La participación como herramienta para construir confianzas
Recientemente participamos en la 3° Conferencia Internacional de Responsabilidad Social en Minería -SRMinning-, que tuvo lugar en Antofagasta, comentando interesantes experiencias de trabajo mancomunado entre Casa de la Paz, el Ministerio de Energía y Codelco. La convocatoria nos pareció muy relevante, pues permitió difundir dos herramientas que buscan establecer puentes en una sociedad en que la desconfianza aparece como obstáculo para construir una relación colaborativa entre los actores.
Con Energía nuestra labor apuntó al desarrollo de un documento de investigación, entrevistas y talleres, que sirvió como base para la elaboración del Estándar de Participación para el desarrollo de proyectos y que luego se ha enriquecido a través de diálogos y una consulta ciudadana. Nuestra metodología incorpora un enfoque de reconocimiento y respeto de los Derechos Humanos; el establecimiento de procesos de participación temprana; la necesidad de nivelar las asimetrías de poder, y el compromiso con un desarrollo sustentable de los territorios. Hay que subrayar además que esta herramienta no puede concebirse de forma aislada, sino que debe ir inserta en un sistema que involucre al conjunto de la institucionalidad pública. Sólo de esta manera los acuerdos alcanzados en etapas tempranas tendrán un correlato en instancias como el Sistema de Evaluación Ambiental.
Por otra parte, ya han surgido ejemplos de buenas prácticas de trabajo conjunto entre actores que antes difícilmente se habrían unido. Hablamos del Protocolo de Acuerdos, logrado a fines de 2014 entre la División El Teniente de Codelco y la comunidad de Alhué (RM), que abrió la puerta a la implementación de un programa de monitoreo participativo de aguas en el que Casa de la Paz cumplió el rol de facilitador. Gracias al compromiso de la estatal, las autoridades locales y la comunidad, se articuló una Mesa Intersectorial que supervisa el uso del agua, no sólo en el estero Carén, sino también en los pozos y norias de la localidad.
Todo esto confirma cómo el acercamiento, la apertura de las partes y la disposición a encontrar puntos de acuerdo, sumada a la instalación de capacidades en las comunidades, posibilitan que la licencia social se transforme en pasos concretos hacia formas sustentables de desarrollo.
Gloria Arriagada
Directora de la sede de Antofagasta de
Fundación Casa de la Paz