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"Probidad, una responsabilidad de todos"

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Estamos viviendo nuevos tiempos en los cuales las organizaciones y sus líderes enfrentan una gran crisis de credibilidad. Y esa confianza perdida no se construye con acciones comunicacionales, sino que con un actuar ético sistemático y consistente. La reputación es un activo fundamental que debemos preservar en el quehacer diario de una organización.

El compromiso con la conducta ética, la integridad y el respeto es una responsabilidad compartida entre los trabajadores de una organización y su junta de directorio. Las organizaciones, ya sean grandes o pequeñas, tienen la responsabilidad de elaborar y difundir entre todos sus miembros una política de conducta de negocios clara y pertinente. Los estándares éticos orientan a las personas y les permiten conocer los límites de las decisiones que toman día a día. Las políticas de conducta de negocios entregan una guía y recursos para conducir una organización de modo ético, cumpliendo con las leyes y regulaciones.

Debemos actuar con integridad porque es lo correcto tanto de cara a los dueños, como también ante la comunidad. Cumplir con la ley es el mínimo que se espera de nosotros; lo importante es tener la capacidad de tomar acciones ante cualquier sospecha o denuncia de una posible violación a la ética de la organización. Todos somos responsables de revisar, entender y tomar decisiones éticas de modo consistente con sus políticas e, incluso, denunciar aquellas prácticas que atenten contra la probidad.

Cada uno de los empleados tiene el deber de hacer lo correcto y denunciar a aquellos que violen las políticas de la organización o cualquier norma legal. Las represalias hacia quienes de buena de buena fe hubieran reportado o denunciado una conducta no ética o ilegal están vedadas. Una organización no puede tolerar actos de retaliación hacia cualquier miembro de ella.

El camino es difícil y las formas de recorrerlo son muchas. Debemos comenzar por las grandes empresas, y somos sus líderes quienes tenemos en nuestras manos el cambio. Todos estamos llamados en estos tiempos a reconstruir las confianzas y a romper paradigmas, fortaleciendo las políticas de buena conducta en los negocios, para así aportar en el camino del desarrollo de la mano de la tan nombrada probidad.

Vicepresidente de Recursos Humanos y Asuntos Corporativos de Aramark Latinoamérica

Iván Mergudich

Cristo en el Arte 2016 II

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Este Salón ha sido de muy buen nivel técnico. Alicia Guzmán, "Del lavatorio de los pies", con las tonalidades del desierto.Raquel Guillier, la Cruz; tela y módulos de madera. Patricia Hernández y su Jesús con una mirada que no se olvida. Ana Castillo y su tumba vacía. Olga Acuña y su iglesia de misterio andino.

Pamela Chellew y su desnudo de una mujer embarazada. Mirtha De la Vega y su obra de lanigrafía. Yasna Fertilio y sus joyas: Árbol Genesiaco I y II, el árbol de la vida. Ángel Araya con una tela dividida: Cristo o la locura. Ivy Rojas: testigo de la Crucifixión. Rosario Valdivia Zorrilla en pinceladas abocetadas y expresionista del crucificado. Maria Bernarda Valenzuela un joven Jesús se hace uno con la primavera.

En pintores, Marcelo Bordones y el rostro de María. Isaías Castillo, Magdalena contemplando la crucifixión. Liuman Díaz Blandon, en lenguaje hiper realista, un Cruzado. Felipe Espinosa Chellew, un joven tatuado con alas de ángel. Salvador Lauriani y un collage de María, herida. Francisco Medel y las pictografías: "Pedro, el chango pescador". Germán Moral, óleo de Salome. Wilson Pasten buscando Su Rostro.

Sergio Quispe y su expresionista funeral de Judas. Claudio Rojas Villar, una Resurrección dibujada a la pluma, augura un dibujante. Waldo Valenzuela, reinterpretando el Cristo de Chacabuco y Jorge Cabrera Miranda: franquear el misterio de aquel Rostro. Aliro Guardia profundizando en dibujo y acuarela. Máximo Álvarez y su cartel de denuncia y Patricio Chávez Rossel, desde Tocopilla, un grabado del Vía Crucis.

En escultura, Hugo Aguirre con materiales reciclados y el sustrato religioso indígena y Franklin Berrios y metales en el espacio de la Cruz.

En Fotografía, Angélica Araya con color interviniendo imágenes litúrgicas, Sonia del Carmen Cuevas un tríptico con imágenes de las salitreras. Finalmente, Ottorino Ovalle una imagen de la desaparecida iglesia de Chacabuco: ¿incendiada por accidente?

Liceo Experimental Artístico y Teatro Municipal de Antofagasta se unen para patrocinar Cristo en el Arte 2016.

Waldo Valenzuela

Marcha por Chiloé termina con incidentes y detenidos

MANIFESTACIÓN. Fuerzas Especiales de Carabineros detuvo a alrededor de 30 de personas en el sector del Mall Plaza.
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Redacción

Una marcha convocada en la tarde de ayer, y que iba en apoyo al movimiento social que se vive en Chiloé, terminó abruptamente cuando personal de Carabineros comenzó a tomar detenidos a los manifestantes que circulaban por calle Balmaceda a la altura del Mall Plaza Antofagasta.

Alrededor de 30 personas fueron detenidas por Fuerzas Especiales para luego ser conducidas a la Tercera Comisaría. Incluso personal policial ingresó al supermercado Tottus para arrestar a algunos marchantes.

La idea original de la movilización era terminar el recorrido en el sector del Puerto de Antofagasta, y en ese lugar entregar volantes alusivos a la crisis que ocurre en estos momentos en la Región de Los Lagos.

Sin embargo, los hechos descritos anteriormente dieron cuenta del fin de la marcha que partió en la Plaza Colón.

"Bienvenida interculturalidad, adiós delincuencia"

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Cuando hablamos de temas migratorios, aparecen inmediatamente en el imaginario social los conceptos de discriminación, exclusión, racismo, etc. Pero hay una verdad a la que tenemos, como sociedad, que enfrentarnos tarde o temprano. Somos un país atractivo para la inmigración.

Puede sonar un poco petulante para algunos, o incluso arribista para nuestros países vecinos. Pero no se trata de un sentimiento nacionalista exacerbado, sino de la cotidianeidad a la que nos estamos viendo enfrentados a diario.

Sólo para el año 2013 (porque el Departamento de Extranjería del Gobierno no tiene actualizadas las estadísticas del año 2014 y 2015) se entregaron un total de 132.139 permisos de residencia temporal, y 25.989 permanencias definitivas, lideradas por personas de nacionalidad peruana, boliviana y colombiana.

En la actualidad, basta solo con mirar a nuestro alrededor para saber que estas cifras han aumentado exponencialmente. Ahora bien, ¿nuestra preocupación está en aceptar a los inmigrantes?

Quién no ha disfrutado de unas ricas arepas o ha salido a comer en pareja un ceviche peruano, y qué decir de la comida china que se ha convertido en casi un premio para los buenos momentos.

Nuestro problema, no está en la interculturalidad. Todo lo contrario, a los chilenos nos encanta la cultura extranjera, compartirla y hacerla parte de nuestras vidas. La preocupación está en el poco control que existe en nuestras fronteras, que además de la rica cultura de nuestros vecinos, permiten entrar contrabando, delincuencia, drogas y muchas otras lacras que destruyen nuestra sociedad.

Las fronteras no están para dividirnos, están para protegernos. Bienvenidos sean los inmigrantes, que vienen a ofrecer un maravilloso proceso de interculturalidad. Pero cuidémonos nosotros y a quienes estamos acogiendo. Cuidémonos de aquellos que no vienen a buscar una mejor calidad de vida, sino que vienen a destruir lo que como sociedad hemos construidos.

Señores del gobierno, la ciudadanía no está pidiendo frenar el fenómeno migratorio. Estamos pidiendo que se legisle una Ley de Extranjería que nos proteja de aquellos que vienen a delinquir, a dañar y a destruir. Que sean expulsados de inmediato del país, especialmente aquellos que han introducido tanta violencia en nuestros lugares públicos.

O, ¿alguien permitiría que un invitado en su casa destruya su hogar y maltrate a sus hijos?

Fabián Ossandón

Estudiante de Ingeniería Civil