"No podemos mirar los delitos por sobre el hombro y decir no pasa nada"
"Antofagasta no es la misma que yo dejé hace casi nueve años", es el primer antecedentes que destaca el fiscal regional, Alberto Ayala Gutiérrez, cuando se le pide su impresión del escenario delictual.
En su segunda destinación a la zona (ocupó el mismo cargo entre 2000 y 2007) este abogado de la Universidad de Chile claramente encontró una realidad distinta, la cual asegura, aún está estudiando.
Menciona sin embargo que existen elementos que claramente llaman la atención desde el punto de vista criminal, como el alto número de homicidios registrado este año y la mayor violencia de los delitos.
Y aunque aclara que la "percepción" es un factor que siempre está presente y puede amplificar de manera irreal el problema, no es la explicación total al fenómeno que hoy inquieta la comunidad.
¿Cuál es su impresión de lo que está sucediendo en Antofagasta?
-Hay hechos claros y objetivos que uno no puede soslayar. Antofagasta hoy tiene a los menos 100 mil personas más que cuando me fui (2007), tiene un desarrollo importante, una migración importante y una problemática social también importante. Tenemos 36 campamentos, lo que produce una serie de problemas que influyen en temas de control ciudadano y seguridad pública.
Eso trae asociado un mayor número de delitos, pero también tengo claro que la sensación de inseguridad es mayor que el fenómeno delictual estrictamente real. Si uno analiza el número de delitos ocurridos este año, tendríamos que decir incluso que ha bajado o a lo menos se estabilizó.
Lo que sí claramente existe es una mayor violencia en la comisión de los delitos, y no solamente violencia en delitos que afectan bienes jurídicos relevantes, como la vida en el caso de los homicidios, también en los delitos de sustracción va implícita una mayor violencia de los delincuentes, y eso es un fenómeno multicausal.
¿Tiene alguna idea de qué puede estar influyendo en esa mayor violencia de los delincuentes?
-Pienso que el tema droga es importante. El tráfico de estupefacientes en mayores o menores cantidades, el consumo permanente y la necesidad de los delincuentes de adquirir droga para consumo, los lleva a cometer actos irreflexivos.
Hay estudios de Paz ciudadana en el sector oriente de Santiago que dicen que parte importante de los robos en casas los cometen personas adictas que sustraen especies para financiar este consumo.
Esa es una realidad a la cual no escapa esta región. Creo que el consumo de drogas y, de alcohol también, es lo que imprime una mayor violencia.
Cifra negra
Usted toca el tema de la "percepción", ¿cuánto es percepción y cuánto realidad?
-No hay estudios serios al respecto. Resulta muy fácil para una autoridad decir que es sólo percepción porque de ese modo salva su responsabilidad en aplicar medidas. Personalmente creo que si bien hay mucha percepción por sobre la realidad, no podemos mirar esto por sobre el hombro y decir que no pasa nada.
Hay una realidad concreta, tenemos un mayor número de homicidios. Y como sociedad tenemos la necesidad de llegar de manera preventiva antes que éstos sucedan y como Fiscalía tenemos la obligación de llegar rápidamente a una solución cuando se han cometido. Entonces yo no quiero minimizar la realidad delictiva, porque eso sería fatal al momento de aplicar políticas públicas.
Uno estima delitos en relación a las denuncias, pero ese no es un indicador fiel en todos los casos...
-Históricamente ha habido una cifra negra de denuncias, incluso la cifra negra de denuncias era mucho mayor en el antiguo sistema. Porque existen tipos de delito donde hemos tenido avances en transparentar esa realidad. Tenemos un avance por ejemplo en los abusos sexuales, donde la gente se está atreviendo a denunciar, o en delitos de cuello y corbata. Pero yo comparto que mantenemos una gran cifra negra.
¿A qué la atribuye?
-Tengo el temor que parte de esa cifra se pueda dar por dos cosas. Porque la gente no tiene información adecuada de cómo hacer una denuncia, dónde hacerla, y porque duda de las posibilidades de éxito que pueda tener esa denuncia.
Por eso lo que tenemos que hacer todos los organismos es trabajar con la población de manera tal de decirle: si a usted le sucede esto, debe hacer esto otro. Yo no le puedo garantizar un resultado positivo, pero quiero que se sepa que si tiene un problema, va a tener acceso a la justicia.
Y la gente nos va a decir entonces: pero qué sacamos... y ahí surge un tema muy relevante. Porque cuando nosotros conocemos la realidad delictiva específica y sabemos que no son 58 mil delitos, sino 78 mil, quizás esos 20 mil delitos nuevos no los podremos solucionar, pero el Gobierno de Chile tendrá un diagnóstico y una radiografía, y se verá obligado a desarrollar planes de prevención y a poner más recursos. Mientras no transparentemos eso, no habrá inversiones para paliar el problema.
¿No cree que la gente podría estar un poco decepcionada?
-Para allá iba. La gente puede estar decepcionada porque no tiene resultados cuando hace la denuncia, y ahí nosotros tenemos que hacer un mea culpa como Fiscalía o como sistema, y pensar por qué no estamos produciendo resultados. Entonces tendremos que analizar cuál es la capacidad de la policía, cuál es capacitación que tiene para investigar determinados delitos, cuáles son los tiempos de reacción, cuál es el número de fiscales, preguntarnos si estamos yendo y tomando declaración a las personas como corresponde o si estamos dirigiendo adecuadamente la investigación.
¿Cuál es su diagnóstico?
-Yo creo que nos falta ponernos en los zapatos de los demás y tener un poco más de sensibilidad con el problema de la persona que viene a la Fiscalía y darnos el tiempo, tal vez no para decirle que le solucionaremos el problema, sino para dar una explicación menos jurídica y más humana. Hacerle comprender que necesitamos de ella para solucionarle el problema y, si es el caso, darle una explicación de por qué no pudimos solucionarle el problema también.
Porque esa persona que vino acá y se fue con una respuesta insatisfactoria el día de mañana cuando le pase algo o cuando le suceda a un vecino, le dirá: no denuncies, no sirve de nada. Y los fiscales necesitamos víctimas comprometidas con la investigación.
Fiscales
Usted describe un nuevo trato hacia las víctimas, pero qué hay del el trabajo investigativo propiamente tal, la labor del fiscal, ¿qué espera de ellos?
-Aquí hay compromiso importante de trabajar bien, en Santiago también hay compromiso, con la diferencia que allá existen muchos más medios, hablamos del (Servicio) Médico Legal, de laboratorios, unidades especializadas. En Santiago los fiscales tienen acceso a muchas más posibilidades para investigar. En regiones los resultados son bastante buenos en comparación a Santiago y con muchos menos medios, por eso digo que el compromiso está. Pero tenemos que avanzar en cosas que son incluso de sentido común.
Una mejor coordinación con las policías es vital. Durante muchos años se ha entendido por todos que el "caso policialmente resuelto" está terminado y eso es una falacia, por decirlo suavemente.
Porque en quien tengo que producir la convicción de que un hecho es constitutivo de delito y que en ese hecho cabe una participación a determinada persona, es a un juez. En consecuencia para la Fiscalía esto no termina en una detención, sino en un juicio oral.
Por eso hay que cambiar el paradigma con que fueron formados a los policías, pero para eso requerimos mejorar muchas cosas, no sólo el número de policías, también la capacitación. Debemos tener una capacitación conjunta con los fiscales, crear unidades especializadas que permitan enfrentar ciertos fenómenos delictivos.
¿Qué responsabilidad cabe en esto a la Fiscalía?
-Dirigir adecuadamente la investigación, y dirigir adecuadamente no significa decirle a la policía: por favor investigue. Debemos darle tareas precisas que permitan establecer el día de mañana que el fiscal se maneja en la investigación de ese tipo de delitos y tener un control sobre el resultado de las mismas. Cuando tú entregas instrucciones generales a las policías y les dices: mire investigue y vea qué encuentra, no tienes cómo después cobrarle a esa policía desde el punto de vista estrictamente jurídico.
Prioridad
Asumiendo que el sistema no puede investigar todo, ¿a qué delitos dará prioridad?
-Vamos a investigar todos los delitos de mayor connotación social, vamos a dar preferencia a las investigaciones de tráfico, homicidios, violencia intrafamiliar, delitos sexuales y los delitos de robo, especialmente los robos violentos y los robos en lugar habitado.
¿Cómo trabajará en esas áreas?
-Vamos a trabajar desde dos puntos de vista. Vamos a pedir al nivel central que entregue mayor capacitación a los fiscales, vamos a tratar que haya capacitación conjunta con las policías y ver de qué manera otros organismos externos a la Fiscalía pueden contribuir a entregarnos capacitación.
Luego vamos a tratar de generar, aunque sea artesanalmente, algunas unidades de análisis criminalístico junto a las policías, y sobre todo vamos a tratar de disminuir la sensación de impunidad por la vía de pasar el mayor número de personas a control de detención por estos delitos.
¿Piensa implementar un control interno más férreo a las decisiones que toman los fiscales de archivar o no investigar?
-Estamos haciendo un control generalizado, y hay cosas que sí creemos que deben tener un mayor control por parte de esta regional, a través mío o de asesores.
¿A qué podemos aspirar con todo eso que plantea?
-Podemos aspirar a una mejor coordinación con las policías y un mayor acercamiento a las víctimas. A lo que podemos aspirar en un primer momento, yo diría dos años, es un acercamiento con la comunidad, para explicar nuestra función, y apoyar a los demás órganos del Estado en lo que hacen en prevención. Sincerar el número de denuncias y demostrar al nivel central cuál es la realidad de la región, para que de esa manera los recursos lleguen de una vez por todas.
"Hay una realidad concreta, tenemos un mayor número de homicidios. Y como sociedad tenemos la necesidad de llegar de manera preventiva antes que éstos sucedan y como Fiscalía tenemos la obligación de llegar rápidamente a una solución cuando se han cometido".
"Está la instrucción de dirigir en terreno a las policías"
Este año han surgido críticas al trabajo de los fiscales. El ministro de la Corte de Apelaciones, Óscar Clavería, por ejemplo, dijo que no iban a los sitios del suceso o que los policías no los podían ubicar para pedir instrucciones...
-Tenemos que mejorar en todos los aspectos. Esas falencias ocurren principalmente por la alta carga de trabajo que tienen los fiscales y también, debo decirlo, porque aún nos falta capacitación.
Este es un sistema muy joven, tiene 15 años recién, a diferencia del Poder Judicial, que tiene más de 180 años de historia. En el Poder Judicial para ser juez, no sólo basta con ser abogado, además se debe aprobar un curso en la Academia Judicial. Una de las aspiraciones que tenemos como Fiscalía, y lo planteo a título personal, es que antes de cinco años ningún abogado pueda ser fiscal si no tiene aprobado un curso habilitante.
Sobre lo que dice el ministro Clavería, hay cosas que comparto, y en eso vamos a tratar de mejorar. Eso parte por exigir a los fiscales una mayor labor de persecución y de compromiso con la identificación del hecho y de las personas que intervienen.
Eso se logra yendo al lugar de los hechos...
-Eso se logra con presencia en el lugar de los hechos, en los casos que corresponde. No siempre es conveniente ir a los sitios del suceso, pero en los casos más importantes está la instrucción de concurrir, estar presente y dirigir en terreno a las policías. También le propuse al intendente gestionar un convenio con el Ministerio del Interior para que éste aporte una dupla sicosocial que acompañe al fiscal al sitio del suceso y realice la primera labor de contención de las víctimas.
Además puedo decir que vamos a tratar de pasar al mayor número de detenidos al control de detención, porque mientras mayor sea el número de personas que no dejamos libres en virtud la facultad legal del artículo 161 y mayor el número de personas que pasa a control, aun cuando al otro día estén en libertad, la sociedad queda con la sensación de que las instituciones funcionan, como decía un exPresidente.
"Aquí hay compromiso importante de trabajar bien (de los fiscales), en Santiago también hay compromiso, con la diferencia que allá existen muchos más medios". "Vamos a investigar todos los delitos de mayor connotación social, vamos a dar preferencia a las investigaciones de tráfico, homicidios, violencia intrafamiliar, delitos sexuales y los delitos de robo".
entrevista. Alberto Ayala, fiscal regional: