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Luz de esperanza para los adultos mayores

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Jorge Tapia Guerrero

Hermano Santo, esta mañana, mientras el sol esquivo de primavera, que crece de silencios, se estaciona quietamente en mi corazón, quiero compartiros mi nueva preocupación: "La Tercera Edad".

Hermano de Ejemplaridad Humana, nuevamente este Maestro, eterno orador y cautivo de ideales, vestido de Poeta y Filósofo, se cobija bajo tu sabiduría celestial.

Es que, bien sabes TÚ, Poeta Mayor del Norte que, aunque vivisteis casi un siglo, la vida es breve como la brevedad de la flor. Que la vida es un milagro, una aventura, una prueba, un desafío; la vida es, apenas, un suave soplo. Que la vida es un torrente de pasiones, plantadas a orillas de los ríos, para nutrirse de pequeñas existencias. En fin, la vida es un puente fugaz entre el nacer y el morir.

Pero, Hermano Antonio, Libro de la esperanza y del amor ¿Cómo construir ese pequeño puente del nacer y morir, para que la tercera edad viva en dignidad? ¿Cómo devolver a la tierra esa semilla de longevidad, que fuera tallo y flor de ayer, en una vida de calidad? ¿Cómo decirle a las sociedades y los gobiernos que los ancianos son un viejo universo que germinará y florecerá en tiempo nuevo como una bella estrella de humanidad? ¿Cómo diseñar mil gobiernos del alma y de amor universal, para reconocer en los mayores, nuestro principal capital cultural? ¿Cómo decirle al mundo que los mayores de hoy, hundieron la pala en nuestra tierra morena para sembrarla de luz y amor? ¿Cómo recordarles que fueron ellos, los que ayer esperaron entre la camanchaca de la pampa, para destruir los cuchillos de la incomprensión y del olvido?

Es que Santo varón de la nortinidad, todos los medios de comunicación nos invaden con titulares acerca de la Tercera Edad:

"Aumenta la población de los adultos mayores, porque crece la expectativa de vida" "Chile crece en población mayor, más que todos los países del continente" "Se aumentará la cantidad de años para la jubilación" "Serán necesarios muchos centros para los adultos mayores" "Debemos promover cambios de políticas públicas sobre previsión, salud, normativa laboral para los adultos mayores", etc.

Pregunto entonces, Santo de los Pobres y del silencio, frente a las sensibilidades expresadas en los distintos medios, ¿CUÁNTO DE ELLO SE HA CONCRETADO EN ACCIONES REALES A FAVOR DE ESTE VASTO SECTOR SOCIAL, CONSTRUCTORES DEL AYER Y DEL HOY, SI SE LE GENERAN OPORTUNIDADES REALES DE INCLUSIÓN?

Santo y Centinela del desierto, TÚ vivisteis esos años mayores. Ayer nos decíais: "Quiero extinguirme silenciosamente, como la lejana estrella del azul infinito" (Renglones Íntimos, 1920), o "Qué breve se me ha hecho el tiempo, la tarde cae veloz, mis manos tiemblan ajadas y encanecen mis cabellos" (Corazón, 1952).

Por ello, Santo de los Milagros, hoy os pido, iniciemos la cruzada para que cada abuelo, en cada hogar y lugar, que exista sobre nuestra tierra , no viva el sabor de la ausencia e indignidad. Tatuemos en nuestra piel, el néctar que ofrezca a ellos, la dulzura de todas las mieles, en la alegría esperanzadora de un nuevo amanecer.

un santo para antofagasta

Los pro y contra de vivir en una ciudad en la que se puede caminar

CALIDAD. Si bien estos lugares están vinculados a tener una mejor salud, el gasto económico que implican puede generar insatisfacción con la vida.
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Pamela De Vicenzi

Muchos expertos, entre urbanistas y médicos, recomiendan a las personas caminar más seguido y estar en contacto con la naturaleza. A partir de este consejo, es común pensar que las ciudades con mayor acceso peatonal son las más felices.

Sin embargo, un estudio de la Universidad de Virginia (EE.UU.) considera que, si bien las personas que viven en las zonas más transitables gozan de un mejor estado de salud, aquello no asegura su felicidad. Esto, en comparación a quienes viven cerca de avenidas congestionadas.

Factores positivos

Los hallazgos se contradicen con otras investigaciones. En general, se asegura que el bienestar físico y emocional están íntimamente relacionados.

Por ejemplo, cuando hacemos ejercicio, el cerebro libera endorfinas, encargadas de bloquear el dolor en el corto plazo y protegen a largo plazo de enfermedades como la depresión.

Factores negativos

Shige Oishi, académico de la Universidad de Virginia y autor principal del estudio, indicó que los hallazgos probablemente revelan que los problemas que enfrentan las ciudades podrían superar los beneficios que ofrece el caminar. Para ello, coloca como ejemplo lugares típicos de EE.UU.

"Nueva York, San Francisco, Boston, son todos muy accesibles y saludables", señaló Oishi en declaraciones al sitio Tech Insider.

El especialista cree que la razón por la que estas ciudades son saludables, pero no felices, es la desigualdad económica entre este tipo de lugares y otros que, a simple vista, no ofrecen una buena calidad de vida.

Oishi explicó que mucha gente podría compararse con las cosas buenas que hay en la ciudad, "lo que podría afectar de manera negativa su satisfacción por la vida".

Análisis de datos

Para efectos del estudio, Oishi y su equipo se basaron en datos de más de 177 mil personas que viven en 703 regiones metropolitanas y "micropolitanas" en todo el país. Estos datos fueron recogidos a partir del Comportamiento de los Factores de Riesgo del Sistema de Vigilancia (BRFSS) de 2005, una encuesta telefónica de largo alcance en Estados Unidos.

Los resultados arrojaron que las personas que vivían en las ciudades peatonales eran notablemente más saludables que la gente que vivía en los suburbios y zonas rurales, con un índice de masa corporal (IMC) más bajo.

Sin embargo, y para sorpresa del equipo, no hubo correlación entre vivir en una ciudad transitable y los niveles de felicidad de una persona. En síntesis, habría una desconexión en cómo las personas determinan su propia felicidad.

Falta de felicidad

Sobre este punto, Oishi profundizó en el por qué no existe dicha relación. Según el especialista, todo apunta que la felicidad no siempre está ligada a la salud, sino a la condición económica.

En ese sentido, las personas que viven en este tipo de ciudades y que ostentan más recursos para mantenerse en ellas no siempre son felices, ya sea por la falta de manejo o porque simplemente el dinero no suple todas las necesidades.

Otro factor que está involucrado es que las personas trabajan mucho para mantener un buen status, por lo que no tienen tiempo de disfrutar de un buen paseo. Esto influiría en una evaluación sobre la satisfacción con la vida.

Cómo enfrentar las desventajas

Una de las soluciones que plantea Oishi es cambiar el sentido de los paseos. No basta con caminar por las calles por el simple hecho de desplazarse, por ejemplo, desde el trabajo hasta la casa y viceversa. La caminata por el ocio puede resolver este problema, además de buscar lugares y horarios especiales para dar un paseo a pie o en bicicleta sin toparse con el tráfico de la ciudad. De esta manera, aseguró el autor del estudio, es posible llegar a un envejecimiento saludable.