Más Estado
"La moderna pugna entre Mercado y Estado es una disyuntiva que ronda con fuerza en algunos".
Para muchos, el Estado es lento e ineficiente. Un estigma para una sociedad que en regiones se profundiza en la medida que se desarrolla y requiere progresar. Para otros, es preciso abandonar la administración pública y dejar paso a la iniciativa privada, que asegura mayores y mejores acciones en la búsqueda del objetivo de todos. Hace "mejor las cosas" y tiene como norma la productividad y supuestamente genera riqueza. El Estado para colocar condiciones para que esto último suceda.
¿Cómo entonces algunos desde la función pública reclaman "más Estado"? ¿Más eficiencia y más sentido común y pretender un sentido compartido de que las cosas ahora se harán?
A esa disyuntiva, que es subjetiva, la primera discusión es comprender la premisa del líder que osadamente concluye que antes de él no "hubo Estado". Y lo segundo, entender que esa premisa puede venir de alguien que luego de un profundo análisis concluye que la región nace desde que asume y que todas sus estructuras están al debe y es necesario comenzar correcciones.
El fino límite entre el rol del Estado, que tiende a desaparecer y se diluye en manos de las multinacionales y la globalización, y la capacidad de "hacer gestión" en tamaña selva; conlleva a que en la región nos enfrentamos a marañas muchos menos épicas y que se soslayan poniendo pasión y criterio a cada uno de los pasos que se deben dar.
En política también hacen falta emprendedores. Que visualicen lo moderno de la pugna entre Mercado y Estado. Aquella visión que permita pensar en gestión y no en personalismos que tienen un fuerte componente de tejer redes para sentirse ubicado en el futuro, pero sin perder poder o influencia.
Y claro, en ese sentido, es la región la que pierde. Porque la disyuntiva no es colocar personalismos antes que la pasión por gobernar. Lo real es colocar planes y programas para resolver lo que el interés público valora y adecuar la gestión con aquellos que efectivamente sientan pasión por esa función. Y ante eso, la discusión por Mercado o Estado pasa por la doctrina, que adecuada perfectamente en el análisis y discusión por los contenidos de planes y programas, se valoriza ante la opinión pública y exige a aquellos que tendrán la obligación de la gestión.
Ricardo Andrade
Académico