Adiós 2015
Decir adiós, resulta siempre difícil; "soltar amarras ", como se dice, nos cuesta a todos, despedir un año es también una situación que produce sentimientos muy encontrados, alegría y nostalgia. Sin duda, agradecemos a Dios y la vida habernos entregado un tiempo más para progresar en todo ámbito y disfrutar de nuestra familia, dilectos amigos y especiales personas que forman parte de nuestra diaria existencia, a la vez también constatamos, con natural aprehensión, que un año más, es obviamente un año menos, esa es la Ley de la vida, pasar por esta existencia, cual estrella fugaz.
A nivel país, debemos reconocer que el año que despedimos, fue para nuestra Patria un año difícil, la madre naturaleza se portó hostil y ocasionó grandes pérdidas, en varias regiones de nuestro querido Chile.
En lo personal, cada ser humano hace su propio balance de un año más, es en Navidad y Año Nuevo, el período en que más se viaja, ya en alguna ocasión lo he mencionado, aeropuertos, terminales de buses y carreteras se ven sobrepasados en sus capacidades, miles de personas se movilizan para el encuentro de sus seres más queridos, para disfrutar por unos instantes de la intimidad familiar, reunidos por el sagrado vínculo del amor. En estas fechas tan señaladas, también cada uno de nosotros hacemos un personal viaje hacia nuestro interior, buscando nostálgicos, los recuerdos de vivencias pasadas y que con el transcurrir del tiempo son imperecederos recuerdos, que caminarán la vida junto a nosotros hasta el fin de los tiempos.
Resulta muy valioso, al despedir un año, evaluar también, cuan valioso o pobre fue mi aporte al año que se va, no precisamente al año, si no a cómo fue mi entrega con las personas que a diario convivo, en la familia, en el trabajo, con mis amigos y por supuesto también con los desconocidos, que en ocasiones necesitan con gran urgencia de nuestras manos para seguir adelante.
Aunque resulte pueril decirlo, cuan valioso es para el diario convivir, no pensar mal de todo el mundo, escuchar con atención e interés a todas las personas, ser pacientes y amables ante toda situación, dejar en el total olvido, la violencia verbal y ni pensar en la física, estar cada día dispuestos a perdonar de inmediato y a resolver las diferencias, a ser generosos en todo con todo el mundo, generosos en tiempo, consuelo, aporte, cariño, misericordia, generosos en el dar, sin pensar jamás en la recompensa, dicen que en la medida que nosotros medimos se nos medirá en el día final…..
Al decir adiós a un año más, que maravilloso es poder con fe y esperanza, agradecer a Dios y a la vida por todo y por todos.
Feliz y venturoso 2016 a cada uno de ustedes.
Martín Bretón O.
Magister en Política
Educacional