Gratuidad en universidades
"Esta fue la promesa central de la campaña de la Presidenta de la República y estamos contentos".
Al momento de leer esta columna, usted ya disfrutó junto a su familia, amigos o en solitario de Nochebuena y Navidad. A horas de aquello, es oportuno tomarnos un momento para que cada uno de nosotros puede hacer una reflexión y preguntarse: ¿Cuál es el verdadero significado de los regalos navideños? ¿Hemos ayudado al prójimo? ¿Hemos donado algo nuestro, realizado un pequeño sacrificio para dar una alegría a los que menos tienen?
En este sentido quiero compartir el compromiso cumplido de la Presidenta Bachelet, como un verdadero regalo navideño: la gratuidad de la educación superior en las universidades. Después de más de tres décadas, la gratuidad vuelve a las universidades chilenas.
Con lo anterior, el sueño de contar con una educación gratuita y de calidad comienza a hacerse realidad. En marzo próximo, el 50% más vulnerable de las instituciones que accedan a la gratuidad conforme a los requisitos de esta ley, no van a tener que seguir soportando el peso del costo de la educación, sino que esto va a ser reemplazado por el Estado, como corresponde en un país que avanza.
Otro hecho significativo que los ciudadanos deben tener en cuenta y valorar, es que a partir de esta ley el acceso a la educación superior se va a regir por el mérito, el talento y las capacidades de los estudiantes y no por el tamaño de la billetera, ni por el presupuesto familiar.
Ya se hizo con la ley de Inclusión Escolar, a nivel de educación primaria y secundaria, y hoy damos el paso que faltaba en la educación superior. Esta fue la promesa central de la campaña de la Presidenta y estamos muy contentos de decirles a los chilenos que esta promesa se hace realidad.
Como nos invade el espíritu navideño podríamos seguir enumerando los tremendos beneficios de este compromiso Presidencial. Como por ejemplo que, en paralelo a este primer paso, se mantienen todas las becas de arancel que existen hoy disponibles para los estudiantes que no accedan a gratuidad.
Quisiera compartir con ustedes una última reflexión: Lo ideal en esta fecha es hacer un sacrificio para compartir con otros nuestras cosas, y notarás que -aunque no te traigan el regalo anhelado en Navidad- te sentirás satisfecho, con el corazón repleto de gozo, por haber realizado una obra de bien.
Valentín Volta Valencia
Intendente Región de Antofagasta