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"Por qué no pensar ahora en exportar energía a Brasil"

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Pablo Matamoros A.

La venta de electricidad a Brasil, Paraguay y Uruguay está dentro de las proyecciones energéticas para la Segunda Región, sobre todo después de concretarse el traspaso de energía a Argentina, negocio llevado adelante por Aes Gener desde su central GasAtacama, ubicada en Mejillones.

El envío fue posible gracias a la reactivación de la línea de transmisión Andes-Salta, perteneciente a Aes Gener, lo que permitió inyectar alrededor de 6.900 MW al Sistema Argentino de Interconexción (SADI) desde el Sistema Interconectado del Norte Grande (SING). Esto debido al colapso energético en Buenos Aires y otras ciudades transandinas producto de una intensa ola de calor en el verano pasado.

Esta exportación 'no tradicional' comenzó a generarse en 2013, con la homologación de protocolos y chequeos técnicos, pero recién quedó autorizada por decreto en 2015. Sin embargo, los precios solamente fueron atractivos en febrero de este año para realizar este negocio.

Mercados

Al finalizar con éxito esta operación, las miradas ahora no sólo van al mercado argentino, sino también a nichos en Brasil, Paraguay y Uruguay, además de la potencial interconexión con Perú, aunque está opción resultará más lenta por la cuantía de las inversiones (tendidos).

Además, el SING tiene un excedente de energía con 4 mil MW instalados y sólo un consumo cerca de 2.767 MW. Este excedente podría aumentar más en los próximos meses debido a la construcción de las centrales Kelar y Cochrane en Mejillones.

¿Cuál es la evaluación después de exportar energía a Argentina desde la Segunda Región?

-Hace tres años que proyectamos a partir de la iniciativa de Aes Gener -y que en febrero pudo concretarse- la exportación de energía a Argentina. Esto ahora es una realidad, pero es sólo un arranque, porque tiene muchas posibilidades de evolución. En febrero tuvimos dos semanas completas exportando energía, pero en marzo también hubo períodos de traspaso. Entonces ya entramos en una especie de régimen de exportación y su evaluación es altamente positiva en término de operaciones y asimilación de protocolos.

¿Qué otros mercados aparecen para el SING al conectarse con la red argentina?

-La exportación funcionó bien en lo técnico y económico. Esto nos hizo acumular una valiosa experiencia que nos permite pensar en exportar más energía hacia Argentina y por qué no pensar que a través de Argentina llegar a los países del Atlántico como Brasil o Paraguay. Hay que pensar que Brasil es un país con enormes recursos, pero también pasa por ciclos de estrechez energética, sobre todo en los períodos de sequía, ya que su base es la hidroelectricidad. Podemos llegar tan lejos como ese país y todo por el arranque de la exportación a Argentina.

Modelos

¿Están las condiciones de mercado y técnicas para pensar en un negocio energético de esa magnitud?

-Aquí hay componentes de modelos de negocios, de interacción entre privados y, por supuesto, de aspectos técnicos. Sin embargo salir hacia al Atlántico usando el sistema argentino es completamente viable. Sin embargo, la prioridad es consolidar la primera exportación, que madure este año y el próximo. Ahora la interconexión del SING y Sistema Interconectado Central (SIC) entregará más posibilidades para mirar hacia otros mercados.

En este último aspecto, ¿cómo avanza el proyecto para enlazar el SING y SIC?

-Ese proceso avanza en dos líneas: el proyecto que impulsa Gdf Suez (línea Mejillones-Copiapó) y el otro proyecto de la empresa colombiana ISA (Copiapó-Polpaico). Estas iniciativas avanza de acuerdo a lo planificado y con las expectativas que a principios del 2018 ya estaremos con un sistema único de Arica a Chiloé.

¿Y el proceso de interconexión con Perú (Tacna-Arica) avanza con la misma rapidez?

-El tema con Perú es distinto, porque no hay una infraestructura y es necesario desarrollarla. Por ello tienen que darse las condiciones para que un ente privado haga ese corredor que cruce la frontera. Y también este posible enlace tiene una lógica más de complementariedad, ya que el sistema peruano tiene abundantes recursos e infraestructura, con una estrechez relativa. Pero ellos tiene un ambicioso plan gasífero en su zona sur, lo que podría completarse con los proyectos energéticos del norte chileno. Esto es otra mirada, pero a más largo plazo.

Existen críticas a la interconexión SING-SIC, sobre todo en cuanto a costos de la energía y vulnerabilidad del sistema, ¿qué aspectos negativos podría tener este nuevo escenario energético?

-La interconexión tiene más aspectos positivos que negativos, porque al estar ampliado el tendido tiene más agentes involucrados, con una mayor cantidad de empresas en competencia. Sin embargo también agrega más seguridad, porque eleva los niveles de respaldo. Por ello desde el punto de vista económico y seguridad lo que viene es mucho más favorable.

¿Y en algún momento el boom de la energía repercutirá en las tarifas de la comunidad?

-Los procesos de licitación cada día reflejan una baja en las tarifas y en los próximos procesos está tendencia debería acentuarse. Sin embargo, estos contratos entrarán en vigencia entre el 2018 al 2020, por lo que hay que tener paciencia, pero la energía va a la baja.