Bryan Saavedra López
Decepción, entretención, excitación, amor. Un sinfín de emociones y estimulaciones pueden sentirse a través de las redes sociales, sin la necesidad de tener contacto físico ni escuchar la voz de ese alguien.
Tan poderosa es la web, que es capaz de enganchar personas que no conocen nada de sí, solo a través de una foto. Eso hace la aplicación Tinder, donde todo se centra en el culto por el cuerpo para buscar una relación o simplemente sociabilizar.
El sistema de Tinder consiste en subir una foto, aparece un rastreador de personas que estarían cerca del usuario que ve en pantalla (lo indica en kilómetros de distancia) junto a tres botones: información, desaprobación y aprobación (un corazón).
Al presionar el corazón a esa persona le llega una notificación en su Tinder. Y si ella también se siente atraída, se la devolverá y eso abrirá un chat. Lo que técnicamente se le llama un 'match'.
Chica tinder
Maca (21) estudia en la UCN y usa Tinder hace bastante tiempo. Ha llegado a varios 'matchs' y en su historial lleva cuatro citas. "Siempre ha sido con gente interesante, buena onda… y eran las personas que salían en la foto, así que todo bien", aclara Maca.
Pero lamentablemente los usuarios de Tinder a veces no son bien vistos socialmente, como Maca, a quien le han dicho que no es capaz de conocer a alguien en la vida real. "Pero no lo veo así. También está el prejuicio de que es peligroso, que no sabes con qué tipo de personas estás tratando, que todo es falsedad, pero tampoco lo veo así", asegura.
Amor con badoo
El experto en tecnología, Alejandro Alaluf, relata que "con el uso de los aparatos móviles, aplicaciones como Tinder han sido muy populares, porque probablemente nunca fue tan fácil conocer a alguien. Entendiendo esa necesidad ahora con Tinder es facilísimo".
Pero el periodista cree que esto viene de mucho antes. "Desde que internet existe una de las grandes necesidades de sus usuarios es justamente encontrar un tipo de media naranja. Antes era con Messenger, foros, salas de conversaciones. Ahí les decíamos a alguien 'vámonos a lo oscurito, a lo privado'", cuenta Alaluf.
Otra de las redes sociales para buscar pareja es Badoo. Es una de las más antiguas y vigentes, y la utilizan usuarios de todas las edades, a diferencia de Tinder, donde predominan los jóvenes.
Con Badoo Paz Araya y Gabriel, ambos de 24 años, se conocieron y fueron flechados por el amor virtual. Después formaron una familia a la que se sumó su hija de un año.
Paz es de Tocopilla y se hizo un perfil de Badoo en tercero medio, pero no la usaba. Cuando llegó a estudiar a Antofagasta armó su perfil y subió fotos, porque se sentía sola y quería conocer gente nueva.
"Habrán pasado unos meses y ahí me llegó un hola de Gabriel. Hablamos ese día completo, al otro día pasamos a Facebook para cachar si era verdad o no. Ahí lo sicopatié. Pasó como una semana y decidimos juntarnos", confiesa Paz.
A Gabriel le atrajo la sonrisa de ella y cuando la vio en el mall por primera vez encontró "mágico" el internet. "Yo la vi y era más linda que la foto, y nos pudimos abrazar, fue bastante mágico en verdad", recuerda Gabriel mientras Paz lo mira con inocencia y luego sonríe.
Los dos eran solteros antes de Badoo y lo dejaron de lado al formalizar. De ahí todo fue rápido. Pololearon a las semanas. Se fueron a vivir juntos a los meses y al año llegó su hija.
"Ha sido todo bonito, ni siquiera se nota que nos conocimos por una página web, que generalmente es como una relación de touch and go y chao. En este caso es todo lo contrario. Es una familia", expresa Paz.
Ambos evalúan positivamente el uso de la tecnología para encontrar el amor, ya que ayuda a las personas tímidas y que no tenga los medios para viajar. "Pero Badoo también es un arma de doble filo, porque también hay gente que se hace pasar por otras y engañan, pero si se utiliza bien, es bastante buena".
El decepcionado
Carlos tiene 32 años, es profesional y a principios de 2014 recibió una solicitud de amistad Alejandra, de la misma edad, en su Facebook. Relación que llegó a un límite indeseable.
Pero antes de eso todo iba bien. Conversaban por Facebook y se veían por Skype. Ella es norteamericana y Carlos creía que faltaba la sensación de verse físicamente para mejorar lo virtual. Pero eso no fue un impedimento para formalizar un pololeo luego de las fiestas patrias de 2014.
¿Por qué decidiste pedirle pololeo por internet?
-Es que estaba en un momento de mucha ansiedad por estar con alguien. Estaba estresado. Hubo una mezcla de situaciones que me llevaron a tomar una mala decisión, que fue un error.
El error se concretó cuando Alejandra viajó a Chile, a principio de este año. Él sentía nervios y tenía expectativas por su personalidad. "Con eso me di cuenta de ciertas actitudes media raras de ella. Andaba media perdida, quería vivir conmigo, casarse. Quería hacerlo todo rápido", relata.
Alejandra estuvo tres meses en Antofagasta y sólo pololearon físicamente una semana. Según Carlos, Alejandra le dijo -a través de otra persona- que ya no quería estar con él. Así terminó su amor por Facebook. No sabe si se fue con otra persona.
"Una cosa es conversar y la otra es entregarte a una persona a través de cualquier plataforma. Es peligroso. Es un arma de doble filo, porque al final conlleva a enamorarte muy rápidamente de alguien y después te llevas una decepción gigante. En mi caso terminó mal", detalla Carlos.
La necesidad de buscar pareja por internet la explica diciendo que "es la forma más rápida de conectarse y conocer gente. Y lo otro es por la comodidad y por las fotografías y ver lo que hace una mujer".
"Sacas el teléfono de tu bolsillo en la fila del banco y empiezas a cachar esta me gusta, esta no me gusta. Esperas cinco minutos, y dependiendo de tu continuidad, es probable que alguien te diga hola".
Alejandro Alaluf, Experto en Tecnología
"Yo le había dicho que nos juntemos en el mall, porque si pasaba algo yo gritaba no más y me iba a escuchar la gente. Pero cuando lo vi noté que realmente era bonito".
Paz Araya Barahona, Encontró el amor por Badoo