A las puertas del inicio de las fiestas de fin de año, comenzamos ya a vivir los días que se encuentran entre los más vertiginosos. Los mismos que por consecuencia, pueden tornarse riesgosos, si no se asumen las medidas de atención, resguardo y cuidado.
La seguridad en estos momentos es vital, seguridad nuevamente en un sentido amplio. Las aglomeraciones en ferias y centros comerciales, sumadas a la celeridad con las que se efectúan trámites y compras, son una oportunidad para muchos delincuentes, que operan particularmente en estas fechas.
La atención puesta en las múltiples preocupaciones a las puertas de fin de año, se transforma también en un factor que puede generar problemas, justo aquellos que se busca evitar en estos días. Los olvidos y descuidos pueden ser un dolor de cabeza, justo cuando se necesita tranquilidad.
Algunos especialistas reconocen los efectos que puede tener en la comunidad el estrés de fin de año, marcado por hechos y momentos como los descritos anteriormente. El cierre de un ciclo, las compras navideñas, la salida de los hijos del colegio, las deudas, eventualmente la proximidad de vacaciones y otras situaciones similares pueden ser difíciles de manejar, cuando se presentan de golpe y en un periodo tan reducido como el mes de diciembre.
Es por eso que los expertos recomiendan evitar caer en la vorágine que caracteriza estos días. El mantener rutinas sanas es indispensable, como también tratar de practicar algún ejercicio al aire libre. Respetar los tiempos de ocio, sueño y descanso es fundamental.
En términos laborales, es de enorme importancia el orden y en materia financiera, calcular muy bien el nivel de endeudamiento. Hay que programarse y seguir las planificaciones con mucha responsabilidad.
En último caso, también se recomienda consultar a especialistas si nos enfrentamos a niveles de estrés que generen trastornos serios y que comprometan la salud y la calidad de vida más allá de aquello que cada uno puede controlar, simplemente con cambios de conducta.