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"Ser músicos de región es lo que nos hace fuerte y orgullosos" "Ser músicos de región es lo que nos hace fuerte y orgullosos"

MÚSICA. Cinthia Santibáñez, rockera antofagastina, vocalista de Crisálida.
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Su voz es inconfundible, transmite una fuerza que emerge de una profunda convicción en lo que hace: cantar con el alma.

Es lo que transmite Cinthia Santibáñez, vocalista de Crisálida, una antofagastina que se abrió paso en el difícil camino de la música en Chile, más aún, en el siempre duro mundo del rock.

Este 2016 esperan concretar la internacionalización de su proyecto, para eso viajarán entre agosto y septiembre a México. Un paso importante esperan cumplir en octubre, cuando viajen a Europa.

¿Cómo nace tu interés por la música, en especial por el canto?

-Mi padre era músico y nací escuchando música docta y desde muy pequeña me gustaba cantar. Inventaba canciones en el baño, en la micro, camino al liceo B-13. Mis compañeros de escuela, liceo y por supuestos mis vecinos de la Corvallis todos pueden dar fe, de lo que hablaba todo el día: sería músico y tendría una banda y que cantaría mis propias canciones.

¿Cuándo y por qué decides viajar a Santiago?

-Viajé a Santiago en 1994, fue a una clínica de Denis Chambers. Ahí hice el "click" y tomé la decisión de emigrar. Finalmente viaje los primeros días de enero en 1995, para quedarme en la capital y comenzar algo nuevo.

¿Cómo fue la experiencia de estudiar canto en la capital?

-Fue duro. Venía con muchos sueños, los bolsillos vacíos y sin ningún lugar donde llegar. Pero las exigencias del nivel de estudio al que llegué, la Escuela Moderna, fue extenuante y el tema del dinero se complicó. Trabajaba todo el día sin tiempo para estudiar. Todo eso y una conversación con mi profesora de canto lírico Alkee Shefelt, me llevó a dejar la escuela con el dolor de mi alma, pero sin duda fue una de las mejores y más difíciles decisiones que tomé.

Rock y voz

Durante el 2015 la banda editó Terra Ancestral, su proyecto más importante hasta hoy. Un disco que contó con Daniel Cardoso, baterista y miembro de Anathema, como productor. Él contribuyó a profundizar el sonido de Crisálida, el cual quedó impregnado también en vinilo, ya que lograron una edición en el clásico formato.

¿Cómo llegas al rock progresivo?

-En el rock siempre estuve, desde mis principios como cantante. No fue extraño llegar a él.

¿Cómo surge la idea de Crisálida?

-La idea llegó de la mano de Rodrigo Sánchez quien fue el gestor de Crisálida. En ese entonces Dream Theater era la banda que reavivaba, por así decirlo, el rock progresivo y lo volvía más duro. Ellos no temían ir de lo más calmo y delicado hasta las guitarras afiladas y fuertes, con rítmicas complejas. Simplemente son geniales.

¿Cuáles son las temáticas de tus canciones?

-En lo personal me motiva escribir de lo que pasa en el país y continente. Escribo y canto acerca de nuestras culturas, de nuestras historias, de las grandes y bellas cosas que ignoramos y que son parte fundamental para reconstruir un pueblo entero, al que se le obligó a olvidar sus orígenes y su propia raza.

Madurez

La banda que partió como un proyecto es una realidad, para Cinthia Santibáñez, el aprendizaje fue profundo "mi mejor aprendizaje ha sido que de verdad los sueños se pueden cumplir y que los milagros existen", afirmó la cantante.

Esos sueños han sido acompañados de premios, con Terra Ancestral este año ganaron en la categoría rock progresivo, de la Radio Futuro, emisora en la cual son constantemente emitidos sus temas.

¿Es complicado mantener el sueño aterrizado?

-A esta edad ya no es difícil mantener los pies en el suelo y seguir soñando. Estamos más maduros como personas y músicos, eso nos mantiene firmes. Con ganas de ganarle a este medio.

¿Sientes que pesa el ser de provincia?

-Lo sentí por muchos años, pero hoy es lo que me hace fuerte y orgullosa. Quienes somos de regiones, tenemos raíces, tenemos tierra, historias tremendas que nos hacen únicos. No somos menos por no nacer en la capital, sino todo lo contrario, estamos llenos de pasión y de fuerza con olor a desierto, a puerto, a bosque o Patagonia.

¿Te sientes reconocida por tu calidad vocal, qué te dicen tus pares en el rubro rockero?

-La verdad siempre se habla muy bien de mi voz y mi desempeño en el escenario y lo agradezco. Creo que si bien he ido mejorando con el tiempo y con la experiencia adquirida, aún falta mucho para ganarme un sitial destacado.

¿Qué metas viene para la banda?

-La primera de ellas es tocar en Europa y en festivales importantes o girar con alguna banda. En lo inmediato grabar un nuevo disco.

Datos de la banda

INTEGRANTES: Voz: Cinthia Santibáñez. Guitarra: Damián Agurto. Bajo: Braulio Aspé. Batería: Rodrigo Sánchez.

CONCIERTOS CHILE: Banda soporte de Anathema, Riverside, Therion, The Gathering (2 veces), Deep Purple (Club Hípico Antofagasta), Tickmen (Tony Levin, Pat Mastelotto, Markus Reutter), ASIA (Músicos de Yes, King Crimson, Emerson Lake and Palmer y The Buggles), Anneke Van Giersbergen, Kari Rueslåtten.

INVITACIONES: 2013: México al Festival Baja Prog, Baja California, Mexicali, junto a Steve Hackett, King Crimson, Eddie Jobson. 2013: Perú al Festival Lima Prog Fest. 2014: Perú al Festival Andes Prog. 2014: Argentina al Festival La Plata Prog.

Rojeces y blancores

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José Joaquín Vallejo, "Jotabeche", Clodomiro Castro y sus cinco cantos de "Las Pampas Salitreras", Carlos Pezoa Véliz ("El "taita" de la Oficina" y "De vuelta de la Pampa") y Víctor Domingo Silva, con "Hacia Allá…", establecieron el ritmo, la conducta y el lenguaje de la Literatura del Norte chileno. Como escritores, juramos, con Aníbal Ponce, "Los Deberes de la Inteligencia", procuramos que la Cultura sea una flor en todas las diestras humanas.

Cobre y salitre son la abundancia de nuestro Norte. Les amamos y defendemos, porque en sus rojeces y blancores se nos ensancha el mañana. Les amamos no por su posibilidad de muerte, no por sus colaboraciones con la ruina y la destrucción. Al contrario, bregamos porque el Cobre y el Salitre se utilicen para la creación y sean materiales preciosos de la vida: Cobre y Salitre para los esplendores de la Paz.

Alejandro Galaz nos sirve en "El Elogio del Cobre". Y Eulogio Gutiérrez, Ricardo A. Latcham, Laura Jorquera y Andrés Garafulic ("Carnalavaca"), resguardan su pasado en los aguafuertes de sus libros combatientes. Neruda llovió, de golpe, en un soneto y Gabriela nos condecoró de patria, determinando que al chileno "lo que él es, lo que puede sacar de sí, el chileno en volumen y en irradiación de energía, hay que conocerle en la zona salitrera o en la región antártica de la Patagonia, fijando en los extremos el poderío de nuestra sangre patria".

Para refrendarla, novelistas y cuentistas del Norte Grande, González Zenteno, Mario Bahamonde, Homero Bascuñán, Nicolás Ferraro, Humberto Sánchez, urdieron historias en las que la Vida y la Muerte atraviesan nuestro paisaje.

Nuestra pampa verdea en un árbol: el pimiento. Árbol terroso y triste, con las ramas curvadas, como si el peso de la fatalidad rodara encima de ellas. Es un árbol generosísimo: sin exigir ni dos gotas de agua, nos brinda su cobijo de sombras en el desierto. Los viajeros saben que tras la jornada abrasadora, el pimiento les acogerá en su pequeño círculo de frescor.

Andrés Sabella