Una completa radiografía entregó el segundo Estudio Nacional de la Discapacidad del Ministerio de Desarrollo Social, detallando la realidad del país y de Antofagasta en diferentes rangos etarios.

Las cifras son reveladoras en cuanto al número de discapacitados mayores de edad en la región. El número abarca a más de 37 mil personas, cuyo porcentaje más alto se ubica entre las mujeres con más de 60 años.

Hay que dejar en claro que la discapacidad tiene múltiples formas y no sólo está asociada a las limitaciones físicas, sino también a problemas visuales, sensoriales y auditivos, entre otros, siendo un tema de largo alcance que abarca múltiples aspectos sociales y económicos.

Del total de la población de la región, 25 mil personas sufren discapacidad moderada y 11.779 severa, donde el mayor porcentaje afecta al mundo femenino en todas las edades, de acuerdo al informe.

¿Pero qué hacemos como sociedad para facilitar la vida a estas personas? Si bien hay esfuerzos importantes gracias a la Teletón durante los últimos años y una serie de políticas de estado, todavía queda bastante por hacer en el plano del respeto y la inclusión en todas sus formas.

Y los antofagastinos tenemos mucho que decir y avanzar sobre el tema. Aún falta más integración y menos miradas de indiferencia, tema que es fácil de ver en el diario vivir.

Dificultades para abordar la locomoción colectiva, autos mal estacionados sobre las aceras, falta de accesos a los edificios, mal estado de calles, escasa incorporación al mundo laboral y a veces situaciones de menoscabo y maltrato, son algunos de los problemas más frecuentes. Una persona en silla de ruedas puede tardar hasta dos horas para abordar un colectivo o una máquina del TransAntofagasta, situación que habla de un problema grave y de una realidad desconocida para muchos.

Es necesario ser solidarios y ponerse siempre en el lugar del otro. La discapacidad requiere del apoyo de todos.

100 años | 23 de febrero de 1916

Crece oferta laboral en las oficinas salitreras

El diario de la época consignaba la gran cantidad de trabajadores que llegaban a la región en los vapores provenientes del sur del país, a fin de laborar en las diferentes salitreras de la región. En un aviso se leía: "La Compañía Lautaro, de Taltal, necesita un buen fundidor para una de sus oficinas salitreras".

50 años | 23 de febrero de 1966

Rusia puso en órbita nave espacial con dos perros

La Unión Soviética lanzó un satélite que lleva dos perros, a fin de realizar estudios biológicos en el espacio. El anuncio fue hecho por la agencia oficial de noticias Tass, aclarando que el satélite es el número 110 de la serie Cosmos, y que los animales se llaman Veterok y Ugolyok. La noticia no explica si serán rescatados los perros.

10 años | 23 de febrero de 2006

Camión provocó caos al arrasar con seis postes

Un total de seis postes derribados en la avenida Séptimo de Línea y Zenteno, además de cortes de tránsito y la inquietud de los vecinos, provocó un camión cuya carga se enredó en los cables de alta tensión. A ello debe sumarse dos viviendas con daños menores producto de la caída de dos postes.

El Departamento de Seguridad Pública de la Organización de los Estados Americanos advierte que los programas de intervención diferenciados al interior de los centros penales tanto de menores o adolescentes y adultos, podrían ayudar a disminuir la reincidencia en materia de delitos entre un 20% y 40%, siempre y cuando se ajusten a criterios de efectividad.

Esto es mediante programas de intervención sistematizados respecto de su metodología, diseño e implementación, esto es con adecuados procesos de monitoreo y evaluación que avalen su efectividad. Contando para ello con profesionales con competencias técnicas y comprometidos con su labor, en un materia tan sensible como sociedad, como es la reinserción social de personas en conflicto con la ley. Y lo anterior aplica también para programas del medio libre, particularmente en materia de responsabilidad penal adolescente bajo la ley 20.084.

Estas intervenciones debieran ser orientadas a toda la población penal y no sólo a un segmento; lo anterior en materia de acceso a la educación formal, capacitación, habilitación/apresto laboral, tratamiento de drogas, intervención en factores criminógenos y redes de apoyo, entre otros.

Ahora bien, las posibilidades reales que personas privadas de libertad puedan reintegrarse a la sociedad, manteniéndose apartados de la actividad delictiva, no está garantizada per se por el sólo hecho de haber estado privado de libertad, ya sea en calidad de imputado o cumpliendo una condena. Al contrario, se cuenta con la suficiente evidencia que enfatiza que el encarcelamiento, inclusive por periodos breves o transitorios, provoca un importante impacto tanto en las relaciones familiares y sociales como en las posibilidades futuras de trabajo o empleo.

A su vez, las investigaciones apuntan que la reincidencia posterior del encarcelamiento es la norma más que la excepción, donde la relación entre encarcelamiento y reincidencia es estrecha.

En suma, estudios en materia de reincidencia plantean que una adecuada coordinación entre los programas intramuros con los del medio libre luego del egreso son indispensables, puesto que la supervisión y acompañamiento postegreso son primordiales para prevenir la reincidencia en materia de delitos. Por tal razón es vital el trabajo en red tanto del sistema público como privado, ya que la reinserción es una tarea de todos.

Golda Barrientos Bellone

Sicóloga Defensoría Regional de Antofagasta