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Cinéfilos antofagastinos de luto por anuncio de venta del Cine Nacional

PATRIMONIO. El histórico edificio está siendo ofertado en más de 2 mil millones de pesos.
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Daniel Contreras Palma

Fue a comienzos de 2003 cuando el ahora exCine Nacional ofreció su última función. De aquel triste episodio, impulsado por la llegada de las multisalas de cine a la ciudad, el periodista y crítico de cine, Víctor Bórquez, fue testigo del momento exacto cuando el edificio de estilo art decó cerró para siempre sus puertas al séptimo arte y sus grandes estrenos, dando paso así a miles de historias y recuerdos que permanecen en la memoria de muchos antofagastinos.

Lamentablemente esos bellos recuerdos de cine rotativo, con intermedio incluido, hoy están en venta. Así es, en venta. Desde hace algunos días un cartel con letras rojas cuelga del imponente edificio anunciando la puesta en venta del inmueble que cuenta con 2.716,15 m2 de superficie.

Sus propietarios, los mismos dueños del edificio "Segundo Gómez" ubicado en pleno centro de Antofagasta, estarían solicitando (extraoficialmente) 2 mil 125 millones de pesos por el inmueble.

"Lo más doloroso de todo esto es que a mí me tocó escribir un reportaje sobre el cierre del Cine Nacional para El Mercurio. Yo estuve presente esa mañana cuando llegó la gente de Santiago a finiquitar a los trabajadores y cerraron el cine con candado", contó el también académico de la UA, Víctor Bórquez.

Frente a esta situación, que atenta contra el patrimonio de la ciudad, varios son los antofagastinos que ya comenzaron a manifestar su rechazo por la puesta en venta de este edificio que data de 1938. Incluso, a través de la plataforma "Change.org", se inició una campaña de firmas para evitar que este emblemático edificio que brilló en su época sea vendido, y solicitar al Consejo de Monumentos Nacionales que se declare de manera urgente "Monumento Naciona".

"Hace 5 años le propusimos al administrador de los inmuebles en Antofagasta de don Segundo Gómez, convertir el cine en un espacio cultural. Nos dijo que ellos lo transformarían en una súper sala de espectáculos. Tener tanto dinero y partir, es un mal que aqueja a muchos que olvidan que crecieron gracias a Antofagasta y que le deben a la ciudad un mínimo de aporte desinteresado y altruista por el bien de la comunidad y su patrimonio. No tienen respeto por su pasado, sólo los bolsillos llenos", enfatizó la directora de teatro y actriz antofagastina, Arlette Ibarra.