José Luis Ramírez M.
Un nivel similar al que existía el año 2010 está mostrado el ingreso de causas a las fiscalías de la región, según informes oficiales del Ministerio Público.
El último de estos documentos, publicado hace sólo unos días por el ente persecutor, indica que entre enero y septiembre de este año fueron denunciados 42.205 delitos en la zona, lo que representa casi 800 casos menos que lo recibido en igual periodo de 2014 y casi 3 mil menos que lo ingresado en iguales meses de 2012.
Las cifras de hecho parecen consolidar una tendencia a la baja que comenzó justamente hace tres años.
Aquella vez, y luego de sostenidos aumentos en el indicador, la región por primera vez mostró un descenso en su número de ingresos, fenómeno que se repitió a nivel nacional.
Posteriormente la estadística muestra bajas más o menos regulares hasta llegar al nivel actual, que sólo es comparable con los datos del año 2010, cuando la Reforma Procesal Penal cumplía su noveno año de aplicación en Antofagasta.
Percepción
La menor cantidad de denuncias ingresadas contrasta, sin embargo, con la percepción de inseguridad que expertos advierten en la población.
Además reaviva la discusión sobre la relación entre cantidad de denuncias y cantidad de delitos, que no siempre es equivalente.
El fiscal regional, Alberto Ayala, dijo estar interesado en conocer las reales causas del fenómeno, el cual relaciona con tres posibles variables.
"Si hay menos denuncias, puede ser que efectivamente tengamos menos delitos, lo que sería bastante bueno. Otra posibilidad es que la comunidad no conozca los medios para denunciar y una tercera opción es exista una pérdida de confianza y que la gente no esté denunciando", manifestó.
El asunto no es menor, ya que si se trata de una pérdida de interés en denunciar, la cifra negra de delitos (esos que no se reportan) estaría aumentando, y como el sistema orienta sus acciones básicamente en función de las denuncias, no habría respuesta adecuada al fenómeno delictual.
Análisis
Ayala dijo que para llegar al fondo del tema hay que realizar ciertos análisis que toman tiempo y requieren participación de varios actores.
Además afirmó que no sólo es importante poner atención al número de denuncias, sino también la complejidad de los delitos que están ingresando.
"Se piensa que si bajan los ingresos, la carga de trabajo de los fiscales es menor, pero no necesariamente es así, porque la complejidad de los hechos implica mayores hombres por carpeta investigativa", explicó.
Un ejemplo de esta mayor complejidad surge de estadísticas entregadas hace unas semanas por Carabineros.
Aquella vez la institución informó un descenso cercano al 11% de los delitos "contra las personas", pero pasó por alto que dentro de esa categoría, los delitos más graves, como son las agresiones sexuales y los homicidios, aumentaban, aunque sin afectar el promedio general por su menor frecuencia en comparación al resto de los ilícitos medidos.
"reserva"
La gobernadora Fabiola Rivero señaló que el gobierno recibe las estadísticas del Ministerio Público con "reserva", pues si bien hay delitos que efectivamente han bajado gracias a la labor preventiva, existen otros que no están siendo denunciados.
Según Rivero, son dos los factores que influyen en la decisión de no denunciar: el miedo a represalias (casos de tráfico) y la pérdida de confianza.
"Evidentemente hay una pérdida de confianza, como bien dice el fiscal Ayala, y ésta se da cuando existe un gran archivo de causas", subrayó.
La autoridad manifestó que para revertir el temor, se trabaja en la difusión de programas de denuncia segura.
En lo que relativo a los archivos, planteó la necesidad de aprobar cambios legales que limitan la capacidad de los fiscales optar por esta salida, que se emplea en el 45% de los casos.