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Guillaume Apollinaire

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Apollinaire representa en la literatura universal, al verdadero inspirador de todos los descubrimientos poéticos de nuestro tiempo. Vivió en exaltación de originalidades. Es su ensayo "El Espíritu Nuevo", aparecido, por primera vez en español, en 1919, en la revista "Cosmópolis", fijó rumbos para penetrar, resueltamente, en " lo nuevo".

"¿Pero es que no hay nada nuevo bajo el sol? ¡Absurdo! Mi cabeza ha sido radiografíada. He visto vivo mi cerebro, ¿no es esto nuevo?"

La orden de partida hacia "lo nuevo" surge de Baudelaire. Las dos últimas palabras de "Las Flores Del Mal" son estas precisamente: "lo nuevo". Esta consiguen importaba la resolución de avanzar, sin miedos, a todos los puntos de la Rosa de la Inteligencia. Apollinaire pensaba que:

"La sorpresa es el más grande nuevo resorte. Por la sorpresa, por la impone es tan sé que concede la sorpresa, el espíritu nuevo se distingue de todos los movimientos artísticos y literarios que le han precedido. En este punto se destaca de todos y no pertenece más que a nuestro tiempo".

Por su lealtad a estas ideas, Apollinaire se halló sin esquives en las primeras trincheras de la creación. A él le debemos la ordenación del Ideario Cubista, en la Exposición de Bruselas, en 1911. Su amistad con Brake y Picasso, en este sentido, resultó decisiva para las nuevas formas de encarar la pintura de nuestro siglo.

Agreguemos a sus méritos de gran formulador de estéticas, que, en 1917, creó la palabra Superrealismo, con lo que se anticipó a Bretón y Aragón, de quienes fue una especie de alegre y amable y maravilloso abuelo de sus versos:

"Queremos daros vastos/y extraños dominios/

Donde el misterio en flor/se ofrece a quien quiera cogerlo"

Finalmente, soporte más espectacular es el poema dibujado, el Caligrama, base de "un lirismo visual", suprimidos los signos de puntuación. Esta riqueza de espíritu de Apollinaire llevó a escribir a Enrique Díez- Canedo que: "Todas las escuelas de vanguardia tienen algo suyo".

N. de R. Guillaume Apollinaire falleció el 9 de noviembre de 1918

Andrés Sabella 29.10.1981

Rector de colegio San Luis inspira personaje de thriller 'Código Chile'

SOCIEDAD. El padre jesuita Alejandro Pizarro hizo clases en el Colegio San Mateo de Osorno, donde conoció al entonces alumno Carlos Basso Prieto, autor de la obra.
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V. Toloza Jiménez

Quienes conocen al sacerdote jesuita y rector del Colegio San Luis, Alejandro Pizarro (1958) saben de su inteligencia, sagacidad, buena conversación y amplia cultura.

Y eso también captó el periodista, investigador y escritor, Carlos Basso Prieto en su última novela, 'Código Chile'.

Basso, exalumno de Pizarro en el Colegio San Mateo de Osorno, que también pertenece a la Compañía de Jesús, construyó a Alberto Prat, personaje principal del muy recomendable thriller, basándose en los recuerdos que tenía de su antiguo profesor, actual máximo directivo sanluisino.

Escrito

La novela, presentada recién la semana pasada en la Filsa da cuenta de los misteriosos asesinatos de cuatro ancianos alemanes. Esos son los hechos que dan inicio a un peligroso y apasionante recorrido por la historia y geografía de Chile, donde se combinan antiguos nazis, el famoso manuscrito Voynich, exagentes de inteligencia de la dictadura, el servicio secreto del Vaticano y Catalina de los Ríos y Lisperguer, "La Quintrala", entre otros.

Todo esto lleva al sacerdote jesuita Alberto Prat a descubrir las aristas de un antiguo e insospechado secreto.

"Debo haber estado como en quinto o sexto básico cuando llegó Alex allá, como maestrillo aún, es decir, aspirante a sacerdote, e inmediatamente se destacó, entre otras cosas porque creo que fue el primer cura chileno que vi, ya que en dicha época ese colegio aún era regido por sacerdotes jesuitas de la Provincia de Maryland, EEUU. No obstante, Alex no sólo destacó por eso, sino porque -por ejemplo- permitía que se lo tratara por su nombre, mostrando una gran cercanía con los alumnos y un carisma poco común. Además, en su oficina tenía un acuario con un pez muy raro, una especie de serpiente pequeñita, que muchos íbamos a mirar casi hipnotizados", relata Basso.

El periodista -avecindado en Concepción hace dos décadas- define a Pizarro como un hombre "extremadamente inteligente y preparado académicamente, de un saber bastante enciclopédico", "rasgos que utilicé para construir al personaje central de mi novela, el jesuita Alberto Prat, quien además de ello tiene muchísimo de la personalidad de Alex, sobre todo en los aspectos más positivos del personaje"

Entre estos destacan su "sagacidad, su integridad y la firmeza de sus convicciones e ideales", enfatiza Basso, profesional reconocido también por sus textos de investigación periodística.

El padre

Pizarro ríe cuando se le pregunta por este resultado y aunque reconoce que está leyendo la novela, jamás pensó que un personaje estuviera construido sobre su historia.

"No entiendo esta relación, quizás el espíritu aventurero, que es propia de los jesuitas, pero nada más. Tampoco soy esotérico, como el personaje", dice y vuelve a reír.

El rector nació en Antofagasta en 1958, tiene cuatro hermanos y fue el único que siguió la carrera religiosa, a pesar que su padre era masón.

Pero estudió en el San Luis y allí nació su vocación.

"Siempre me impactó la pobreza y resolverla la veo como un desafío personal, una labor muy cercana a la figura de Jesucristo".

El académico hizo su formación en Santiago, luego fue trasladado a Osorno, donde estuvo en dos ocasiones, volvió a la capital, donde estuvo a cargo de la educación jesuita en Chile y luego en América Latina, hasta regresar a su tierra natal.

"Creo que lo principal que me dejó 'Álex' fue la tolerancia a las ideas ajenas. Estaba a cargo de una asignatura que se llamaba 'Seminario' y en esa época yo estaba convenciéndome de la no existencia de seres sobrenaturales de ningún tipo y en algún momento me declaré ateo, y recuerdo que ante eso él conversó conmigo un par de veces.

No pudo convencerme, ni tampoco lo pudieron otros profesores y religiosos, pero pese a ello nunca sufrí represalias, desprecios o problemas", rememora Basso.

Pizarro habla con afecto de su expupilo. Lo recuerda como un niño muy inquieto en la escuela, como buen scout y lleno de preguntas.

"Tejimos una buena amistad", citó.

Ambos se han encontrado un par de veces desde entonces y Basso insiste: "Alejandro sigue siendo el mismo tipo tolerante, irónico e intelectualmente brillante que conocí, aunque, claro, ya no hablamos de religión".

Carlos Basso Prieto, un periodista reconvertido en investigador y escritor

Carlos Basso es periodista y académico de la Universidad de Concepción especializado en la investigación del nazismo, derechos humanos, inteligencia, terrorismo y desclasificación de información. Autor de dos novelas y de seis libros de investigación periodística, entre ellos "La CIA en Chile, 1970-1973" y "América nazi". El éxito actual se enmarca en otros como 'Logia' de Francisco Ortega y 'Historia secreta de Chile' de Jorge Baradit. "Este es un thriller, que se inscribe en la tradición de novelas que buscan reescribir la historia reciente y lejana del país, y además juega con la simbología de determinados lugares de Chile", dice Basso de su última novela.

"Alejandro sigue siendo el mismo tipo tolerante, irónico e intelectualmente brillante que conocí".

Carlos Basso, Autor de la novela hablando del sacerdote jesuita

"No entiendo esta relación, quizás el espíritu aventurero, propia de los jesuitas, pero nada más.

Alejandro Pizarro, Rector sanluisino, comentando el personaje de la novela