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Critican sin piedad el último libro de Jodorowsky la hora de las regiones

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Coquimbo tiene la primera red social de literatura infantil

"La vida es un cuento" (Nuevos Tiempos, del sello Editorial Siruela) es lo más reciente que el chileno Alejandro Jodorowsky ha dado a la imprenta. Se trata de la ampliación de su libro de cuentos "El tesoro de la sombra" (2003), al que además agregó otros escritos, reuniendo textos sobre un amplio registro de temas que llega a las 280 páginas. Por ellas desfilan historias sobre la eternidad, algo de pornografía y el caso de un bonsái dejado a su libre crecimiento. El sicomago y chamán de 87 años dijo en la presentación que "basta de literatura de crímenes, que es puro negocio, y de clasificarla en clásica, negra, rosa... la literatura es literatura", aseveró. Aun cuando las buenas críticas llegaron, las no tan complacidas también se dejaron caer, como la del suplemento español "Babelia", que sentenció que el libro "no presenta batalla en el campo literario" y "es un libro de autoayuda que elude hacer preguntas incómodas". Aludiendo al jardinero-escritor que creó este volumen, la crítica afirma que "el resultado final es un aluvión de apotegmas, ocurrencias, relatos pseudosapienciales, microrrelatos de color gnómico, facecias y sentencias para carpetas de adolescentes".

Se define como la primera red social de literatura infantil inédita, proyecto cofinanciado por Corfo y que en ocho meses espera afianzarse para luego comercializarse y difundirse en colegios. "Biblioblablapp" busca desarrollar una aplicación y una plataforma web para los niños y niñas de la Región de Coquimbo. Ya convocaron a quienes tienen entre 5 y 12 años a participar en el concurso "Qué cuentas". También buscan mejorar el vocabulario, la lectura, la ortografía y la escritura.


Chile, el regreso del cómic picaresco

"La recopilación definitiva del cómic erótico chileno". Así se anunció el libro "Pin-Up Comics Picaresco en Chile", compilación hecha por el coleccionista Moisés Hassen y la editora María Eliana Aguayo, que fue presentado con un anfitrión muy ad hoc: el actor Patricio Torres caracterizado como el pícaro "Pepe Antártico", personaje del dibujante Percy. Títulos como "Monos y Monadas" y "Mi Kits" de comienzos del siglo 20, clásicos como "Cosquillas", "Viejo verde" y "Zaz pirulín", y hasta las más recientes como "Quirquincho" y "Papaya", componen las portadas que se muestran en este libro de Editorial NautaColecciones. Según aportó esta investigación, la edad de oro del género se produjo a partir de 1945, teniendo publicaciones como "Pobre diablo" y "El pingüino" el récord de alcanzar el millar de ejemplares. "Estas publicaciones permitieron que mucha gente viviera del humor. Fueron una escuela con maestros y ayudantes, que posibilitaron la aparición de Pepo, Themo, Lukas, Guido Vallejos, quienes después crearían las más populares historietas nacionales", explicó Moisés Hasson. "Así como los cómic infantiles abrieron la puerta a lectura de muchas generaciones, las revistas picarescas representan un correlato de la historia de Chile en el siglo XX y de cómo nuestra sociedad vivía el humor y el erotismo en una época de gran bohemia nocturna", agregó María Eliana Aguayo.


Llega "Provinciana",

Una nueva revista de literatura y pensamiento acaba de lanzar el sello editorial Universidad de Valparaíso. "Provinciana" es un esfuerzo que en su primer número se empina a las 240 páginas y escarba en "la riqueza del Chile profundo". Publicada gracias al Fondo de Fomento del Libro y la Lectura, la primera entrega se sitúa en un eje evocador: "Mar/ Campos / Cielo". Afirman al inicio que "es la hora de las regiones, de las texturas locales, de los oficios del pueblo y de todas esas claves todavía experienciables en nuestro continente que continúan hablando de una vida vivida a escala humana". Destacan textos de Fidel Sepúlveda, Régis Poulet y Alberto Cruz; entrevistas al poeta Diego Maquieira, al filósofo Vicente Serrano, al diputado Iván Fuentes, al escritor Óscar Bustamente y al cronista Miguel Laborde; también fragmentos de "La recta provincia" de Raúl Ruiz, el poema "De cielo a tu corazón", de Óscar Castro, y el cuento "Crepúsculo", de Federico Gana.


"Gay Gigante" publica libro con sus miedos y obsesiones

Gabriel Ebensperger es un ilustrador y diseñador gráfico chileno que acaba de publicar por editorial Catalonia "Gay Gigante", un libro ilustrado protagonizado por un personaje que tiene algo de autobiográfico: se trata de un gigante rosado que va compartiendo sus vivencias, obsesiones y temores. La bajada del libro señala: "Una historia sobre el miedo" y abre las puertas de mundos que permanecen segregados. En el lanzamiento de la lllamada primera novela gráfica gay chilena, la presentación fue de Pablo Simonetti, Alberto Montt y Paloma Salas. Montt destacó el notable sentido del humor del volumen. Simonetti dijo que es una guía para respetarse, para sentirse menos solos. Ebensperger agregó que servirá para apoyar la lucha contra uno mismo: "Dejar de sentir culpa por ser quién es y cómo uno es".

En el radar

Tallerismo

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P rolifera la oferta de talleres literarios. Se supone que los escritores "de verdad" debieran hacer uno para promover su impronta o dejar huellas. He hecho algunos y no sé si han funcionado, pero sí hice buenos amigo(a)s. Al parecer algunas personas buscan "aprender" a escribir, que es la actitud de sentido común que predomina, que sobreestima a los autores (escritores) por considerarlos dotados de cierta superioridad imaginativo-creativa. Inclusive se los endiosa, por culpa de las concepciones románticas de la literatura. Otros usuarios tienen proyectos de obra muy claros y sólo quieren informes de lectura. Todo eso se da en una relación de jerarquía proferal.

Ahora, eso que llaman la relación maestro discípulo es algo que siempre me ha llamado la atención, porque tiene una larga historia desde la primera modernidad. El tema del oficio, enseñarlo y promover modelos de trabajo. Las vanguardias literarias fueron escuelas con seguidores y maestros que a veces fueron gurúes, como Tolstoi. En Chile hubo una colonia tolstoiana célebre, a pesar de los chascarros operativos. Hoy hay camarillas mafiosas que siguen un instinto institucional y cuyo objetivo es legitimar una obra posible; éstas no logran formalizar sistemas de producción de obra, con propuestas válidas, culturalmente; incluso en el mundo académico literario ocurre esto, paradojalmente. Por otro lado, están los escritores (poetas) olímpicos que hacen talleres en el contexto de centros culturales de tipo municipal o institucional, algo cercano a la cultura como servicio público.

No tengo claro si uno puede "enseñar a escribir", lo que sí ocurre es que existe una capacidad y voluntad de relato que puede desarrollarse y que eso es muy útil, no sólo para el profesional de las letras, sino para cualquiera. Hacer teatro o coro es bueno para todos, porque si es una buena experiencia uno aprende a trabajar en equipo y muchas cosas más asociadas. Recuerdo que una hermanita que se dedica a la danza me convenció para que yo hiciera un taller de danza con ella, cuestión que me cambió la vida (y yo no me iba a convertir en bailarín). Lo que pasa es que a través de la danza comprendí cosas fundamentales para mi trabajo de escritura, como aquellas relativas a conocer cuestiones clave de la corporalidad, ya sea a nivel kinésico, como de desplazamiento y de conciencia corporal.

Escribir puede ser, en este registro, una estrategia epistemológica o un instrumento del viejo y nunca bien ponderado "conócete a ti mismo", y al mundo, por cierto. Un operador debe descubrir en uno y en un discípulo posible una hebra, una rendija, un detalle por donde desplegar el cuerpo de uno en el lenguaje, que es una definición práctica de escritura. Hacer informes de lectura, mirar, observar, describir, construir personajes, composición anecdótica y acontecimiento, etc. Experiencias con las que opera el viejo oficio de la escritura. Lo que no hay que olvidar es la sabiduría de Genoviéve Patte, gran promotora de la lectura, que insiste en reiterar que nadie se resiste al goce de una buena historia.

pueblos abandonados

POR Marcelo Mellado*

* Escritor y profesor de Castellano. Es autor de "La batalla de Placilla" .