Mundo del Oro Blanco
Cuando el tiempo pasa y la vida en la pampa salitrera no es sino un dato registrado en viejos libros y en recuerdo de ancianos, la fidelidad y admiración de algunos escritores por ese mundo del Oro Blanco aún se manifiesta en sus creaciones.
Sus obras ya no pretenden mostrar un Norte salitrero con las circunstancias que tradicionalmente se le atribuyen, pues de ese universo, intentan escoger los elementos más en consonancia con las motivaciones creativas que les asisten. Al integrar estos elementos no solamente van configurando ambientes para sus acontecimientos, sino que hasta en sus personajes o narradores hacen aflorar una rica dimensión significativa.
Es el Norte en remembranzas con su amplia capacidad evocativa en indicios que, de vez en cuando, se posesionan de las conciencias de ocasionales observadores: un abandonado cementerio inglés, fosas sepulcrales, mármoles, H.S. Cairns "born" 1840, "died" 1875, viejas coronas con rosas de porcelana de Sevres…
"Los ingleses a sus jubilados les regalaban un fino reloj de oro, a sus muertos una corona. La superstición había conservado algunas de las últimas, pero antes cada tumba tenía la suya. En sus buenos tiempos… semejaban jardines multicolores" ("Todavía", 1981, de Carlos León).
La vieja pampa y aquello que se le vincula como indicio valioso, se hace presente en la literatura con su carga de resonancias. Todo ello como símbolo de un acontecer que, contribuye para explicar los anhelos de personajes que ven en los vestigios de otros tiempos, una compleja herencia que aún les otorga una razón de ser.
La pampa vieja sigue siendo una realidad enraizada querenciosamente en muchos; los vestigios materiales son día a día menos, pero la literatura se encarga de devolver la más completa imagen de ese mundo. Evaluada diacrónicamente, si bien es cierto que destaca en títulos y autores, crea a la postre la impresión de no haberse desvinculado del sino que aquejó al mundo salitrero que otrora la sustentaba.
Osvaldo Maya C.