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"Me da terror pensar que no podré ver a mis hijos crecer"

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Jonathan Villella Coyán

Adriana López Rubio, es madre de tres hijos, y hace 14 años sufre fallas renales que la obligan a dializarse varias veces a la semana.

Esta dueña de casa, de 44 años, ingresó en 2011 a la lista de espera por un doble trasplante de riñón, siendo actualmente la paciente más antigua de la nómina en la región.

Conforme pasa el tiempo, en esta antofagastina comienza a crecer el temor natural a no recibir los órganos que con tanta urgencia requiere, algo que ya le sucedió a otros que, como ella, aguardaban.

¿Cómo ha sido convivir con la enfermedad estos 14 años?

-Esta enfermedad ha afectado demasiado mi vida familiar. Desde que enfermé y me volví dependiente de las diálisis, todo cambió. Me he perdido momentos importantes, como licenciaturas y obras, todo por estar en diálisis.

Desde que ambos riñones me fallaron, como familia no hemos podido vacacionar o salir por más de dos días, pues no puedo dejar de dializarme, y eso es algo que se vuelve cada vez más complejo, ya que los centros de diálisis no siempre tienen hora. Siento que he acarreado a toda mi familia a esta maldita enfermedad.

¿Cuántas veces debe dializarse a la semana?

-Tres veces, durante cuatro horas en cada ocasión.

Es agotador...

-Mucho. A pesar de que los médicos y enfermeras se esfuerzan por hacer que el proceso sea más amigable, no es fácil ni grato depender del "riñón" (así llaman a la máquina). La mayoría de las veces cuando termino de dializarme quedo como un bulto. Me pierdo, salgo débil y mi esposo tiene que ir a buscarme.

¿Por qué cree que la gente no dona los órganos de sus familiares fallecidos?

-Es un tema complejo. Por lo que yo he visto y escuchado, la gente en Antofagasta es muy temerosa y al mismo tiempo muy ignorante en el tema, y eso se debe a que la donación, como concepto, aún no se manifiesta de la manera adecuada. Nadie habla sobre eso, nadie dice que se pueden salvar muchas vidas donando.

¿Qué es lo más difícil de esta enfermedad?

-Ver cómo compañeros de diálisis dejan de asistir, ya sea porque no quieren seguir luchando, o por que murieron de un infarto al corazón, que es lo más común. Y por supuesto el peso que sufrir esta enfermedad significa para tu familia.

¿Diría que los antofagastinos son poco empáticos con los pacientes en lista de espera?

-Acá la gente piensa que si una persona queda con muerte cerebral en el hospital, le van a sacar de inmediato los órganos, y eso no es así. Yo he escuchado a varios y a varias (personas) decir que a su hijo le robaron los riñones, que lo mataron para poder sacarlos.

Yo entiendo, soy mamá, comprendo el dolor que debe producir la pérdida de un hijo, o que esté con muerte cerebral. Pero también veo la otra cara de la moneda, sé lo que es esperar un órgano por años, deseando tener más tiempo.

Mensaje

¿Qué le diría a las personas que enfrentan la decisión de donar?

-Primero que lamento verdaderamente esa situación, les diría que la muerte no tiene remedio, y que una vez fallecida una persona, sus órganos deben extraerse rápidamente para asegurar su funcionalidad.

Si la gente entendiera el bien que pueden hacer con el gesto de donar. Si supieran que no es sólo un órgano lo que donan, sino la posibilidad de alargar la vida de alguien, de hacer que esa persona pase más tiempo con su familia, y críe a sus hijos, yo creo que lo harían.

Les diría que ese pedacito de su ser querido estará siempre viviendo en una persona totalmente agradecida, porque puede vivir.

Siendo hoy el caso más antiguo en la lista de espera... ¿Piensa mucho en la posibilidad de morir?

-Cuando llevas tanto tiempo esperando, e incluso has visto a tus compañeros de diálisis morir... la respuesta es sí. Me da terror pensar que quizás no podré ver a mis hijos convertirse en hombres.

entrevista. Adriana López, paciente más antigua en lista de espera:

UCN a un paso de sumarse a proyecto gratuidad en 2016

EDUCACIÓN. La UA ya confirmó que tendrá gratuidad el próximo año.
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Será el Consejo Superior de la Universidad Católica del Norte (UCN) la que definirá la voluntad final de sumarse al proyecto de gratuidad en 2016.

Así lo confirmó el rector del plantel, Jorge Tabilo, quien considera que la iniciativa impulsada por el gobierno "es una medida que colaborará positivamente en el acceso a la educación superior".

"La UCN como una institución de servicio público, considera importante alinearse a las políticas y reformas al sistema de educación superior, pero también es relevante que podamos seguir manteniendo los niveles de calidad en todas las áreas", dijo la autoridad.

Costos

En la UCN la decisión parece tomada, aun cuando no está claro cuánto le costará el proceso a la universidad.

De cualquier forma, todos los alumnos que estén dentro de los primeros cinco deciles, que se hayan acreditado, y que estén en dentro de los años de duración de la carrera, estarían con el beneficio.

"Es un tema que todavía está en revisión. Aún faltan muchas conversaciones y hasta que no entre en ejecución, esto es, con las matrículas del año 2016, no podemos cerrar este número. Lo claro es que tenemos confianza que el Ministerio apoyará a todas las universidades que hacemos este esfuerzo, sumándonos voluntariamente a esta iniciativa".

Tabilo sí enfatizó que la cantidad de recursos debiera ser proporcional a la cantidad de estudiantes que se verán beneficiados con la gratuidad, lo que en la UCN se estima en unos 3.700 jóvenes, vale decir, alrededor del 37% de la matrícula total.

En ese contexto, tampoco debieran haber alzas reales de arancel, ya que hasta ahora el Mineduc, precisó que las universidades no tendrán impacto en sus ingresos.

"Aun hay temas por resolver, lo importante es que todas las partes lleguen a consenso, de manera de garantizar esta primera iniciativa por la gratuidad, generando el menor impacto en las universidades, en especial las regionales, que cumplimos un rol relevante a lo largo del país, conjugando compromiso con los territorios, calidad y vocación social", concluyó el rector.

Si esto se concreta, el plantel se sumará a la Universidad de Antofagasta que ya confirmó que se integrará al proyecto donde se beneficiaría a un tercio de sus alumnos, según lo detallaron sus autoridades.

Sólo cinco donaciones de órganos registra el hospital en cuatro años

SALUD. Negativa de las familias de los fallecidos es el principal problema a la hora de concretar los procuramientos. Expertos llaman a tomar conciencia sobre el tema.
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Pese a las innumerables campañas realizadas en el último tiempo, la donación de órganos presenta un preocupante panorama en Antofagasta. De hecho, el Hospital Regional registra sólo cinco procuramientos en los últimos cuatro años.

Esta cifra sitúa a la región entre las más bajas a nivel nacional en tasa de donantes y la principal explicación es la negativa de las familias a respetar la decisión que en vida tomaron sus seres queridos.

El registro contempla dos procedimientos en 2012; ningún donante en 2013; uno en 2014 y dos en 2015.

Durante el año en curso, de los 15 posibles donantes fallecidos, sólo los familiares de dos permitieron que los órganos del fallecido fueran trasplantados a otras personas.

Esto involucró todo un operativo médico para el traslado en avión de los órganos hasta Santiago y un estrecho contacto entre los especialistas de la ciudad y la capital.

Otro problema que ocasiona la falta de donantes es el aumento de las listas de espera.

En la región son 20 las personas que aguardan algún órgano para ser operados. De este total, 18 personas necesitan un trasplante de riñón, mientras que el resto corresponde a pacientes que requieren con urgencia un hígado.

Espera

La coordinadora regional del Área de Procuramiento y Trasplante, Stefhany Escudero Jiménez, manifestó que en Chile, y en Antofagasta específicamente, existe un gran déficit de donantes de órganos, lo que incide en que muchas de las personas que deben someterse a este tipo de cirugías deban esperar más de lo que pueden soportar.

"La tasa de donación en la región es muy baja, en 2014 fue un donante, este año llevamos dos, pero el número sigue siendo escaso. Si lo planteamos a nivel nacional, el año pasado sólo teníamos 7 donantes por cada millón de habitantes", detalló la profesional.

Escudero explicó que Chile es un país que intenta, con los pocos pacientes donadores que existen, trasplantar a la mayor cantidad de personas.

La otra coordinadora regional del Área de Procuramiento y Trasplante, Irene Stavros, explicó que como organismo de salud están realizando, tanto en los colegios como en las universidades y centros de formación técnica, charlas intensivas sobre la donación de órganos, esto con el fin de concientizar a los jóvenes respecto a su importancia y urgencia.

"Hemos decidido partir con los más jóvenes, ya que los adultos tienen resquemores y desconfianza, y eso los lleva a no donar. Es por ello que queremos mostrarle a los jóvenes que donar un órgano a alguien que lo necesita, es dar vida a otra persona", manifestó.

Gravedad

En Chile, la escasez de donantes es enorme. Hoy 1.370 personas están en lista de espera y la cifra tiende a crecer. De ese universo, 1.186 requieren un riñón; 130 un trasplante de hígado; 45 esperan un pulmón y nueve un corazón.

Al respecto, el doctor Sergio Ledesma, gastroenterólogo encargado del estudio de pretrasplante hepático del Hospital Regional, manifestó que la donación es la única solución cuando los órganos de un persona dejan de cumplir su función habitual.

Agregó que cuando esto sucede, el paciente inicia un proceso de espera que en ocasiones, lamentablemente, se extiende más allá del tiempo que las personas pueden esperar.

"En el país, no hay muchas posibilidades de recibir órganos de forma inmediata para los pacientes que lo necesitan, y eso ensombrece la calidad de vida y el diagnóstico de estas personas", precisó el especialista.

En tanto, el doctor Bernard Western Bergere, jefe de la Unidad de Hemodinamia del Hospital Regional, indicó que el déficit de donantes se explica fundamentalmente por el desconocimiento de los familiares respecto a los beneficios que entrega este procedimiento a otras personas.

"La mayor complicación a la que nos enfrentamos, tiene que ver directamente con que las familias ignoran que pueden salvar la vida de otros mediante el trasplante", argumentó el médico.

Jairo, Vásquez, Trasplante de riñón (22 años)

"Me operé a los 13 años, de los dos riñones, porque estaba muy mal. Gracias a eso, puedo hacer mi vida normalmente".

Kevin, Centeno, Trasplante de riñón (16 años)

"Estuve dos años esperando a un donante, nunca perdí la fe. Si bien ahora debo tratarme, estoy feliz junto a mi familia".