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En el corazón del mar

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El escritor Herman Melville (1819-1891) escribió «Moby Dick» para referirse a las obsesiones, a la naturaleza, al tesón del hombre que lucha contra la naturaleza, encarnada en una ballena de proporciones bíblicas y de un poder inusual. En síntesis, para recalcar que la calma se paga con el dolor y la sangre.

John Huston, un director clásico que abarcó casi todos los géneros, tomó la novela e hizo un filme notable sobre la lucha del hombre contra esa naturaleza encarnada en la ballena blanca, su obsesión y su razón de ser.

Ahora, con diferente enfoque y con toda la tecnología apabullante de los grandes estudios estadounidenses, el realizador Ron Howard toma como punto de partida la anécdota inicial, de cuando el escritor Melville escuchó la increíble historia del gigantesco cachalote blanco, narrada por el único superviviente del Essex, el barco ballenero que fue el escenario de tanta desgracia.

En pocas palabras, el filme da cuenta de un naufragio, pero no se detiene en el tema de la obsesión que hubiese sido un punto de partida valioso para una cinta que despliega tantos esfuerzos -técnicos, humanos, de producción- pero que no traspasa más allá de ese dato inicial, aun cuando en la película existe ese nervio y ese espíritu.

Porque lo que a Howard le interesa es lo extraordinario de una bestial criatura que parece poseer una inteligencia superior a los tripulantes del Essex que se debaten a duras penas en medio del océano.

El filme se engolosina en lo visual, con un arranque espléndido que da cuenta de la atmósfera del puerto, de las labores propias de ese contexto e incluso se permite delinear a los personajes de buena manera: el insufrible capitán que interpreta Benjamin Walker y el primer oficial que encarna Chris Hemsworth.

Pero donde más se detiene es en las notables escenas en medio del mar embravecido, donde de pronto parece naufragar el propio desarrollo de la película, que anticipa el desenlace, porque se va desdibujando la esencia del relato, se aleja del original literario y parece oscilar entre el tema del monstruo marino y los recuerdos de Nickerson (Brendan Gleeson), un grumete primerizo que rememora la aventura terrible que le correspondió vivir.

Transcurre el crudo invierno de 1820. El buque ballenero Essex, que pertenece a Gran Bretaña, navega por los mares sin ni un solo atisbo de inquietud. Lidera esta tripulación el capitán George Pollard Jr. (Benjamin Walker), el primer oficial Owen Chase (Chris Hemsworth), el segundo oficial Matthew Joy (Cillian Murphy) y el grumete Thomas Nickerson (Tom Holland).

Pero, sin aviso alguno, este grupo humano es atacado por una criatura de características gigantescas y monstruosas, algo a lo que nunca se habían enfrentado antes, una ballena de tamaño desproporcionado, que todos conocen como Moby Dick, con una capacidad sobrenatural para anteponerse a las acciones de los tripulantes.

Esta secuencia -lejos, de una espectacularidad propia de este tipo de género fílmico propuesto por Hollywood- es el precedente para lo que vendrá, porque después de esta batalla frontal con la enorme ballena blanca, la tripulación del barco que sobrevive se ve empujada a hacer lo impensable para mantenerse con vida.

Así, con pésimas condiciones, los supervivientes deberán desafiar las tormentas, el hambre, el pánico, la desconfianza y la desesperación de encontrarse en alta mar y enfrentarse a una muerte segura, poniendo en duda sus creencias más profundas. Es, en síntesis, el enfrentamiento de la naturaleza humana contra la bestia surgida desde las profundidades que viene a recordar a estos seres su finitud y sus limitaciones. Varados a miles de millas de tierra, el capitán Pollard deberá buscar la dirección adecuada, mientras que el primer oficial Owen, obsesionado con la idea de dar caza al cetáceo, todavía busca dar muerte a la gran ballena blanca.

El guión de esta película está inspirado en la historia real en la que se basó Herman Melville para escribir su famosa novela Moby Dick, y basada en el best seller In the Heart of the Sea de Nathaniel Philbrick, referida al auténtico y dramático viaje del buque ballenero Essex.

Lo que queda es una aventura entretenida, llena de nerviosismo, muy lucida en lo visual pero que no debe verse como el Moby Dick de 2015, sino un filme basado muy lejanamente en esa historia que, para bien o para mal, navega en otras aguas y atiende otras necesidades, marcadas indudablemente por la sensibilidad de estos tiempos en que los efectos visuales y sonoros se apoderan muchas veces de historias que, potencialmente, eran notables.

Victor Bórquez

Escritor, docente y

comentarista de cine

Secretos de una obsesión

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Remake de la cinta argentina ganadora del Oscar, "El secreto de sus ojos", que aborda la historia de dos investigadores del FBI con una estrecha relación, Ray y Jess, los que son relevados de su puesto, junto con la supervisora del Fiscal del Distrito Claire, cuando aparece brutalmente asesinada la hija adolescente de Jess. Trece años después, tras buscar de forma incansable todos los días al asesino, Ray por fin encuentra una pista que podría resolver el caso.


Redentor

Película chilena, dirigida por Ernesto Díaz y protagonizada por Marko Zaror, que aborda la historia de un exsicario de un cartel de drogas que se transforma en justiciero para pagar sus pecados y encontrar su redención. Todas las mañanas juega a la ruleta rusa para ver si el cielo quiere que siga con vida. Para él, el que no muera es una señal sagrada para continuar haciendo el bien y no se detendrá hasta que su revólver le vuele los sesos.


En el corazón del mar

En el invierno de 1820, el ballenero "Essex" fue agredido por algo a lo que nadie podía creer: una ballena de tamaño y voluntad descomunal, con un sentido de la venganza casi humano. Este hecho real fue la inspiración para "Moby-Dick", pero lo que hace esta película es revelar las consecuencias del encuentro, cuando los sobrevivientes de la tripulación fueron forzados hasta el límite y se vieron obligados a hacer lo impensable para mantenerse vivos.


A la *&$%! con los Zombis

Tres exploradores y amigos de toda la vida se unen con una camarera para convertirse en el equipo más probable en el mundo de los héroes. Cuando su tranquila ciudad es asolada por una invasión zombie, van a luchar por el distintivo de toda la vida y ponen sus habilidades de exploración a prueba para salvar a la humanidad de los no-muertos. La cinta está dirigida por Christopher Landon y cuenta con las actuaciones Tye Sheridan, David Koechner y Cloris Leachman.


Víctor Frankenstein

James McAvoy y Daniel Radcliffe protagonizan este cuento legendario con un toque dinámico y emocionante. El científico radical Víctor Frankenstein (McAvoy) y su igualmente brillante protegido Igor Strausman (Radcliffe) comparten una visión noble de ayudar a la humanidad a través de su investigación pionera sobre la inmortalidad. Pero los experimentos de Víctor van demasiado lejos y su obsesión tiene consecuencias terribles. Solo Igor puede traer a su amigo desde el borde de la locura.

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