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Experta en sicología señala en un estudio que el uso de las nuevas tecnologías puede alterar la percepción del tiempo

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El uso de la tecnología en la vida cotidiana suele resolver algunos problemas que surgen en el camino. El chat, los recordatorios, la alarma para despertar y la fotografía, por nombrar algunos, forman parte del funcionamiento de la sociedad del nuevo milenio.

La fuerte dependencia a este tipo de dispositivos puede generar un cambio en la percepción que tenemos del tiempo. Por ejemplo, al estar tanto rato sumidos en el smartphone, los usuarios pierden la noción del horario o piensan que el tiempo avanza más o menos rápido.

Aoife McLoughlin, sicóloga e investigadora de la Universidad John Cook con sede en Singapur, afirma que el uso de estas herramientas digitales han ayudado a generar una sociedad tan eficiente como ociosa.

Sin embargo, la especialista también sugiere que las nuevas tecnologías provocaron cambios importantes en la forma de procesar información y la ejecución de actividades, lo que derivaría en una alteración en la percepción del tiempo.

"He encontrado algunos indicios de que la interacción en sociedades tecnológicas y tecnocéntricas ha aumentado este tipo de "marcapasos" en nosotros. La tecnología puede ayudar a que trabajemos más rápido, pero también nos hace sentir más presionados por el tiempo", señaló McLoughlin en un comunicado institucional.

"Como la velocidad del ritmo de vida aumenta, la sensación subjetiva del tiempo disponible disminuye a la par, causando una sensación de estrés por el tiempo dentro del individuo", añadió la doctora en sicología.

McLoughlin remarcó la importancia de apagar los aparatos móviles y desconectarse de internet cuando se busca el descanso y el relajo y dejar atrás el miedo a la falta de productividad en el trabajo o al abandono a la vida social.

"Lo que estoy argumentando es que hay una genuina base cognitiva cuantificable en este consejo, en lugar de simplemente estar a punto de dar un paso atrás", señaló.

Si bien la investigadora reconoció que es necesario profundizar en análisis a nivel cerebral, advirtió que ya hay estudios que hablan sobre el impacto del uso excesivo de estos aparatos en la salud física y mental.

"La meditación y la atención podrían ayudar a estar 'en el momento' y entender que la hora del reloj real es estable y realmente no pasa más rápido", sentenció.

2010 Aoife McLoughlin hizo su primera investigación sobre la relación entre la tecnología y la experiencia temporal.

77,8% de accesos a internet en Chile son a través de móviles, según datos de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel).

Los hombres comen más para intentar impresionar a las mujeres

SICOLOGÍA. Un estudio indica que el pensamiento masculino tiende a demostrar su superioridad frente a otros a través de este tipo de acciones.
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Pamela De Vicenzi

En la conquista, los hombres tratan de impresionar a las mujeres de diversas formas, que van desde la sencillez hasta la máxima creatividad, dependiendo del nivel de romanticismo que haya en la relación.

La comida es uno de los elementos fundamentales en este tipo de instancias. Puede tratarse de una cena para dos, ya sea en un restaurant o en el hogar, con platos hechos en casa o un pedido a domicilio. El caso es que los hombres tienden a comer grandes cantidades de comida para llamar la atención de las mujeres.

Así lo afirma un estudio realizado por la Universidad Cornell (EE.UU.) y publicado en la revista Evolutionary Psychological Science. Los investigadores incluso descubrieron cuál es el plato que más consumen: la pizza.

"Cuando uno reconoce la abrumadora presencia de los hombres en los concursos alimenticios competitivos donde el objetivo es consumir tanto como sea posible en el menor tiempo posible", señala la introducción del estudio, citado por The Telegraph.

"A continuación, se hace evidente que los patrones de alimentación de los hombres merecen más atención a través del lente de la teoría de la selección sexual", añade el escrito.

Los resultados

Para llegar a esta conclusión, los científicos observaron los hábitos alimenticios de 133 adultos, quienes comieron en un buffet o "tenedor libre" de comida italiana por un periodo de dos semanas.

Los resultados arrojaron que los hombres comen un 93% más de pizza cuando están con una mujer. Esto se traduce en 1,44 rebanadas más. Además, comieron un 86% más de ensalada.

"Estos hallazgos sugieren que los hombres tienden a comer en exceso para demostrar", explicó Kevin Kniffin, académico de Cornell y autor principal del estudio, al citado medio inglés. "En lugar de una hazaña de fuerza (física), es una hazaña del comer".

Según los resultados, la idea central del estudio es que los hombres quieren demostrar "que poseen habilidades extraordinarias, ventajas y/o excedentes de energía en grados que son superiores a los demás hombres", sostiene el documento, que haría referencia a una competencia virtual entre el aludido y sus eventuales rivales en el amor.

Si bien la comida en exceso para los hombres no tiene mayor "dramatismo", sí podría constituir un factor de riesgo a propósito del aumento de los niveles de obesidad.

La paradoja

El estudio de Cornell también profundizó en el aspecto sicológico de los hombres y descubrió algunas paradojas. Los autores indicaron que el pensamiento masculino tiende a realizar acciones riesgosas o insalubres para demostrar su capacidad de tomar desafíos y validarse frente a otros. Esto respondería a la alta presencia de hombres en las competencias de comida.

Precisamente la paradoja es que los hombres ponen de relieve su aptitud "biológica". "Comer en exceso de manera constante produce una forma física que la investigación muestra que tiende a ser visto como poco atractivo", remarcó Kniffin, en alusión al rechazo "estético" de algunas personas hacia otras que tienden a consumir muchos alimentos y por ende se inclinan al sobrepeso y la obesidad.

Los investigadores llaman a este comportamiento "self-handicap", lo que se podría traducir como "auto-desventaja", que en otras palabras se refiere a que los hombres se desafían a sí mismos, pero también tienen claro que pueden perder atractivo si demuestran que comen demasiado y con ello arriesgan su forma física.

¿Por qué los hombres tienden a comer más?

Desafío

El estudio de Cornell afirma que los hombres tienden a comer más frente a la mujer por querer mostrar resistencia al momento de asumir desafíos.

"Auto-desventaja"

Si bien el pensamiento masculino llama a comer más, también tiene claro que aquello puede generar rechazo tras perder la figura física por este exceso.

Reacción femenina

En cambio, las mujeres comen siempre la misma cantidad al compartir con un hombre, aunque satisfacen su apetito culinario más rápido de lo común.

¿Qué ocurre en el caso de la mujer?

La investigación de Cornell también revisó el comportamiento de las mujeres. La conclusión es que ellas mantienen sus hábitos alimenticios independiente del sexo de su comensal. Sin embargo, las participantes del estudio reportaron que sintieron prisa y quedaron satisfechas de manera más rápida cuando comían junto a un hombre. De todos modos, los autores llamaron a ambos sexos a calmar sus ansias al compartir una comida juntos.