Actividad del hipódromo local funcionaba a pérdida
INGRESOS. Cercanos a la directiva del Club Hípico de Antofagasta insisten en esa versión; por eso se tomó decisión de vender el recinto.
Nuevos antecedentes van surgiendo, a medida que pasan los días, en la historia que envuelve a la acción de compraventa a que fue sometido el Hipódromo Isidro Bosch de La Chimba, terreno del Club Hípico de Antofagasta (CHA) Sociedad Anónima (S.A.).
Algunos socios y accionistas que prefieren el anonimato, como ha sucedido también con la contraparte, insisten que la enajenación se materializó debido a que la actividad no era productiva, "peor que eso: generaba pérdidas".
Además, la compradora Inmobiliaria Río Napo, de la Empresa Guzmán y Larraín, tenía en mente cambiar el uso de suelo para construir varias torres de modernos departamentos con sus respectivas piscinas, plazas, paseos y estacionamientos.
Etapa probatoria
El recinto del CHA S.A., ubicado en avenida Pedro Aguirre Cerda 8980 -sector norte de Antofagasta- y dedicado a las carreras de caballos, fue cerrado el 31 de enero de 2013.
Eso tuvo lugar después de 105 años de competencias, reclaman quienes no están de acuerdo con la venta, "porque, además, produjo una cesantía de cientos de personas, perjudicando a grupos familiares que suman mil personas".
Sobre la base de esa realidad y el deseo de que el Deporte de los Reyes continuara, dos socios accionistas -Mario Zanabria y Sergio Rivadeneira- determinaron demandar al Club Hípico de Antofagasta Sociedad Anónima.
Es por eso que el proceso judicial sigue su curso ya por tres años, teniéndose claro que puede haber otros tantos para que los tribunales fallen.
En la actualidad, los litigantes se encuentran en etapa probatoria, es decir entregando pruebas y documentos que sirvan de tal, en busca del éxito al final del juicio.
Diferencia de precios
Según algunos hípicos, el expresidente del CHA, Pedro Troncoso (QEPD), vendió el terreno del Club Hípico con dos precios -7 UF el metro cuadrado del frontis y 1,6 UF del m2 de las hectáreas restantes-, porque sabía el tema del óvalo que incluye la pista de las carreras.
"La idea era que Río Napo, inmobiliaria compradora, después solucionara el problema, cambiando el uso de suelo, algo que no se hace de un día para otro", indican partidarios.
Según los informantes, los compradores del hipódromo pueden hacer las construcciones y en la parte del óvalo, canchas para el fútbol y otras disciplinas "y se ahorran el cambio de uso de suelo", aunque "no sabemos qué tiene planificado Río Napo en ese tramo".
Quienes defienden la venta aseguran que Troncoso estudió todas las aristas de lo que ello podía implicar "y no encontró nada que lo impidiera".
Otras cosas que piensa el grupo es que "lo que quieren los demandantes es se devuelvan a Río Napo los $18.000 millones de la compra para que retorne la hípica, algo prácticamente imposible".