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"No hemos logrado entender y trabajar la interculturalidad en todo sentido"

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Macarena Álvarez San Martín

A ndrés Jouannet cumplió el viernes pasado cuatro meses como intendente de La Araucanía, cargo que ocupará dos años más. Para Jouannet, la región está segmentada y necesita reencontrarse. Por eso ideó los "Diálogos Ciudadanos", encuentros que se hicieron en las 32 comunas de la Región, donde los asistentes plantearon cómo sueñan La Araucanía de 2030.

"La élite política basa su discurso a partir del conflicto", afirma, explicando que es justamente este discurso el que ha dañado a la región, con voces preocupadas más de la forma y las palabras que del contenido. "Yo opté por el servicio público, porque es la posibilidad mediante la política pública de transformar la sociedad", afirma Jouannet, quien a pesar de no tener la mejor relación con gremios, parlamentarios y representantes del pueblo mapuche, asegura que la gente que lo entiende es la "gente sencilla", que participó en sus Diálogos Ciudadanos y que "no lee el diario".

En sus intervenciones cita a Michel Foucault, Albert Einstein y hasta al Puma Rodríguez, lo que le ha traído la antipatía de muchos, aunque él insiste en que hay que dejar que los perros ladren "porque es señal de que avanzamos".

En agosto asumió un cargo que había estado en manos de Francisco Huenchumilla. ¿Cómo se trabaja con tantos ojos siguiendo sus acciones?

- Uno sabe cuando lo nombran intendente lo que se le viene. Yo tengo experiencia en el mundo público, no es que me tropecé con la política y llegué de la nada; he dejado un sello en los cargos que he estado. En relación a Francisco Huenchumilla, cada uno tiene una impronta, y yo no venía a reemplazar a nadie, sino a ejercer el poder como representante de la Presidenta en La Araucanía.

¿Cuál es su impronta?

- Me gusta el trabajo. Por eso estoy aquí desde temprano y me voy muy tarde; creo en los liderazgos transversales, no paternalistas. Me da la impresión que hay gente que le gusta que lo traten mal, de forma autoritaria. También he planteado que no hay conflicto mapuche y cuesta hacer entender lo que estoy planteando.

¿Porqué insiste en que no hay conflicto?

- Lo que hemos hecho es repetir una monserga que viene hace muchos años, y eso llega a Santiago y replican lo mismo. Tenemos una tensión intercultural, porque no hemos logrado vivir, entender y trabajar la interculturalidad en todo sentido. Lo que hemos hecho en todos estos años, es aislar, por una parte a los mapuches y, por otra, a quienes no lo son, y el mundo moderno no es así. Nosotros no tenemos gentilicios, nos llamamos "de La Araucanía". Por ejemplo, los del Maule son "maulinos".

Pero eso no es una excepción, la gente del Biobío o Los Ríos tampoco tiene un gentilicio regional...

- Estoy de acuerdo, pero me refiero a que con la intensidad cultural que tenemos deberíamos tener una comunidad. Lo que planteo es que la Región de La Araucanía dialoga poco, y en vista de eso no tenemos comunidad; siento que nos falta una política de la pertinencia.

Gente sencilla

¿Usted cree que su diagnóstico y visión de La Araucanía está siendo comprendido?

- Yo creo que me ha entendido la gente que me interesa que lo haga, que son las más de 500 personas que participaron en el cierre de los Diálogos Ciudadanos, que terminaron hace una semana. La élite política es compleja porque no ha tenido respuesta a este desencuentro, que es un problema que viene hace tiempo. No hemos logrado involucrar al ciudadano de a pie y no es un problema que se entienda desde la élite, sino de abajo hacia arriba. Yo también puedo tener una carta de navegación, pero eso no tiene relación con la realidad, eso es demasiado pretencioso, paternalista y creo que no resuelve ningún problema. Quiero que entre todos saquemos una propuesta, no una que sea sólo de Andrés Jouannet.

Una carta de navegación y una propuesta propia es justamente lo que intentó hacer su antecesor, Francisco Huenchumilla...

- No sé si es lo que intentó hacer, puede ser, pero este Gobierno regional -no yo- logró hacer 32 diálogos, con cerca de mil mesas de trabajo. Me encantó ver la cara de satisfacción de los seremis, que por fin habían sido convocados a trabajar en algo juntos. He hecho más de ocho gabinetes regionales, creo que antes se habían hecho muy pocos. Todavía hay que avanzar mucho, pero por lo menos estoy tratando de sintonizar con lo que Neruda llama "la gente sencilla".

Desde que asumió el cargo, ¿alguna vez se reunió con el ex intendente Huenchumilla?

- Me reuní muchas veces antes, como asesor de Burgos y Peñailillo, pero ahora ni siquiera me he topado con él, no porque no haya querido, sino porque no se han dado las cosas. Cuando yo llegué, él ya no estaba en la intendencia.

Usted dice que le importa la opinión de la "gente sencilla", pero a nivel mediático las voces que se escuchan son otras: parlamentarios, gremios y algunos representantes del pueblo mapuche, los que en lo único que convergen es en no estar de acuerdo con su gestión. ¿Cómo se toma esas críticas?

- Parafraseando a Cervantes, cuando los perros ladraban el Quijote le dice a Sancho: "es señal de que avanzamos". Así me lo tomo porque eso es descalificar por descalificar, porque vienen de un sector que está absolutamente ideologizado, planteando una forma de ver el problema donde solamente se centran en decir si hay o no terrorismo. No hay propuestas ni acciones. Desde el sector que dice representar al pueblo mapuche, yo he ido a muchas comunidades, entro y salgo feliz. Siento que el problema con el mundillo de la élite política es que hago definiciones y no me compro la misma vieja teoría de toda la vida, que nos ha llevado a ser la Región más pobre. Además, parten de un problema equivocado.

¿Cuál es el problema entonces?

- Hay un problema de desencuentro, y si viene el intendente A, B o C, va a pasar lo mismo, porque ideológicamente no quieren que le vaya bien. Aquí hay varios personeros que descalifican porque sí, que ni siquiera honran la dignidad del cargo. A mí me podrán decir cualquier cosa, pero no he descalificado a nadie.

¿Cómo es su relación con los parlamentarios?

- Aquí han venido parlamentarios de derecha y de la Nueva Mayoría con ideas muy interesantes, las que estoy tomando. Sin embargo, yo no trabajo para los parlamentarios, sino para la Presidenta Bachelet.

¿Qué tal se lleva con los gremios?

- Los gremios tienen que ocupar y cumplir su rol, tratando de hacerlo lo mejor que puedan. Son grupos que defienden sus intereses y está bien que así sea. Pero el Gobierno no es un grupo de interés, sino que representa al Estado.

¿Usted cree que los gremios viven del conflicto? Gran parte de su discurso se basa en este tema...

- Sí, las propuestas siempre se relacionan con poner más inteligencia y seguridad, pero no atacando el problema de fondo. Recién ahora se está hablando de cómo resolver desde la interculturalidad nuestros problemas.

Constantemente se le ha criticado su forma de expresión, citando a autores y académicos. ¿Qué opina de esos comentarios?

- ¿Cuál es el problema que uno sepa algunas cosas? ¿Porqué le molesta a ese tipo de personas que uno pueda vincular la teoría a lo empírico? Yo no estoy inventando cosas, el problema es que saco al pizarrón a esas personas que han repetido una monserga que no tienen cómo fundamentarla y sustentarla, porque cuando hablan de terrorismo, al día siguiente en Francia ocurre un hecho terrorista que es brutal, y no se compara con lo que nos pasa a nosotros.

¿Sabía usted que en ciertos círculos es llamado el "seremi del Ministerio del Interior"?

- No sabía, pero me honra, porque eso es lo que soy. Hay que compararse con otros intendentes no más, por ejemplo, cuando voy a Santiago yo elijo los medios de comunicación en donde hablo. Lo plantean como algo peyorativo, pero me halagan porque no sé en qué otra región el intendente tiene una relación tan fluida con el ministro del Interior.

La Presidenta aún no va a La Araucanía. ¿Qué señal se le está entregando a la ciudadanía con esta ausencia?

- Yo creo que los que dicen que quieren que venga la Presidenta, finalmente, no quieren que lo haga. El tema no es la Presidenta, el problema somos nosotros que no podemos resolver un asunto sin paternalismo. Lo de la Presidenta es una excusa, porque cuando venga va a haber gente que reclamará porque no se juntó con ellos.

¿Qué falencias ve desde el lado de los representantes mapuche?

- Como dice el Puma Rodríguez: tienen que escuchar la voz del pueblo. Escuchar de verdad a las comunidades, reivindicando lo nuestro, porque hay algunos que se dicen representantes y están tratando de estigmatizar en vez de unir, y la gente de las comunidades quiere mejorar sus condiciones de vida siendo parte de esta comunidad regional.

Los hechos de violencia rural, relacionados con esta "tensión cultural", ¿son problemas de índole político, policial o social?

- Hay mucho de sabotaje, pero aquellas personas que vinculan un hecho delictual a la causa mapuche están muy equivocados, porque son una minoría.

"Yo creo que los que dicen que quieren que venga la Presidenta, finalmente, no quieren que lo haga". "Siento que el problema con el mundillo de la élite política es que hago definiciones y no me compro la misma vieja teoría de toda la vida que nos ha llevado a ser la Región más pobre. Además, parten de un problema equivocado".

entrevista. ANDRÉS JOUANNET, INTENDENTE DE LA ARAUCANÍA: