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En primera persona

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Precisión, la precisión de Williams. La frase "engrapa tu mente con objetos" es suya. La frase "no ideas sino en las cosas" es suya. Esa frase significa "no metas ideas generales en tu poesía", no proyectes ideas abstractas sobre las cosas, presenta las mismas cosas que te dan las ideas. Intentemos entender lo que William estaba tratando de decir y luego propongamos una nueva teoría. Aquí hay tres líneas del poema "Danza rusa":

Y el sol es un disco de blancas llamaradas/ en medio de sedosas brumas/ sobre árboles resplandecientes.

Williams está siendo bastante justo aquí. Simplemente está diciendo lo que eres capaz de ver. No te está abrumando con un delirio sobre el sol en general. En estos versos dirige tus ojos hacia el sol en un día específico para que lo puedas ver con tus propios ojos. Está diciendo "simplemente anota los detalles de las cosas que ves frente a ti". Si no puedes empezar desde ahí. De qué te sirven las ideas. Empieza con lo que tus sentidos te ofrecen. Si no puedes hacer eso, tendrás que dedicarte a la astronomía, aunque la astronomía también está basada en observaciones de algún tipo". [Escrito en 1976. Publicado en 1983 en "William Carlos Williams: Man and Poet", de Carrol Terrel (ed).(Página 114).

Bill Burroughs y yo nos conocimos el día de Navidad de 1944 y a comienzos de los años cincuenta nos hallábamos enfrascados en una profunda correspondencia. Siempre lo había respetado por ser mayor y más sabio que yo, y en los primeros años me deslumbraba el solo hecho de que me tratara con respeto. A medida que el tiempo pasaba y nuestras fortunas cambiaban -yo solitario en una casa de locos por un rato, él en sus propias tragedias y viajes- me volví más audaz y empecé a suponer su timidez, la intuía, y empecé a animarlo para que escribiera más prosa. En ese entonces, Kerouac y yo nos considerábamos poetas/escritores, pero Bill era demasiado reservado como para montar consigo mismo un teatro del yo tan extravagante. De todas formas, contestaba mis cartas con capítulos de Junky, que según creo comenzó como una serie de curiosos bosquejos, pero luego fue concebido, por su parte y para mi sorpresa, como los fragmentos de un libro escrito por un trabajador, una narrativa que desarrollaba un tema. Así fue como el manuscrito completo llegó a mi casa secuencialmente, algunos fragmentos a Paterson, Nueva Jersey. Pensé que lo estaba estimulando, pero ahora se me ocurre que quizás era él quien me estaba estimulando, para mantener contacto vivo con el mundo, tras haberme encerrado en la casa de mis padres después de ocho meses en una casa de locos que fueron el resultado de contratiempos hippies con la ley. (Página 137)

Nos conocimos en el Earl Hall de la Universidad de Columbia en 1945, cuando leyó para los estudiantes. Lo acompañé en el metro hasta la plaza Sheridan, preguntándome si me invitaría a su departamento de la calle Cornelia para seducirme. No lo hizo. Años más tarde, en una mesa de jardín de Isquia, en 1957, dije que pensaba que una revolución social estaba a punto de estallar. Él se burló o y yo, un poco ebrio, le grité indignado: "¡Debería avergonzarse de estar desalentando la esperanza y la energía de los jóvenes!" Yo estaba enfurecido, desmedido y melindroso. Extrañamente, años más tarde se disculpó por tratarme de forma irreflexiva. De hecho, había hecho el peregrinaje a Isquia para verlo e interrumpí su atardecer de vino y ocio en un restaurante. Auden era quisquilloso: generoso, pero quisquilloso. En los sesenta iba a verlo una vez al año y tomábamos té. Poco después de mi regreso de la India fui a verlo con un armonio y empecé a cantar Hare Krishna y varios mantras, que él escuchó sentado, pero se lo notaba incómodo, retorciéndose clavado al muro y obligado a ser amable mientras su mente divagaba sin mucho interés en mi despliegue de sabiduría, porque estaba cargándole mi rollo. En mi siguiente visita llevé el armonio para cantarle unas canciones de Blake. Me dijo: "Oh, no, no, no, no, no tolero que la gente me cante así, me hace sentir muy avergonzado. (Páginas 179-180).

Extractos de "Prosa deliberada", de Ediciones UDP

"William Carlos William en un mundo de objetos".

"Yonqui"

"Recordando a Auden"

Hippie

La incertidumbre que vivimos los chilotes

DRAMA EN EL SUR. El problema continúa después que el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes no alcanzara un acuerdo con los movilizados. Ahora quedó como "ministro coordinador".
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Graciela Ojeda Torres

Ser chilote es tener la vida unida al mar, vivimos rodeados de agua. Por eso seguro que son contados los que visitaron Chiloé y se fueron sin probar el curanto o algún marisco: un loco, una almeja cruda, ostras. Nuestra vida depende del mar. Por eso esta catástrofe marina es un verdadero tsunami, pero de muy difícil reconstrucción. Los ecosistemas no son como los edificios y cuando se resienten, pueden tardar años en recuperarse. ¿Y qué haremos mientras tanto?

La desesperanza se apodera de los pescadores, sus familias y todos los que habitamos las ciudades, sitiadas por las más de 20 tomas de los hombres de mar. Ya ha ocurrido otros años, pero todos saben que esta vez es distinto. Las calles de mi ciudad, Quellón -la última de la Isla Grande de Chiloé- tienen un movimiento frenético, pocos vehículos y mucha gente: los que prefieren guardar la bencina, los despedidos de las salmoneras, los niños de algunas escuelas que están sin clases y todos los que tampoco pueden trabajar por los cortes. Nadie sabe cómo enfrentaremos de ahora en adelante un desastre de esta magnitud y si nuestras vidas seguirán siendo como fueron hasta ahora. En esas condiciones, es difícil no entender la medida de los pescadores. Si un día las mineras no pudieran trabajar, ¿qué harían Antofagasta o Calama? Y todo el país, por cierto.

En el Pacífico

Yo no trabajo en el mar, pero el dinero que eventualmente me da de comer se genera -en primera instancia-, a partir de los productos que se extraen de los mares interiores y fiordos de la Región de Los Lagos y la de Aysén. Del mar vivimos monetariamente y de él nos alimentamos todos los chilotes. Hoy no tenemos para uno ni para lo otro.

Desde el 2002, la primera vez que se detectó la marea roja en Quellón, convivimos con ella. Nosotros sabemos que cada año justo antes de Semana Santa se declaran las zonas afectadas y no se puede comer mariscos. Eso no es novedad. Lo diferente e inesperado es que a esta altura del año sigan cerradas las zonas de extracción de mariscos. Incluso la prohibición se ha extendido a los piures, locos e incluso algas como el luche o cochayuyo, que constituyen una apetecida comida tradicional. Y encima, la microalga no sólo está en los mares interiores de Chiloé, sino que cubre incluso el océano Pacífico abierto.

Por eso es entendible que estemos en un punto muerto. Llevamos 12 días de paro de los pescadores y a pesar de las incomodidades en el libre tránsito o la falta de alimentos, creemos que el Estado chileno debe hacer algo más para que crisis como ésta no vuelvan a repetirse. Se necesitan más laboratorios que anticipen los brotes. Hoy existe uno solo en Quellón (mayor puerto de descarga de productos), que queda a varias horas de las zonas de extracción y si las cargas están contaminadas, el marisco se destruye. Con más instalaciones se podrían tomar muestras en terreno sin extraer los moluscos afectados, ya que estos eliminan la toxina en unas semanas y luego pueden consumirse. En 14 años y cuatro presidentes no se pudo anticipar la crisis medioambiental y social que hoy nos tiene atrapados .

Las salmoneras

Hace poco más de 30 años, en Quellón y en la mayoría de los poblados del Archipiélago de Chiloé la vida cambió paulatina, pero inexorablemente. A mediados de la década del '80 arribaron las empresas salmoneras al igual que la industria bananera en el Macondo de García Márquez. Ya nada fue igual, se modificaron incluso nuestros paisajes. Difícil decir si fue malo o bueno tajantemente, porque concentraron la contratación de mano de obra local. Hoy en día Salmonchile dice que la industria genera 60 mil empleos directos e indirectos, pero el grueso de sus contratados son operarios, que ganan sueldo mínimo, realizando trabajos muy sacrificados y en muchos casos los contratos no permiten ganar antigüedad, debido a la estacionalidad.

Pero este año fue diferente. Primero supimos que estaban echando a algunos gerentes de salmoneras y eso no es frecuente. Tampoco es natural para nosotros que sea Mayo y en Quellón apenas hayan llovido 17 mm. De hecho es muy raro estar comiendo manzanas directamente de los árboles en pleno Mayo, cuando antes quedaban en el suelo tras los primeros temporales de Marzo o Abril. Hasta ahora sólo hemos tenido tenues lloviznas, escaso viento y mucho sol.

La vida está cambiando en Chiloé y nosotros seguimos esperando -casi sin paciencia- un acuerdo con el Gobierno, que permita a los pescadores retornar a sus lanchas y seguir nuestras vidas. Pero sobre todo esperamos volver al mar.

Segunda industria exportadora del país

Como sea, la industria salmonera produce hoy más de 800 mil toneladas de distintas especies de salmón y trucha. Se exportan cerca de US$ 4.000 millones y es la segunda fuente de divisas de Chile, después del cobre. Es una enorme industria y en Chiloé los que no trabajamos en ella, recibimos parte de los ingresos que genera en supermercados, tiendas, arriendos, redes, herramientas y un largo etcétera. Todo, absolutamente todo, depende de cómo les va a las salmoneras. A ellos paulatinamente se fue uniendo el cultivo de choritos (mitilicultura) en mucho menor escala.

800 mil toneladas de distintas especies de salmón y trucha se producen en Chile. Se exportan cerca de US$ 4.000 millones.

Poesía, política y amor según Allen Ginsberg

Rodrigo Olavarría tradujo por primera vez al poeta beat cuando tenía 17 años. Para él, 'El sutra del girasol' "lo era todo". Ahora acaba de llevar al español "Prosa deliberada", una colección de textos del influyente autor.
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La primera vez que olavarría tradujo a ginsberg fue después de la muerte del poeta beat Qué ocurrió el día de su cumpleaños número 17, el 5 de abril de 1997.

Si el poeta estadounidense Allen Ginsberg estuviera vivo cumpliría 90 años el próximo 3 de junio. Muerto en 1997 a los 70 años, este 2016 recordamos su natalicio en Chile con la traducción que el poeta Rodrigo Olavarría hizo de su "Prosa deliberada" (Ediciones UDP), un compendio de escritos breves donde registra amores, devociones y afinidades así como su proceso creativo y algunas denuncias políticas. Ya antes, en 2006 y 2014, respectivamente, Olavarría había acometido para editorial Anagrama la traducción de dos de sus poemas capitales: "Aullido" y "Kaddish".

El traductor

Rodrigo Olavarría nació en Puerto Montt y recién salido del colegio se fue a Concepción a estudiar Derecho. Como nunca quiso ser abogado, al cabo de un año y medio se mudó a Santiago y entró a estudiar Literatura en la Universidad de Chile. Allí conoció al profesor Rodolfo Rojo, famoso por sus excelentes traducciones de poetas ingleses como Dylan Thomas y T.S. Eliot, así como Los poemas "Calamus" de Walt Whitman.

Le mostró su versión de "Aullido", el famoso poema rapsodia con el cual Ginsberg había espantado a la censura de su país. Esa traducción la había comenzado en Concepción mientras estudiaba Derecho y ponía en ella todo el deslumbramiento que le provocó la generación beat cuando entraba a la adolescencia.

"Le pasé el poema y a la semana siguiente llegó con él completamente anotado. Una de sus primeras observaciones fue sobre el comienzo. Me hizo notar que todos parten diciendo: "He visto a las mejores mentes..." y me preguntó qué dice en inglés: "I saw the best minds", ¿y qué es eso?, es pasado perfecto: "yo vi a las mejores mentes". Eso cambia mucho el punto desde donde se habla, sitúa al hablante en la acción, como un testigo presencial y de primera mano. Rojo me hizo repensar el poema completo y corregirlo todo desde ese punto de vista. Me dijo, además, que no temiera las enumeraciones muy caóticas", recuerda Olavarría.

Sobre "Prosa deliberada", la primera traducción que se hace al castellano de esos textos, cuenta que partió con el ofrecimiento que le hizo el editor de Ediciones UDP, Matías Rivas de buscar algunas piezas susceptibles de ser traducidas. La versión original es más extensa y ello se debe a que decidieron sacar algunos temas "muy gringos", como las leyes sexuales de los estados, así como el tema de la censura en Estados Unidos y la implementación del estado policial.

Sobre la dificultad de los textos sólo tropezó con algunas referencias muy específicas a la historia del país en el siglo XX, especialmente a personajes que no están muy documentados, como los comunistas más arcaicos de los años 20 y 30, personas que la madre de Ginsberg lo llevó a conocer. Pero la tarea también le produjo mucho placer pues tuvo que traducir poemas, por ejemplo de William Carlos Williams, un poeta que le encanta.

-¿Consideras que los beats hacían una poesía desde y para la juventud?

-Es difícil englobarlos en una sola voz. Más que de la juventud creo que hablan de no sentar cabeza como la sociedad espera que hagas. En ese sentido, es como mantener una juventud y negarse al conformismo. Recuerdo que cuando estaba leyendo "En el camino" lo que más me gustó fue el ritmo de las frases de Kerouac, sus viajes líricos, cuando deja lo informativo y empieza a levantarse del suelo, flota en el aire con la máquina de escribir queriendo que se abran las ventanas y salga el sol. De Ginsberg recuerdo que para mí y mis amigos, el poema "El sutra del girasol" lo era todo.

-¿Trazan una línea en la poesía norteamericana que retoma a Withman?

-Absolutamente sí y retoman la idea más política de la búsqueda del camarada, un otro con el cual se alcanza una comunión espiritual y física. En el libro hay un texto donde Ginsberg comenta que Whitman tuvo un amante, y ese amante tuvo un amante y ese amante tuvo como amante a Neil Cassidy que fue amante de él. Allí está hablando de un traspaso, una genealogía.

Drogas y visiones

-¿A qué alude Ginsberg cuando refiere una visión que tuvo en 1948?

-En esa época vivía en Harlem, en un departamento sin calefacción y lleno de cosas robadas de sus amigos drogadictos. Era verano y trabajaba en una oficina de marketing y al mismo tiempo tomaba un montón de drogas. Su estado síquico no era el mejor y estaba vulnerable de sentir percepciones. Un día llegó a su casa y escuchó la voz de William Blake claramente recitándole el poema "The sick rose". Desde ese día permaneció como poroso a la visión, abierto a que lo penetraran las imágenes. Momentos similares obtuvo luego de tomar mezcalina, peyote, ayahuasca y LSD. Una vez, previo a una protesta en Berkeley que todos auguraban sería muy violenta, tomó un ácido en la playa. Ese mismo día, a la misma hora, estaban operando al presidente Lyndon Johnson que apoyaba la guerra en Vietnam. Y Ginsberg sintió que no desea mal para él, pensó en un cuerpo enfermo y doliente, temeroso a la muerte. De su compasión nació la idea de que quizás se pueda llegar a un entendimiento a través del LSD e invitó a algunos de los protestantes de Berkeley, con los motociclistas de los Hells Angels incluidos, a tomar ácido y así evitó que un conflicto violento se desatara en las calles.

-Hablando de drogas, ¿qué relación mantuvo con Burroughs? Parece que le despertaba una especie de paranoia.

-Desde 1951 a 1953 fueron pareja, tuvieron una relación íntima súper profunda de la cual Ginsberg salió arrancando porque Burroughs estaba muy loco. Tenía unos traumas infantiles brutales, venía de haber asesinado accidentalmente a su mujer y quizás para justificar eso creó un personaje al que llamaba "Ugly Spirit", el Espíritu Feo, que a veces lo poseía y llevaba a hacer algunas cosas. Lo consideraba un parásito exterior a él que tomaba su mente y afectos y lo llevaba a querer succionar, a chupetear dice Ginsberg, su espíritu. Cuando acabó el deseo sexual, y aunque lo admiraba, Ginsberg dejó de ser su pareja. Cuando lo abandona, Burroughs se va a Tánger y ese viaje inicia en él un deseo de abandonar su personalidad, desaparecer como persona y solo quedar en el lenguaje.

Visita a chile

Allen Ginsberg estuvo desde enero a abril de 1960 en Chile y deambuló entre Santiago, Valparaíso, Concepción, Valdivia y Calbuco donde estuvo casi un mes y aprovechó de viajar a Maullín, Carelmapu, Ancud y Castro.

"Existe gran cantidad de mitos sobre su estadía, Stella Díaz Varín me dijo que en su pasaporte tenía una indicación médica especial para consumir morfina y poder comprarla donde estuviera y que se andaba picando en todos lados, tanto así que Nicanor Parra, quien lo alojó en su casa de La Reina, se molestó porque una vez lo encontró durmiendo en un sofá con una jeringa clavada al pantalón, un gringo totalmente jugoso", cuenta Olavarría, quien está escribiendo junto a Pedro Casusol, un narrador peruano, sobre el viaje que Ginsberg hizo a Sudamérica.

Tienen los diarios que llevó del viaje y muchos documentos inéditos con los cuales esperan darle forma a un relato en clave de crónica con mucha prensa de esos días, así como el testimonio de personas que estuvieron con él, como Raquel Jodorowsky, hermana de Alejandro, con quien formó un peculiar trío ajunto al poeta peruano Walter Curonisy.

-Jorge Tellier dice que acá en Chile andaba buscando chamico.

-Claro que sí. A Luis Oyarzún, que además de profesor de Estética era un profundo conocedor de las plantas y pájaros de Chile, le comentó que buscaba plantas sagradas y Oyarzún le mencionó el chamico, el floripondio y el latue (todas ellas plantas alucinógenas autóctonas).

La obra de olavarría

Olavarría está trabajando en cuatro libros. "Uno de ellos es 'Not me', 'No yo', el libro más importante de Eileen Myles, una poeta lesbiana de los setenta que fue candidata a la presidencia en 1990. También estoy haciendo un libro que incluirá mi traducción de 'Benito Cereno', de Herman Melville, además de una ficción sobre el personaje y sobre los esclavos africanos de comienzos del siglo XIX en Chile. Los otros dos son novelas de Burroughs publicadas en los sesenta con muchos errores, que tuvieron el trabajo de reconstrucción de Oliver Harris, un inglés que tomó su trilogía de novelas cut-up: 'The soft machine','Nova Express' y 'The ticket that exploded', yo voy a traducir las dos primeras".

Su libro de poemas se publicó el año 2005 y luego en 2010 salió "Alameda tras las rejas", una especie de novela con poemas. Pronto espera publicar una novela que ya escribió y que se llama 'Cuaderno esclavo'. Reconoce que pertenece a una generación que no puede prestar atención a algo que no haga ruido. "Busco de manera formal escribir un libro que sea a la vez poesía, narrativa, historia, crónica, de todo. La novela clásica como género me aburre profundamente, no hay nada más triste que la prosa informativa que dice: 'Entonces Luciana se levantó a las diez de la mañana…', eso es poco interesante, o esas novelas que intentan reproducir el habla, como Fuguet. Esos diálogos eternos me aburren".


"Prosa deliberada. Literatura, drogas, política, profecías"

Allen Ginsberg

Traducción de Rodrigo Olavarría

Ediciones Universidad Diego Portales

280 páginas

$14.000

Por Amelia Carvallo

"Ginsberg en 1948 vivía en Harlem, en un departamento sin calefacción y lleno de cosas robadas de sus amigos drogadictos".

"Parra lo encontró durmiendo en un sofá con una jeringa clavada al pantalón: era un gringo jugoso".