Chile debe invertir unos US$151.447 millones en infraestructura en la próxima década para evitar que aumenten los déficit en esta área, además de apoyar el repunte de la desacelerada economía, dijo ayer la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) a través de un informe sectorial.

En el informe "Infraestructura Crítica para el Desarrollo", la CChC agrupó en tres ejes estratégicos las tareas específicas para el desarrollo económico y social: "infraestructura que nos sostiene o basal", como recursos hídricos, energía y telecomunicaciones; "que nos conecta o logística", vialidad interurbana, aeropuertos, puertos y ferrocarriles; e "infraestructura que nos involucra o social", acerca de vialidad y transporte urbano, espacios públicos, infraestructura educacional, hospitalaria y penitenciaria.

Según el gremio, la materialización de las inversiones proyectadas hacia 2025 en estos ámbitos permitiría que el Producto Interno Bruto (PIB) aumente hasta alcanzar un crecimiento anual cercano al 6%, tres veces más que el año pasado. Eso haría que el país pueda llegar al 2025 con un PIB per cápita de US$34.000.

El documento proyecta inversiones necesarias en todos estos sectores. Por ejemplo, para infraestructura basal afirma que se requieren proyectos por US$50.452 millones; para la infraestructura que nos conecta postuló que se necesitan US$30.353 millones y para infraestructura social apuntó a la necesidad de concretar unos US$70.612 millones en distintas iniciativas.

Pilares de desarrollo

Las áreas que requieren de mayor inversión en 10 años, según el estudio, son Vialidad y transporte urbano (US$54.020 millones), Telecomunicaciones (US$26.346) y Vialidad interurbana (US$20.198 millones).

"Nos interesa que se tome conciencia de las necesidades de infraestructura porque contar estas obras son clave para el desarrollo y la competitividad del país", dijo Jorge Mas, presidente de la CChC.

áreas específicas

El estudio destacó que la vialidad interurbana muestra una conectividad deficiente, mientras que el transporte en las grandes ciudades urge de proyectos de descongestión, como trenes urbanos. La inversión total requerida en estas dos áreas sumaría US$74.218 millones en los próximos 10 años.

En cuanto a recursos hídricos, el gremio estimó que la inversión necesaria alcanzaría los US$12.540 millones para asegurar la disponibilidad de agua.

Sobre el bajo crecimiento económico, el estudio de la CChC estimó que los proyectos ya en construcción serían suficientes para satisfacer gran parte de las inversiones requeridas (unos US$11.566 millones) durante los próximos 10 año.

US$2.000 millones de déficit en infraestructura de conexiones de banda ancha presenta el país a 2015, según la CChC.

US$4.390 millones requiere la inversión en puertos hacia 2025, considerando obras en curso y futuras.

El precio del dólar terminó la sesión de ayer con su tercera alza consecutiva y acumula $10 de avance en esta semana. La divisa logró una ganancia diaria de $1,30 y se cotizó en $670,30 vendedor y $669,80 comprador.

La moneda ha logrado importantes avances en esta semana por la caída del precio del cobre, la principal exportación del país, ante las dudas que sigue generando la economía de China. También por un dato sobre la creación de empleos privados en Estados Unidos que resultó bajo lo esperado, a lo que se sumaron las preocupaciones por el crecimiento de la economía global luego de una débil cifra de manufacturas en China.

El informe de empleo del sector privado de la firma de servicios informáticos ADP mostró la creación de 156.000 puestos de trabajo en abril.

El mercado esperaba un incremento de 196.000 nuevos empleos.

Samuel Levy, jefe del Departamento de Estudios de Capitaria, afirmó que el alza diaria de la moneda fue leve "en línea con el comportamiento de la divisa a nivel internacional".

Levy agregó que el mercado cambiario se encuentra estable a la espera de conocerse los datos de empleo en EE.UU. que se entregarán mañana.

"Una lectura por sobre las expectativas del mercado podría generar un rebote adicional en el dólar, con objetivos en los $ 685", agregó.

El analista añadió que mayo ha sido el mes más alcista para la divisa en los últimos 15 años, donde solamente en tres ocasiones ha retrocedido mientras que la media de subidas es superior al 1,5%".

Caída del cobre

El precio del cobre cerró ayer con una baja de 1,37% en la Bolsa de Metales de Londres (LME) debido a la fortaleza del dólar y la incertidumbre que sigue rondando sobre la economía de China, el principal consumidor del metal rojo del mundo, cuyos indicadores de crecimiento de manufacturas se mantuvieron casi estancados en abril.

El commodity se transó en el mercado internacional en US$2,21897 la libra contado grado A, valor que se compara con los US$2,24982 del martes y con los US$2,28837 del viernes (el lunes fue feriado en ese mercado).

Producto de lo anterior, el promedio del mes bajó a un precio de US$2,23440, mientras que el anual subió hasta los US$2,14194. China representa casi la mitad del consumo global, estimado en 22 millones de toneladas este año.

El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, descartó ayer que la creación del Fondo de Infraestructura, anunciado el martes por la Presidenta Bachelet, pueda generar un impacto en el gasto fiscal del país. El secretario de Estado recalcó que para que este instrumento funcione, "lo más importante es que tengamos las cuentas claras (...) y las cuentas claras acá son que este fondo no está hecho para hacer cosas que el Estado en su presupuesto tiene que hacer".

Al participar en el seminario "Infraestructura para todos: Claves para el desarrollo continuo", realizado en CasaPiedra, Valdés insistió en que el fondo "es simplemente una empresa pública que tiene a su disposición capital, y teóricamente bastante capital, para poder entrar en negocios con el sector privado a través de manera directa en financiamiento o de manera de socio para poder financiar más proyectos".

El jefe de Hacienda retrucó al presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Jorge Mas, quien valoró el martes que el proyecto permita, según él, "separar el gasto corriente del gasto en infraestructura".

"Créeme que a los rectores de las universidades, a los jefes de los servicios de salud, a muchos les gustaría eso. Pero eso no es lo que hace el Fondo de Infraestructura, que no es una operación fiscal", explicó.

"Lo que hace el Fondo de Infraestructura es utilizar activos que tiene el Estado para poder apalancar dinero, para poder facilitar financiamiento. Pero tiene que ser una actividad rentable. Desde el punto de vista privado, tiene que ganar plata", agregó.

Según Valdés, si se transforma el fondo en un subsidio a iniciativas de distinto tipo, "la verdad es que estas cuentas ya no van a ser tan claras".

El secretario de Estado defendió la gestión del actual Gobierno en cuanto a infraestructura durante los últimos dos años, al recordar que "a abril de este año, el Estado ha adjudicado más (proyectos) que el año pasado".