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El Niño de Belén

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María, cerrando los ojos, sonreía, gustando la dulce fatiga de la maternidad.

Luminosos, los Reyes descendieron de sus cabalgaduras. El Pesebre se transformó en un altar que nadie vio, entonces. Corrieron a prosternarse ante el Niño. Este despertó. Sufrió la primera ofensa del Oro. Los recién llegados portaban el lujo y el poder.

Al Niño le había gustado tanto, tantísimo, que, en lugar de estas cosas poderosas, le hubiesen obsequiado lo que a Él le correspondía, como niño: ¡un juguete nada más, uno solo, para divertirlo en su primera noche de Gloria!

Cuando la madrugada comenzó a pintar los montes lejanos, el Niño, asombrando a los presentes y aburrido del esplendor oficial, se incorporó en su Pesebre, saltó fuera de sus pajillas, que despedían aromas de irresistible embeleso, y, sin importarle mi Padres, ni Reyes, ni pastores ni animales, corrió hacia el día que avanzaba, en puntillas, saltando, alegremente.

María y José cambiaron angustiosas miradas. Los pastores y los animales se entusiasmaron porque el amiguito se divertía.

El aire principió a sonar como una flauta. Las gotas de rocío reventaban en miel. Los árboles florecieron, mágicamente. La naturaleza se enloquecía de júbilo: ¡el Niño giraba jugando con ella! El Niño establecía los fueros de la Infancia. ¡El Niño era verdaderamente un niño!

María y José se enlazaron las manos, tranquilamente. Los Reyes callaron. Los pastores se precipitaron a Él, enseñándole una ronda. Los animales comentaban, maliciosamente, el trastorno del universo. La Estrella se quejaba, porque no la admitían en el corro cantante y danzante de Belén.

El Niño se fatigó. Paso a paso, regresó a Su Pesebre. Se acostó, arreglándose los cabellos que le cosquilleaban la frente. Volvía a ser el Niño de los Niños. La Historia no recogió esta primera travesura divina, porque cuando aconteció, la Señora Historia dormía. Pero, debéis creerla. Me la contó el gallo que, como buen vigía, no tiene dos ojos sino cuatro: dos para los asuntos de lo posible y dos para los del imposible.

Andrés Sabella

"No tenemos un tope, vamos a seguir haciendo lo que nos gusta"

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Daniel Contreras Palma

Son el grupo revelación de este 2015. Un año lleno de experiencias y logros es el que cosechó el dúo antofagastino "Hombre Pájaro" integrado por las jóvenes profesoras Paulina Véliz y Alondra Barraza.

Con un estilo de musical apegado al new folck y con letras directas en sus canciones que logran identificar al público, "Hombre Pájaro" ha logrado consolidarse como uno de los grupos antofagastinos con más proyección dentro de la escena local.

Un intenso e interesante trabajo musical que se vio coronado con la grabación de su primer disco de estudio que fue lanzado la semana pasada.

En esta entrevista una de sus integrantes Alondra Barraza nos cuenta como ha sido esta meteórica experiencia, la relación que existe entre su música y sus roles como profesoras, además de sus nuevos proyectos a futuro.

Proceso

En un año han logrado muchas cosas como grupo, como por ejemplo la grabación de su primer disco ¿cómo han vivido esta vertiginosa carrera musical?

-Cuando empezamos a formar 'Hombre Pájaro' teníamos la idea de que queríamos cantar, mostrar lo que hacíamos y crear canciones. Hoy en día no tenemos un tope ni donde parar. Vamos a seguir haciendo lo que nos gusta. Ya sacamos un disco y ahora hay que ver cómo sacar el otro y meter las canciones que no salieron.

¿Cómo fue el proceso para grabar su primer registro en formato cd?

-En ese tiempo estábamos apadrinadas por la Masmorra y nos dijeron que tenían contactos para ir a grabar a Santiago. Nosotros no teníamos idea de dónde ir a grabar, nosotras solo queríamos tener un registro formal de los que estábamos haciendo.

Logramos juntar dinero de las presentaciones que tuvimos y nos fuimos a Santiago. La grabación del disco duró dos días de estudio pero a full. Una semana antes nos juntamos con todos los integrantes del grupo a tocar y pulir lo que nos faltaba.

¿Fue difícil hacer la selección de los temas finales que componen el disco?

-Primero hicimos una selección con la Pauli y después le pedimos la opinión al resto del grupo, así fuimos descartando y dejando temas. Los productores nos dijeron que podrían ser a lo más 10 temas.

Hoy también cuentan con un video clip, ¿cómo lograron llevarlo a cabo?

-Logramos grabar un video clip gracias al apoyo de Jonathan, Priscilla y Abel (todos estudiantes de Diseño Gráfico de la Universidad Santo Tomás) quienes tenían que hacer un video para su carrera, se contactaron con nosotras y grabamos el tema 'Lo bello e impropio de la verdad'. También fue un proceso rápido que no demoró más de dos días. Quedamos muy contentas con el registro.

El nuevo disco cuenta con un buen trabajo de ilustración ¿Qué nos puedes contar sobre su diseño?

-Estamos trabajando muy de cerca con Fernanda Muñoz (La Fefé, ilustradora local) porque ha propuesto muy buenas ideas respecto al disco. Además nos gusta su trabajo desde la primera vez que nos hizo una ilustración por cómo nos retrataba, en ese sentido sentimos que hay una conexión entre las canciones que escribimos y lo que ella plasma en sus ilustraciones.

¿Dónde se cruza la música con su rol como profesoras?

-Nuestras canciones por lo general tratan sobre cosas que le pasan a la gente. En nuestro caso como estamos gran parte de nuestro día en la sala de clases uno lo ve mucho más intensamente en los niños que es cuando uno más experimenta, sufre o vive con más intensidad, entonces nosotras captamos esas situaciones y las llevamos a letras. Incluso Pauli compuso una canción que se llama "Ignacio" inspirada en uno de sus alumnos.

Otra de las canciones donde se mezclan ambos mundos es 'Lo bello e impropio de la verdad' que habla de cuando uno es niño no tiene miedo de decir la verdad y no se preocupa si está siendo inapropiado, es ser honesto con lo siente.

Muchas veces conversamos que si la dinámica de las canciones no fuese así tendríamos muy poco que decir porque vivimos constantemente con gente que vive intensamente.

¿Qué opinión tienen sobre la escasa oportunidad que tienen los estudiantes de colegios municipales para proyectarse en áreas como la música o el arte?

-Es una lata porque ayuda mucho a desarrollar un montón de habilidades. En mi caso yo trabajo con niños de básica e incorporo la guitarra en la sala de clases. La idea quizás no es tener una asignatura especial para arte, si no que empezar a conectar todo para poder aprender y enseñar mejor.

entrevista. Alondra Barraza y Paulina Véliz, del grupo "Hombre Pájaro" y su primer disco: