Fiscal de homicidios deja el cargo y sus 24 casos serán reasignados
INVESTIGACIONES. Traslado a Arica de encargado de delitos violentos genera un complejo cuadro para Alberto Ayala, quien busca soluciones.
Una sensible baja registrará el fiscal Alberto Ayala a pocas semanas de asumir como jefe del Ministerio Público en la región.
A contar del 1 de enero Ayala perderá a su fiscal especializado en delitos violentos, Mario Concha Matus, quien acaba de ganar un concurso para ocupar una vacante creada en la Región de Arica y Parinacota.
Y no se trata de un tema menor. Concha tramita actualmente unas 520 causas por delitos de alta connotación, entre ellas, 24 de los 27 homicidios registrados este año en Antofagasta, la mayoría de los cuales se encuentra en etapas avanzadas de la investigación.
De esta manera, a corto plazo Alberto Ayala deberá definir quién asume la responsabilidad de llevar a término estos procesos y además buscar un reemplazante para el fiscal que se va de la región.
"La partida de Mario es una buena noticia para la fiscalía de Arica, sin embargo, para nosotros no lo es tanto porque es un fiscal que estaba especializado y eso evidentemente afecta en la persecución inmediata de los casos. Por eso junto a la fiscal jefe (Ana María Escobar) estamos viendo cómo llenamos ese cargo lo más rápidamente posible", explicó Ayala.
Fórmulas
El fiscal regional tiene en este sentido dos alternativas: esperar a que el cargo se llene a través de un concurso, proceso que puede durar tres meses, o conseguir el traslado de un fiscal desde otro punto del país.
Ayala reconoció estar interesado en esto último y confirmó que se están realizando gestiones en esa dirección.
"Estamos esperando traer un fiscal que tiene a lo menos ocho o diez años de experiencia", apuntó.
La idea de Alberto Ayala es tener el tema resuelto antes que Concha deje la fiscalía local, el 1 de enero, o a más tardar las semanas siguientes, de manera de no afectar las investigaciones en curso.
En teoría, si se concreta el arribo de un fiscal experimentado, sería éste quien tomaría las causas que Mario Concha dejará pendientes.
Aprovechando el movimiento que se generará, Alberto Ayala también analiza junto a la fiscal jefe de Antofagasta una reorganización de las unidades especializadas, con el fin de ir ampliando la calificación del equipo de fiscales.
Dotación
El tema de la dotación es uno de los grandes obstáculos que el nuevo fiscal regional deberá enfrentar en Antofagasta.
Antes de ser nombrado en la zona, el abogado se desempeñaba como fiscal regional metropolitano oriente, donde tenía a su cargo 73 persecutores, cifra que dista mucho de los 25 con que cuenta ahora.
Hay que precisar en agosto se promulgó la Ley de Fortalecimiento del Ministerio Público, que dotará al organismo de siete fiscales en la región.
El problema para Ayala radica en este año sólo se llamó a concurso una de estas vacantes, y las restantes seis están previstas para el año tres de aplicación de la ley, que sería 2018.
La única vacante 2015 la ocupará el exfiscal regional, Cristian Aguilar Aranela, quien tras ganar un concurso, se acaba de integrar nuevamente al servicio como fiscal a cargo de los delitos económicos.
Consultado sobre el lento arribo de los fiscales, el senador Pedro Araya, explicó que la ley dejaba en manos del propio Ministerio Público definir el calendario de incorporaciones, por lo que es allí donde se decidió que fuera sólo uno este año.
Alberto Ayala, en tanto, manifestó que las cargas de trabajo son un aspecto que siempre influye en el trabajo investigativo, aunque destacó el compromiso que tienen los fiscales de la región por realizar bien su trabajo.
"Hay un equipo que se mantiene"
El fiscal Mario Concha llegó hace cuatro años a Antofagasta y antes de incorporarse a la Unidad de Delitos Violentos, donde hace dupla con el fiscal Carlos Lillo, investigó robos y luego pasó a la unidad de litigación. Sobre su traslado a Arica, Concha dijo que corresponde a una decisión familiar y profesional, y descartó que ella pueda tener efectos negativos en el resultados de los casos pendientes. Esto, porque en la unidad se trabaja con un equipo de apoyo que está capacitado para asesorar al nuevo fiscal y seguir adelante con las investigaciones, varias de las cuales están próximas a juicio.