Secciones

Cantinera Irene Morales

E-mail Compartir

El pintor Pascual Ortega hizo el retrato de Irene Morales, "la famosa cantinera Irene", exaltada por Daniel Riquelme y por los octosílabos del romance popular anónimo:

"Tú, que la gloriosa huella de Prat y Condell seguiste…", mostrándola en su airosa posición guerrera. Luciendo su sombrero con airón, con el largo sutil en las manos y las botas limpísimas, posa para la posteridad de sus hazañas de "cantinera" de la Guerra del Pacífico.

En "El álbum de las Glorias de Chile", Benjamín Vicuña Mackenna habla de estas heroicas mujeres que: ora con el manto majestuoso de la matrona romana, ora con el albo delantal de la virgen, ora con el traje pintoresco de las cantineras de batallón, supieron vivir la contienda, sangre a sangre, contribuyendo a que nuestras armas fuesen las de la victoria.

Leonor González, Juana N… María Quiteria Ramírez y, por cierto, Irene Morales, forman un cuadro dignísimo de coraje y virtudes cívicas. Vicuña Mackenna es el primero en destacar el honor de estas "agrupaciones femeninas asociadas a la guerra" que representaron el arrojo y la ternura de nuestras mujeres.

Irene Morales se enroló a los ejércitos chilenos, porque había tal odio en su corazón contra los enemigos, que no podía satisfacerlo, sino combatiéndolos a muerte.

Su esposo había sido fusilado, en Antofagasta, por las autoridades bolivianas, antes del 14 de febrero, acusado de robos y tropelías que nunca realizó. El dolor de Irene no se calmó jamás. Apenas sonó el clarín de las batallas, se decidió a vivirlas, vengando, de este modo, la injusticia cometida con el hombre de su vida.

Se recuerda que, el 14 de febrero de 1879, cuando los chilenos paseaban su gallardía por las calles del puerto, Irene arrancó el escudo de Bolivia, del Cuartel de Policía.

Irene pertenece al grupo bravío y selecto de chilenas que acompañaron a nuestros soldados, sirviéndolos y curándoles sus heridas, alentándolos en sus desamparos y desmayos.

¿Dónde se alza el monumento a las "cantineras", que las honre en su actitud del 79? Chile se los debe.

Andrés Sabella, 14 febrero 1983

En su revancha en Viña del Mar Meruane cayó ante el 'Monstruo'

HUMOR. El comediante volvió a sufrir la desaprobación del exigente público de la Quinta Vergara, repitiendo el episodio vivido hace 5 años sobre este mismo escenario.
E-mail Compartir

Fue como un déjà vu de lo ocurrido en 2011... pero sin los "gracias no se molesten". Ricardo Meruane no logró reivindicarse ante el Monstruo de la Quinta Vergara, pese a que fue él mismo quien se ofreció para volver a enfrentar a la audiencia más difícil del país este año.

Meruane se subió al escenario del Festival de Viña del Mar con una rutina muy inferior a la presentada en las jornadas anteriores por sus colegas (Edo Caroe, Rodrigo González, Natalia Valdebenito y Los locos del humor). Y el público no tuvo problemas en manifestar su disconformidad.

Las pifias cedieron a ratos durante los primeros minutos, pero terminaron imponiéndose, hasta forzarlo a despedirse del escenario cuando llevaba menos de media hora frente al público. Pero esto fue sólo un "falso adiós", pues los animadores dialogaron con él un par de minutos y lo convencieron de quedarse un rato más.

La reacción de Carolina de Moras y Rafael Araneda tiene bastante sentido si se considera que el cierre de ayer no se podía adelantar, puesto a que su protagonista, Don Omar, aterrizó en Chile cuando ya había empezado la transmisión televisiva.

Meruane tuvo valor en aquella segunda tanda. Pese a que el público lo pifió sin mesura y lo echó a viva voz gritándole "chao", él siguió firme. ¿Terquedad o valentía? Difícil predecirlo, pero claramente este episodio debería amedrentarlo de la idea de volver.

La noche arrancó con la presentación de Wisin quien regresaba al Festival de Viña del Mar por tercera vez con un encendido espectáculo, y logró repetir el éxito que logró en sus anteriores visitas con el ya extinto dúo Wisin & Yandel en 2008 y 2013.