crisálida, la banda que ganó un Pulsar y eso hace la diferencia.

Este cambio espera Santibáñez que se vea reflejado en conseguir una productora y un manager que los ayude a gestionar la banda.

Consolidar

El éxito que viene junto al premio espera la cantante que pueda dar frutos en cuanto a expandir definitivamente su trabajo musical.

Como no tener que buscar espacios para tocar, organizar todo lo que significa una "tocata en vivo" que produce un desgaste físico y económico muchas veces.

"Necesitamos pasar al siguiente nivel que alguien se haga cargo de manejar el dónde ir a tocar y financiar la vida, quizás dejar los trabajos", expresó Santibáñez.

Incluso afirmó que ya deberían de dejar de tocar gratis, desde ahora sus actuaciones tienen que tener un piso económico.

¿Este premio viene a consolidar a la banda definitivamente?

-Sí, totalmente. En este momento somos la banda de rock metal con más proyección. Incluso los jurados nos decían que lo más importante y por eso nos escogieron, es la identidad que tenemos, somos la banda más chilena del ambiente. Cantamos en español, las temáticas son del país y ese contenido hizo la diferencia.

Esa diferencia que marcan en su modo de hacer música y cantar es lo que les promete el poder internacionalizar su carrera.

Las giras que tenían agendadas ahora serán más fácil de promover. En agosto parten a México, posteriormente por confirmar las fechas viajarán a Estados Unidos y Europa.

Personal

Sin embargo, tanta luz y exposición no aleja a Cinthia Santibáñez y su banda de la realidad en la que viven a diario.

Con una emoción que se transmite al dialogar con ella y que corrobora al explicar los sentimientos que tiene en estos días.

"Yo me siento súper feliz, una mezcla de muchas cosas, estábamos en un momento de muchas complicaciones económicas, pero esto es un incentivo, la señal que necesitábamos para decir vamos sigamos", señaló la vocalista.

¿Esto es mucho más que cumplir tu sueño?

-Esto nos hace felices, me hace feliz. Soy de Antofagasta de una población donde no había ninguna posibilidad, estaba todo en contra, las opciones eran tan pequeñas y escasas que imagina, yo una niña del montón pudiera llegar a esto, el hacer su carrera artística. Yo de verdad me siento profeta en mi tierra y siento que represento a la región a la ciudad.

Ese orgullo lo expresa siempre y donde va recuerda que es nortina.

Agregó que "soy el ejemplo que cuando uno las cosas que uno desea se pueden conseguir, no importa las condiciones. De muy chica sabía que quería hacer esto y hoy que te digan ahí está tu premio, eso para mí es decir lo logré".