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Argentina lanza un operativo con más de 500 efectivos para capturar a tres prófugos

SANTA FE. Dos agentes resultaron heridos por los intercambios de balas.
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Más de 500 efectivos policiales, con el apoyo de tres helicópteros, patrullaban ayer las localidades de Matilde y San Agustín, en la provincia argentina de Santa Fe, con el fin de dar con el paradero de tres presos prófugos condenados por un crimen vinculado con el narcotráfico.

Se trata de Víctor Schillaci y los hermanos Martín y Cristian Lanatta, condenados a cadena perpetua por un triple crimen vinculado al narcotráfico en agosto de 2008 y que el 27 de diciembre escaparon de la cárcel de máxima seguridad de General Alvear, en la provincia de Buenos Aires.

Según reportaron los medios locales, las autoridades comunales le recomendaron a los pobladores no tener contacto con desconocidos y cerrar las puertas.

En el operativo participaban funcionarios de Gendarmería, de la Policía Federal, la Policía de Seguridad Aeroportuaria, además de agentes de la Policía de Santa Fe, quienes hicieron registros casa por casa.

Hubo varios intercambios de balas entre la policía y los reos, los cuales dejaron al menos dos agentes heridos.

Según el diario Clarín, se trata de un despliegue sin precedentes para la provincia de Santa Fe que unificó fuerzas federales y provinciales en conjunto con funcionarios políticos del Gobierno nacional, como el subsecretario de Seguridad, Eugenio Bruzaco. A la provincia también se trasladó la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich

Estaba previsto que el operativo continuara por la noche, pese a que las expectativas por dar con los prófugos comenzaban a debilitarse.

2 agentes

de la policía resultaron heridos de bala durante el operativo en Santa Fe. 27

de diciembre escaparon de la cárcel los tres prófugos que la policía intentaba capturar ayer.

EE.UU. pide acción internacional conjunta contra Corea del Norte

PRUEBA. Japón no detectó variaciones en los niveles de radiactividad.
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Estados Unidos, Corea del Sur y Japón acordaron impulsar una respuesta conjunta de la comunidad internacional, según informó la oficina de la Presidencia en Seúl ayer, tras el ensayo nuclear que realizó el miércoles Corea del Norte.

El gobierno surcoreano indicó que el presidente de EE.UU., Barack Obama, y su par de Corea del Sur, Park Geun Hye, habían acordado telefónicamente cooperar para que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas apruebe una resolución que imponga duras sanciones al régimen comunista de Pyongyang.

Según la Casa Blanca, Obama también acordó con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, buscar una "fuerte reacción conjunta internacional al reciente comportamiento temerario de Corea del Norte".

El secretario de Defensa de EE.UU., Ashton Carter, y su homólogo surcoreano, Han Min Koo, ya habían advertido a Corea del Norte, que la nueva prueba nuclear, supuestamente de una bomba de hidrógeno, tendría graves consecuencias.

Rusia compartió la preocupación por la situación. El viceministro de Exteriores ruso, Ígor Morgulov, y el representante especial de EE. UU. para Corea del Norte, Son Kim, coincidieron a la hora de denunciar en conversación telefónica que las acciones de Pyongyang "son una abierta violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU".

Por otro lado, una portavoz de la oficina de la Presidencia en Seúl anunció que Corea del Sur reanudará a partir de hoy la emisión en la frontera intercoreana de mensajes de propaganda por altavoces dirigidos contra el régimen norcoreano.

La Autoridad de Regulación Nuclear de Japón (NRA) anunció que no ha detectado variaciones en los niveles de radiactividad en el aire. El organismo dijo que no encontró yodo ni cesio en las muestras de polvo recogidas el miércoles. Pese a esto, en el último ensayo atómico norcoreano de 2013 los aviones de reconocimiento no encontraron rastros, lo que podría indicar que Norcorea selló completamente los túneles de la detonación.

Amenaza terrorista resurge en París a un año de Charlie Hebdo

FRANCIA. La policía abatió a un hombre que, armado con un cuchillo, intentó atacar una comisaría de la ciudad.
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Mabel González / Agencias

La amenaza terrorista resurgió ayer en París en el primer aniversario de la masacre de Charlie Hebdo con el ataque frustrado de un hombre armado con un cuchillo, que fue abatido por la policía, contra una comisaría en un barrio del norte de la capital francesa.

"Nunca desde hace décadas, la misión (de las fuerzas del orden) ha sido tan necesaria y exigente, porque el terrorismo no ha dejado de hacer pesar sobre nuestro país una amenaza terrible", subrayó el Presidente francés, François Hollande, en un homenaje a los agentes.

Al tiempo que el líder galo pronunciaba estas palabras a las 11.30 (10.30 GMT), para coincidir con la hora del ataque al semanario, un joven de 20 años y origen marroquí, según los medios franceses -aunque oficialmente aún se ignora su identidad-, blandió un cuchillo y gritó "Allahu Akbar" ("Dios es el más grande") antes de ser abatido por un agente, según las autoridades.

El joven había jurado lealtad al líder del Estado islámico (EI), Abu Bakr al Baghdadi, de acuerdo a fuentes próximas a la investigación.

En un primer momento se pensó que el hombre portaba un cinturón de explosivos, extremo que se descartó posteriormente.

Sobre el cadáver se halló un papel con la bandera del grupo yihadista y una reivindicación manuscrita en lengua árabe, precisó la Fiscalía, que anunció que la sección antiterrorista asumió la investigación de los hechos.

El incidente ocurre menos de dos meses después de los atentados de París y Saint-Denis del pasado 13 de noviembre que causaron 130 muertos, con el recuerdo presente de los ataques a la revista Charlie Hebdo y el supermercado judío, y en pleno debate antiterrorista.

En ese contexto se enmarcan la reciente aprobación del retiro de la ciudadanía francesa a los terroristas con doble nacionalidad y un proyecto de ley que prevé extender los poderes policiales.

Algunos testigos cuestionaron la explicación oficial, como Charlotte -nombre ficticio-, que rechazó que el policía actuara en defensa propia.

"Es imposible, el hombre avanzaba hacia los agentes y ellos le pidieron que retrocediese. Él lo hizo, aunque luego volvió a acercarse", detalló con voz temblorosa ante una nube de periodistas.

Mientras tanto, en la antigua sede de Charlie Hebdo, donde doce personas murieron hace un año, algunos ciudadanos depositaban flores bajo la placa conmemorativa de las víctimas inaugurada ayer.

La publicación que hoy dirige Riss, tras el asesinato de Charb, su anterior jefe, conoció un fuerte aumento de los abonados tras la tragedia, de 30 mil a 220 mil. Sin embargo, no ha superado una crisis interna que enfrenta a parte de la plantilla con la dirección y ha provocado la dimisión de dos viñetistas.

Presunto terrorista había sido arrestado

El presunto terrorista fue identificado por los medios franceses como un joven de 20 años y origen marroquí, gracias a sus huellas dactilares, ya que podría tener antecedentes por robo, si bien las autoridades no han confirmado oficialmente hasta el momento su identidad. Según esos medios, el hombre había sido arrestado en 2013 en el departamento meridional de Var por robo y entonces aseguró que se llamaba Sallah Ali, que no tenía domicilio fijo y que había nacido en Casablanca (Marruecos) en 1995.