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La ansiedad afecta la forma en que caminan las personas

SICOLOGÍA. Este estado puede provocar una inclinación hacia la izquierda. Expertos recordaron que el exceso de estrés puede causar enfermedades.
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Pamela De Vicenzi

La ansiedad provoca diversos efectos en la conducta. Desde un cambio en el metabolismo hasta el punto de partida de enfermedades sicológicas. Pero también puede influir en las actividades cotidianas de las personas, entre ellas, la dirección en la que uno camina.

Un estudio de Mario Weick, de la Escuela de Sicología de la Universidad de Kent (Reino Unido), asegura que cuando se experimenta ansiedad e inhibición hay una mayor actividad en el lado derecho del cerebro, lo que provoca que las personas caminen en una trayectoria hacia la izquierda.

Esto vincula por primera vez la activación de los dos hemisferios del cerebro con los cambios laterales en las trayectorias de la caminata de las personas.

Las causas

El estudio, publicado en la revista Cognition, apuntó a establecer por qué los individuos muestran una tendencia a asignar una atención desigual a través del espacio.

Para ello, el equipo de investigación reclutó a un grupo de personas a las que les vendaron los ojos. Luego, se les pidió que caminaran en línea recta a través de una habitación hacia un objeto visto anteriormente.

Los resultados mostraron que las personas ansiosas que tuvieron los ojos vendados eran más propensas a caminar hacia la izquierda, lo que indica una mayor activación del hemisferio derecho del cerebro.

La investigación indica que los dos hemisferios del cerebro están asociados con diferentes sistemas motivacionales. Estos se relacionan en el lado derecho de la inhibición y de la izquierda para acercarse.

Los hallazgos podrían influir en el tratamiento de la negligencia unilateral, que es una condición causada por la falta de conciencia de un lado del espacio. En particular, las personas que sufren de abandono del lado derecho se pueden beneficiar de las intervenciones para reducir la ansiedad.

Consecuencias negativas

En tanto, un artículo publicado en la revista Current Opinion in Psychiatry aconseja a la gente buscar maneras para reducir el estrés crónico y la ansiedad en sus vidas, ya que tienen un mayor riesgo de desarrollar depresión e incluso demencia.

Linda Mah, perteneciente al Instituto de Investigación Rotman del Baycrest Health Sciences (Canadá), da cuenta en el escrito de una revisión que examinó áreas del cerebro afectadas por la ansiedad crónica, el miedo y el estrés en los estudios en animales y humanos.

Los autores llegaron a la conclusión de que hay una "amplia superposición" de los neurocircuitos del cerebro en las tres condiciones antes mencionadas, lo que favorece el desarrollo de los trastornos neurosiquiátricos como la depresión y la enfermedad de Alzheimer.

El artículo señala que experimentar la ansiedad, el miedo y el estrés se considera como una parte normal de la vida cuando es ocasional y temporal. Por ejemplo, cuando el estudiante está a punto de realizar un examen o enfrentarse a una entrevista de trabajo.

Sin embargo, cuando esas reacciones emocionales agudas se vuelven más frecuentes o crónicas, pueden interferir significativamente con las actividades de la vida diaria, como el trabajo, la escuela y relaciones.

El estrés crónico ocurre a causa de la activación prolongada de la respuesta al estrés fisiológico, lo que puede causar estragos en los sistemas inmunológico, metabólico y cardiovascular y conducir a la atrofia del hipocampo del cerebro, crucial para la memoria a largo plazo y la navegación espacial.

Las comidas que reducen la ansiedad

Un estudio realizado el año pasado en la Universidad de Maryland (EE.UU.) sugirió que la flora intestinal podría ser capaz de reducir la ansiedad social y, sobre todo en las personas que están genéticamente predispuestos. Sin embargo, el tipo de flora estas personas tenían era crucial, ya que quienes comieron los alimentos fermentados (tales como el chucrut, el yogurt y el kéfir) estimularon las bacterias del organismo de tal forma que crecieron y redujeron los niveles de estrés.

Al menos 41 millones de niños menores de 5 años son obesos, según la oms

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Al menos 41 millones de niños menores de cinco años son obesos, y las cifras sobre sobrepeso crecen especialmente en los países en desarrollo, según un informe presentado ayer por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La Comisión para el Fin de la Obesidad Infantil fue establecida hace dos años con el objetivo de elaborar un informe sobre recomendaciones transversales y multidisciplinarias par luchar contra la creciente lacra del sobrepeso en los menores.

Los datos globales se están aún compilando y la OMS los desvelará a medida que avance el año. Las cifras incluirán también números sobre niños mayores de cinco años y sobre adolescentes.

Por ahora, los datos con los que cuenta la OMS muestran que la prevalencia del sobrepeso en los niños menores de 5 años ha aumentado entre 1990 y 2014 del 4,8 % al 6,1 %.

Lo que en números absolutos implica un incremento desde los 31 millones hace 26 años a los 41 millones.

El número de niños con sobrepeso en los países con ingresos bajos y medios se ha multiplicado por más de dos en el mismo periodo: de 7,5 millones a 15,5 millones.

"El sobrepeso es una pesadilla en potencia en el mundo en desarrollo", señaló Peter Gluckman, copresidente de la comisión, citado por EFE.

Según los datos con los que cuenta la OMS, en 2014 el 48 % de todos los niños obesos y con sobrepeso vivían en Asia, y el 25 % en África. El número de niños africanos menores de cinco años en África también ha doblado desde 1990: de 5,4 millones a 10,3 millones.

Con respecto a Latinoamérica se estima que la prevalencia de sobrepeso en la región se sitúa en un 8 % de los niños menores de cinco años.

El informe recomienda que se eduque a niños, padres, docentes y dirigentes sobre la importancia del consumo de la comida sana y de reducir la ingesta de azúcares y grasas.

El informe parcial de la oms

Resultados

Los datos de la OMS muestran que la prevalencia del sobrepeso en los niños menores de 5 años ha aumentado entre 1990 y 2014 del 4,8 % al 6,1 %.

Futuros datos

La entidad advirtió que esta entrega es preliminar. Se están recabando más datos para dar a conocer las cifras de los niños mayores de 5 años.